martes julio 16 de 2024

Patas arriba

Once Caldas pordio 0-1 con deportes Tolima por la fecha 12 de la Liga

Por Esteban Jaramillo Osorio

“Si defiendo por necesidad, pierdo por obligación”.

Frente al Tolima, Once Caldas coqueteó con la derrota de principio a fin. El ejercicio defensivo prevaleció sobre otras posibilidades, que tienen el manejo del balón como argumento.

Jugó sin calidad, sin alegría, “colgado de los palos”, corriendo tras el balón, sin técnica, con una exagerada concesión de espacios que favoreció al local para su dominio aplastante.

En septiembre, la música de diciembre.

Tremendo baile le dio al blanco, especialmente Ibarguen y Lucumi, ignorados en la selección por otras preferencias. No lo refrendaron con goles, por la ausencia de los artilleros.

El resultado convirtió en espejismo el triunfo anterior contra Millonarios, celebrado con alborozo, sin profundizar en las condiciones del partido, la inferioridad numérica y las ausencias del rival.

Corredor Identificó las debilidades, las quiso corregir con retardo, pero, a los señalados por su bajo rendimiento los sustituyó mal.

Los relevos nada aportaron. Cuando llegó el gol, no había argumentos para reaccionar buscando otro resultado.

Nunca apareció el cautivante encanto del buen futbol.

Lo de Nahuel Gallardo es una burla. No se sabe para que lo contrataron. Y por qué lo alinean. Mejores hay en las canchas de los barrios, en Manizales. Nicolás Rodríguez, uno de ellos.

Su presencia en el campo dejó al once con diez. Nada destacado aportó. Al contrario, participó pasivo en el comienzo y el final del gol de Ureña para el Tolima, que encontró a sus compañeros fuera de sus posiciones.

Increíble, Del Valle estaba de marcador de punta, con el Tolima encima buscando el gol. El chileno pasó por el lado del argentino, quien ni se inmutó.  Parecía estar en otro partido o “tomando café en un sofá”.

¿Qué dirá su padrino Tulio Castrillón, el dueño de la última palabra?

No pinta bien la cosa, porque el rendimiento de varios futbolistas no es el deseado.

Otro sueño que se escurre y que compromete al técnico si no controla sus miedos. Sin ataque no se gana. Creciente es el escrutinio, con saldo negativo en su trabajo.

Aunque, por fortuna para la afición, aún hay torneo y no todo está dicho. Esteban J.

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