Frente a la delincuencia “abrazos, no balazos”
Hugo Acero Velásquez
Mauricio Vargas Linares publicó en El Tiempo un artículo que muestra el fracaso de la política de seguridad del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, que desde el primer día la definió como una política que tendría más zanahoria “abrazos”, que garrote “balazos”.
Hoy los resultados de esa política en contra de las organizaciones criminales, especialmente en contra de las mafias del narcotráfico son un fracaso.
“En cuatro años y medio de gobierno bajo López Obrador han sido registrados “54.000 homicidios más que en el mismo periodo de Enrique Peña Nieto, 75.000 más que Felipe Calderón y 112.000 más que Vicente Fox”, aseguró Sánchez Olmos”.
“Según la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana, preparada por el Inegi, entidad oficial del manejo de las estadísticas, 64,2 por ciento de la población mayor de 18 años considera “inseguro” vivir en su ciudad”.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, después del la liberación del hijo del Chapo Guzmán, sostuvo “Decidimos no continuar con la idea conservadora de la guerra contra el narco, (pues) esa estrategia belicista no solo trajo la violencia desde el poder público, sino que las propias instituciones de seguridad se convirtieron en protagonistas de esa violencia”.
“Más de 17.000 mujeres han sido asesinadas, aunque solo 4.000 de estos crímenes han sido catalogados como feminicidios, quizás por la lentitud e ineficiencia del aparato judicial”.
Frente a estos resultados, Mauricio Vargas sentencia “La lección parece clara: tenderles la mano a los grupos criminales y, al mismo tiempo, atarle las manos a la Fuerza Pública no conduce a reducir la violencia”.