martes julio 16 de 2024

FUTBOLISTAS-BOMBEROS

Esteban Jaramillo Osorio

Optimistas o escépticos viven los hinchas del Once Caldas los últimos días de vigilia antes del comienzo de la liga profesional.

Aunque son intrascendentes, no alientan las expectativas los partidos amistosos de pretemporada, por el planteamiento, el rendimiento y resultados.

Algo no encaja

Hay jugadores, hay deseos, hay un propósito de liberación frente a la ordinariez de las últimas campañas, pero perdura la animadversión hacia el entrenador, a quien no se le ve un plan renovador respecto a las obligaciones de la competencia que se avecina.

Aunque proliferan “los maduros” se arman fuerte los rivales.

El Once, en sus prácticas, mantiene la tendencia precavida, sin riesgo, de utilizar dos volantes aguerridos de marca, con dificultades en la creación. Pico y Quiñones, son futbolistas sin reiteración de pases creativos, con traslados atropellados, no conectan con los mediocampistas de apoyo, ni con los delanteros.

A Sherman Cárdenas se le ve en ocasiones desactivado, porque el planteamiento no lo respalda. Sin él en acción, los atacantes son invisibles, lo que no es saludable en la búsqueda de gol. En estas condiciones, pobre Dayro.

La afición está enojada porque al abonarse presentó una declaración de intenciones, con apoyo irrestricto a los propósitos de los dirigentes de tener un equipo con solvencia competitiva.

Pero las dudas persisten, ante la continuidad forzada de un entrenador inconsciente de las dificultades, caprichoso en extremo, con la obsesión enfermiza de sentirse perseguido.

Tantas preguntas, sin respuestas para los aficionados.

En esa confusión de ideas, se acrecienta la incertidumbre por la dureza del calendario con rivales de riesgo al comienzo, la negativa a identificar los problemas con  tendencia a culpar a periodistas, a jugadores y especialmente a quienes están en la tribuna, para desmontar presiones.

Tienen voluntad los futbolistas. Se aprecia en las prácticas, las que enfrentan con profesionalismo, pero los planteamientos no mitigan la desconfianza.

De paso la cancha no ayuda por lo liviana. No se ve apta para competir y el nuevo fichaje Luis Miranda, con términos acordados, no tiene el permiso del Tolima para vestirse de blanco.

Amanecerá y veremos. Por lo menos concedemos el derecho a la duda. ¿Salvaran los futbolistas-bomberos el semestre? Esteban J.–

Esteban Jaramillo Osorio

Twitter: @estejaramillo

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