martes julio 16 de 2024

Problema del Gobierno está en el Congreso, no en las calles: Basset

Yann Basset

EL NUEVO SIGLO

Bogotá, 29 abril, 2023_RAM_Los últimos días han sido duros para el Gobierno porque se rompió la coalición con los partidos tradicionales, lo que complica más la aprobación de las grandes reformas de salud, pensional y laboral porque habría perdido las mayorías. No obstante, de antemano el presidente Petro ha convocado a la ciudadanía a las calles para mostrar su apoyo a los proyectos que él asocia con el cambio, lo que algunos consideran podría constituirse en una presión al Legislativo.

Sin embargo, el politólogo Yann Basset, director del Observatorio Grupo de Estudio para la Democracia (Demos), de la Universidad del Rosario, indicó que en este momento crucial para el paquete legislativo del Gobierno, el problema que éste debe resolver es en el Congreso de la República, no en las calles.

Basset, mencionó que frente a las dificultades que ha tenido la reforma a la salud en su discusión y las críticas que ha recibido, al Gobierno le podría funcionar que el proyecto se vuelva popular, pero consideró el politólogo que para ello debe explicar mucho más la iniciativa y promocionarla, sin dejar de lado las modificaciones al articulado que sea necesario hacer.

El politólogo también analizó los efectos del remezón ministerial, que significó la salida de siete jefes de cartera.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo analiza la causa y consecuencia de la crisis ministerial?

YANN BASSET: Creo que la causa inmediata es el tema de la reforma de la salud que no se logró consensuar. Creo que ahí hay responsabilidades en el Gobierno, pero también en la coalición. Sin embargo, más allá de la reforma de la salud, creo que lo que causó esta crisis es que, finalmente su proyecto de acuerdo nacional que el Gobierno tiene que encarnar con los partidos tradicionales, esto no ha funcionado, lo hemos visto en el pulso alrededor de la reforma de la salud.

No ha funcionado porque la coalición es heterogénea y creo que los principios de la coalición no fueron muy claros desde el momento en que se firmó.

Creo que había muchas cosas implícitas acá, el Gobierno pretendía simplemente obtener los apoyos políticos de esos partidos sin negociar nada, salvo su participación en el gobierno. Los partidos pretendían en el fondo obligar al Gobierno a cambiar su agenda o a moderarla sin haber negociado eso, previamente. Y creo que todo esto, finalmente hizo agua, esta coalición nunca funcionó muy bien, realmente.

ENS: ¿La configuración del nuevo gabinete radicaliza más al Gobierno o le da mayor posibilidad de buscar consensos con sectores de oposición y críticos a las reformas?

YB: Creo que ninguna de las dos, es decir, no creo que sea una radicalización en la medida en que esto no corresponde al perfil de los nuevos ministros, que son personas con experiencia, que conocen sus ámbitos respectivos y que no son políticos radicales.

Es más, creo que dentro de los que salen está la ministra Corcho que quiso encarnar el ala radical del Gobierno, y el hecho de que salga creo que también es una señal que va un poco en el otro sentido.

Entonces, no creo que haya una radicalización como tal, no me parece. Pero lo que sí es cierto es que con la salida de los partidos tradicionales del Gobierno, pues el nuevo Gobierno representa un espectro político mucho más limitado, básicamente el Pacto Histórico y la Alianza Verde, y eso es insuficiente, claramente, para hacer pasar las reformas que quiere el Gobierno, sobre todo que insiste en la agenda de reformas muy sobrecargada y bastante fuerte.

Por lo tanto, la gran pregunta es ¿cuál va a ser la solución del Gobierno? Aquí se habla mucho de negociar al menudeo, digamos político por político, pero eso me parece que no puede funcionar para una agenda tan fuerte.

Se diserta mucho, también, de obtener el apoyo de disidentes del Partido Liberal o voltear el Partido Liberal, pues quizás, pero me parece que todavía las cuentas no están.

Así que, hay que ver qué va a pasar, pero me parece que en la situación actual no hay lugar para lo que el Gobierno pretende hacer.

ENS: ¿Cómo ve el llamado de Petro a presionar desde las calles la aprobación de las reformas?

YB: Creo que eso no resuelve el problema, el problema del Gobierno está en el Congreso, no en las calles, y el hecho de llamar a las calles, digamos que el Gobierno, y el Presidente en particular, está más a gusto en la calle porque es el escenario tradicional que ha tenido la ‘izquierda’ cuando estaba en la oposición.

Sin embargo, el problema que tiene que resolver el Gobierno es el Congreso, y si la idea es (no creo que lo sea) presionar al Congreso desde la calle, no creo que eso funcione.

No me imagino a ningún congresista diciendo ‘uy hay gente en la calle, voy a cambiar de opinión’. Eso no funciona así. Lo que podría funcionar es que el proyecto de reforma a la salud se vuelva popular en las encuestas, lo que no es el caso. Finalmente, los congresistas están atentos a los movimientos de la opinión pública, pero no a lo que pasa en la calle.

Pero para que eso suceda el Gobierno debería hacer un mayor esfuerzo de explicación, de promoción de esta reforma, quizás de modificaciones, también, que no lo está haciendo por el momento en todo caso. Vamos a ver cómo lo presenta el nuevo ministro.

ENS: Algunos dicen que la coalición desde el principio estaba destinada a fracasar prontamente, debido a las grandes diferencias de criterio e ideología entre los componentes, ¿usted coincide o no en ello?

YB: Creo que la diversidad o la heterogeneidad ideológica sí era un problema, pero que estaba destinada al fracaso, ‘no creo’. Había maneras de negociar, no obstante, para hacerlo la coalición hubiera tenido que admitir de entrada la diversidad y negociar mucho más abiertamente desde el principio.

Pienso que los miembros de la coalición y el Gobierno no fueron muy sinceros desde el principio sobre qué esperaban de los demás, sobre cuáles eran los acuerdos y las diferencias en el seno de esta coalición.

Creo que ahí hay un problema de métodos para gestionar esta diversidad que hizo que fracasara.

ENS: ¿Cómo analiza al Gobierno en una semana en que hubo crisis ministerial, pelea de Petro con expresidentes y dos encuestas que evidencian que sigue cayendo la popularidad del Jefe de Estado y que la calificación de su gestión en varios frentes es negativa?

YB: Lo que se ratificó esta semana y que venía viéndose un poco desde la salida de Alejandro Gaviria del Gobierno, es que ha fracasado esta etapa del gran acuerdo nacional que inició hacer Petro desde su elección, y que estamos pasando a otra cosa que todavía no sabemos muy bien cómo se va a organizar.

Pero puedo observar ahí un fracaso de esta primera etapa ‘de tratar de construir un gran acuerdo con todos estos partidos’.

No descarto que, finalmente haya acuerdos más puntuales, quizás no con todos, pero con algunos partidos de esta coalición, aunque creo que ya sobre otros términos. Pasamos a otra etapa porque este primer experimento, finalmente creo que no le funciona al Gobierno.

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