Gobierno suspende cese al fuego con disidencias de Iván Mordisco
Bogotá, 22 may (Prensa Latina) El presidente de Colombia, Gustavo Petro, suspendió hoy la tregua con el Estado Mayor Central, estructura no acogida al Acuerdo de Paz, tras el asesinato de cuatro menores indígenas.
«Se informa que el cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos de Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas» escribió el mandatario por medio de su cuenta en Twitter.
De acuerdo con las autoridades, los menores de la comunidad murui, reclutados forzosamente por miembros de ese grupo, fueron asesinados en los límites de los departamentos de Caquetá y Amazonas.
Petro calificó el hecho de «atroz» y señaló que «cuestiona la voluntad de construir un país en paz» y -remarcó- «no hay justificación alguna para esta clase de crímenes».
Tras la propuesta del mandatario de avanzar hacia la paz total en Colombia, el llamado Estado Mayor Central manifestó su interés para las conversaciones con el gobierno, las cuales se iniciarían este mes
El 31 de diciembre Petro declaró un cese al fuego bilateral con este grupo de disidentes y otras cuatro organizaciones armadas que operan en Colombia.
«Si el cese al fuego no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de la población, no tiene sentido persistir en ello», recalcó el jefe de Estado ante la actuación de esa estructura.
En el comunicado de la Casa de Nariño se señala que «estas actuaciones serán realizadas bajo el respeto de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. La decisión se hará efectiva en las próximas 72 horas», al tiempo que destaca que «Si el cese al fuego bilateral no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población, no tiene sentido persistir en ello.»
En otro acápite invita al Estado Mayor Central a “ratificar la participación de sus delegados en los mecanismos locales en los que sigue vigente el cese al fuego. Hemos constatado la distensión que se ha logrado en otros territorios donde opera el EMC-FARC por el respeto al cese al fuego y cómo se han evitado daños irreparables a la vida e integridad de los pobladores”
Y, finalmente señala que en las próximas horas dará a conocer los nombres de los integrantes de su delegación para la mesa de conversaciones de paz con ese Estado Mayor Central, “para iniciar de manera perentoria la fase de diálogos. Uno de los asuntos que proponemos abordar en la mesa de conversaciones será el fortalecimiento del cese de hostilidades con carácter territorial. La vida y las transformaciones con justicia social y ambiental es el contenido de la paz”
“El asesinato de 4 menores indígenas en Putumayo es un crimen atroz, una bofetada a la paz que violenta las bases del Derecho Internacional Humanitario. He convocado una reunión de seguridad extraordinaria para anunciar medidas frente a estos hechos”, anunció el Primer Mandatario a través de su cuenta de Twitter.
Asimismo, la oficina de prensa del Alto Comisionado para la Paz, expresó que el exterminio de los pueblos por las violencias armadas y la injusticia estructural debe parar.
“Nuestra solidaridad con las familias y comunidades de Luis Alberto Matías Capera, filial a la comunidad Samaritana del Resguardo Alto Predio Putumayo, quien junto a 3 jóvenes también del pueblo Murui, menores de edad, que se encontraban retenidos fueron asesinados en el departamento. Rechazamos enfáticamente esta conducta criminal del Frente Carolina Ramírez del EMC-Farc que desconoce el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y constituye un atentado a la paz”, se aseveró en el comunicado.
Liderado por ‘ Iván Mordisco’, el EMC hace parte de los grupos armados ilegales con los que Petro quiere negociar y acordar el desarme dentro de la llamada política de «Paz Total».
En abril esa facción rebelde se dijo preparada para iniciar las conversaciones en mayo, pero nunca se concretó las instalaciones de la mesa.
El 31 de diciembre Petro declaró un cese al fuego bilateral con este grupo de disidentes y otras cuatro de las principales estructuras armadas que operan en Colombia.
Sin embargo, ya son tres las treguas que se han caído: con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que se negó a cesar las hostilidades pese a tener conversaciones de paz con el gobierno desde noviembre, y con el cartel del Clan del Golfo, que atacó a la fuerza pública y a la población civil en medio de protestas de mineros de oro ilegales.
Reclutamiento infantil
El escrito señala que, de acuerdo con las convenciones y protocolos internacionales, el reclutamiento de menores es un crimen de guerra que afecta a los niños y niñas, también a sus familias y comunidades.
“De igual manera, el asesinato y el reclutamiento son mecanismos de exterminio de los pueblos originarios, por los cuales son hechos inexcusables. Así como también van en contra de la justicia social y ambiental tan anhelada para nuestro país. Propiciar el momento humanitario para cimentar la paz es prioritario para abrir la posibilidad de entablar diálogos formales que se desemboquen en una paz integral. Desconocer el claro del pueblo indígena y del pueblo putumayense en traicionar el propósito nacional de la paz y animar tiempos aciagos del autoritarismo. La población colombiana no tolera más sangre derramada. La exigencia a quienes persisten en la violencia es clara: es el momento de parar el conflicto armado y de dar paso a la construcción de la paz con justicia social y ambiental. Este crimen contra la humanidad en Putumayo es un llamado para que el Carolina Ramírez actúe en coherencia con las exigencias del DIH”, concluye el comunicado.
Carlos Garay, secretario de la Comisión de DDHH de Pueblos Indígenas, reveló detalles del momento exacto en el que los menores fueron asesinados.
De acuerdo con su relato, los niños se fugaron con el armamento que les entregaron al ser reclutados y le pidieron al cabildo que entregaran esas armas a los comandos de la zona. Los niños, tras dos días huyendo, le solicitaron a la comunidad que los sacaran rápido de ese sector hacia Bogotá.
“Mientras la comunidad recolectaba gasolina para movilizar a estos jóvenes, llegaron los grupos de la Carolina Ramírez y los masacraron delante de la comunidad”, detalló Garay.
Luego de que el presidente Gustavo Petro sostuviera en sus redes que lo sucedido es ‘una cachetada para la paz’; la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, se pronunció a través de Twitter.
“Rechazamos y condenamos el atroz asesinato de los 4 niños indígenas en Putumayo. Duele en el alma que niñas y niños paguen el costo de una guerra absurda. Seguimos trabajando de manera incansable por la Paz de Colombia. Estos hechos criminales no pueden quedar en impunidad”, indicó.
Por su parte, la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, arremetió contra el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) por “adoctrinar comunidades indígenas para seguir ejerciendo la Monarquía absolutista”.
“¿Ha dicho algo la CRIC? Mudos están. Mientras Petro le miente al mundo con el cuento de la “paz total”, los terroristas de las FARC ejecutan la masacre de 4 menores de edad, indígenas del pueblo Murui, víctimas del reclutamiento forzado”, cuestionó Cabal.