sábado noviembre 16 de 2024

Lo de Petro va mal

09 junio, 2023 Opinión

Andrés Hoyos

A ver, señor columnista, ¿usted cree que el gobierno de Gustavo Petro va mal, como muchos aseguran por ahí? Hasta el domingo en la noche yo pensaba que no usaría esa palabra, pero entonces oí los vulgares audios que publicó Semana, protagonizados no se sabe bien cuándo por Benedetti y Laura Sarabia, y quedé patidifuso. Mal no va, va pésimo.

Es imposible ponerse en plan de zahorí a estas alturas, pues yo tampoco tengo ni idea de cómo va a evolucionar la crisis, aunque vaya que la voz de quien fuera el escudero de Petro en la costa caribe, si no en medio país, salpicando su discurso de groserías y afirmando con gran claridad, entre muchas barbaridades, que a la campaña llegaron platas non sanctas es escalofriante.

Son varias las cosas que habría que tener en cuenta. Una obvia es que si Petro sale, el poder queda en manos de Francia Márquez, una persona del todo incapacitada para ejercerlo y que conste que no le niego sus muchos méritos. Irónica que es la vida, pero la incapacidad evidente de Francia para ser presidenta se constituye en una suerte de seguro para el presidente, con al argumento de que es preferible malo, muy malo conocido, que alguien por conocer del todo impreparado para el cargo.

Pese a que la política en un país como Colombia es muy rara, uno sospecha que las reformas que adelanta el gobierno por ahora se detienen, mientras los altos dignatarios resuelven las implicaciones de los explosivos audios. Esto podría implicar que quedan como mínimo para el próximo semestre la reforma laboral, a la que ya dediqué una columna, y la de la salud. ¿Pasará esta última? Pronto se sabrá, si bien es en extremo dudoso. Por lo demás, la suma de votos no cuadra y eso antes de que el sacudón del domingo lo despelotara todo.

El margen de maniobra de Petro, ya reducido según la Paca Zuleta, ahora se acerca a su mínima expresión e implica que el presidente no se podrá sacar de la manga los peligrosos ases que lo vuelvan todo patas arriba, como todavía se temen algunos. Por si acaso, las locuras tipo Chávez se tienen que hacer al comienzo de los gobiernos, cuando la popularidad es alta y el crédito de un mandatario es muy amplio, no después de un escándalo inmenso semejante al del domingo. Así que vienen más frenazos, que pillan a Petro ya sin su ficha clave, Laura Sarabia, quien optó por enredarse en una misa negra con Armando Benedetti. Viejos aliados ambos para cosas nada claras, en una de esas aplicaron hacía adentro los métodos torcidos que aplicaban hacia afuera y entonces voló boñiga al zarzo.

Aseguran algunos bienpensantes que las grabaciones están manipuladas, solo porque la revista sacó ¡26 minutos! con lo más explosivo. Extractar material de algo más grande es una viejísima y legítima práctica periodística. Manipular sería poner a Benedetti a decir lo que no dijo y de eso no hay ningún indicio. Por lo demás, la reciente encuesta de Invamer ya hace parte del famoso “periódico de ayer” que mencionaba Héctor Lavoe. La aprobación del presidente era de la tercera parte, mientras que su desaprobación era de más de la mitad. ¿Hoy? De seguro los números se habrán acentuado mucho más.

Hay quien diga que al menos en el precio del dólar hay optimismo. Pues bien, para mí eso significa que la clara impotencia en la que está entrando el gobierno es buena noticia para los mercados.

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