Ya está en órbita en el espacio segundo satélite colombiano
Bogotá, 15 abril, 2023_RAM_Este sábado fue colocado en órbita el segundo satélite de la Fuerza Aérea Colombiana llamado ‘FACSAT2 Chiribiquete’.
Así lo confirmó el Ministerio de Ciencia, quien también informó que la puesta en marcha de este proyecto fue cofinanciada con la Fuerza Aérea por un monto de $3.399 millones.
«Esto permitirá generar nuevas capacidades como resultado de actividades en CTeI, específicamente para ciencia y tecnología espacial», indicó la Cartera.
Al espacio, en una misión de la empresa SpaceX, fue enviado el segundo satélite colombiano de la Fuerza Aérea que lleva por nombre FAC SAT2 Chiribiquete. El histórico momento para el país se hizo en alianza con Ecopetrol y los ministerios de Ciencia y de Defensa.
El FAC SAT2 Chiribiquete despegó en la mañana del sábado 15 de abril desde la base de fuerza espacial de Vandenberg en California, Estados Unidos.
Técnicos colombianos hicieron parte del proceso de construcción del satélite, un gran proyecto que tiene como tareas:
Identificar cambios en el terreno, como la deforestación, los ecosistemas y emisiones de gases de efecto invernadero.
El espectrómetro, un ARGUS 2000 de la empresa canadiense TOTH, cuenta con un software especial diseñado por técnicos de la Fuerza Aérea, con el que se podrán caracterizar fuentes de emisión y generar estrategias para la disminución de gases, que contribuyen al calentamiento global.
Esta fue una misión de la empresa SpaceX, que logró poner el satélite colombiano en el espacio.
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El astrofísico Juan Diego Soler explica que el satélite colombiano “tiene dos instrumentos. El primero es una cámara, como la de sus celulares, pero con una resolución mucho más alta. Es una cámara que mide siete bandas en luz visible. Solamente por referencia, los humanos vemos en tres bandas en luz visible”.
Es decir que el satélite colombiano tomará imágenes “en siete colores de la luz visible”.
“El segundo instrumento que tiene es un espectrógrafo, es decir, un instrumento que no solo toma fotos en una banda de colores, sino que va a ver muchas bandas de color que no pueden percibir los humanos en luz ultravioleta”, añade el experto.
Esto significa que “si usted tiene un incendio forestal que está emitiendo partículas o emisiones que están en la atmósfera y están absorbiendo ese tipo de luz, las va a ver muy bien”.
El satélite colombiano “tiene un interés práctico y es observar nuestro país desde el espacio”, afirma Soler.
Recalca que el lanzamiento del dispositivo fue un “esfuerzo grande de la Fuerza Aérea Colombiana”, ya que “en Colombia no existe un programa sostenible y estos instrumentos son comerciales, que se compran a empresas por fuera del país y se ponen en estos satélites tipo cubo, porque son relativamente pequeños, y después se lanzan con otras empresas internacionales que nos ayudan”.
“Nos hace falta esa parte que haga sostenible la exploración espacial y ver nuestro país desde afuera precisamente para ayudar a sus habitantes”, considera el experto sobre este hito del satélite colombiano.
Es importante mencionar que FACSAT-2 “Chibiriquete” es dos veces más grande que su antecesor (FACSAT-1) –que lleva ya 4 años y 3 meses en órbita– y cuenta con una mayor capacidad de carga útil; con esto llevará un espectrómetro que permitirá el monitoreo de gases de efecto invernadero, gracias a un convenio estratégico con Ecopetrol.
Las imágenes que emita el satélite serán más precisas gracias a la resolución de su cámara, de 5 metros por pixel, que permitirá usarlo en aplicaciones de cartografía, topografía e inteligencia estratégica.
Al igual que el FACSAT-1, “Chibiriquete” fue desarrollado en asocio con la empresa danesa GomSpace A/S y ya superó las fases de ensamble, integración interna, programación de software, el proceso de integración externa y las pruebas funcionales y ambientales.
La logística previa al lanzamiento se convino con la empresa alemana Exolaunch, que se encarga del transporte, integración al POD, integración al lanzador y gestión de seguros. El proceso fue coordinado desde Berlín, Alemania, por un equipo de la Fuerza Aérea encabezado por la teniente coronel Sonia Ruth Rincón Urbina, el general Carlos Silva y el coronel Néstor Cortés.