miércoles diciembre 18 de 2024

Petro, más tuitero que Presidente

10 junio, 2023 Opinión Javier Borda Diaz

Javier Borda Díaz

Gustavo Francisco Petro Urrego no parece ser en Twitter el jefe de Estado de nuestro país sino un influenciador más. Escribe mal, pelea, informa, desinforma, opina todo el tiempo y provoca a la audiencia en un juego válido para ganar repercusión en redes sociales, pero no para quien se precia de ser el mesías de los colombianos.

No es una pequeñez que Petro cometa tantos errores de redacción u ortografía en sus tuits. No es esta una crítica de estética, sino de hacer respetar nuestro idioma. Él, que habla tanto de nuestros valores culturales y de la importancia de la educación, debería empezar por comunicar como un profesional. Y si no puede hacerlo, debería confiar algo en su equipo de Comunicaciones, cosa que evidentemente no hace.

Cuando todo el país estaba pendiente de su respuesta por las cochinadas que pudieron haber sucedido en su campaña presidencial, ante los audios filtrados de sus excompañeros Armando Benedetti y Laura Sarabia, Petro tuiteó una foto sonriente, acompañada del mensaje: “¿Intranquilos? !Que va!”. Además de ser ofensiva e irrespetuosa la publicación, si se sopesa la gravedad del caso, el mandatario se equivocó con los signos de admiración, algo intrascendente si se quiere, pero que sirve para confirmar que lo normal es que él escriba mal en el principal canal oficial de comunicación presidencial.

Su andanada de trinos diarios, la repercusión ciega que muchos medios y periodistas hacen de ellos y las peleas que se inventa hacen parte de la ‘estrategia’.

Los ejemplos de sus equivocaciones son demasiados. En los dos siguientes tuits que publicó leímos: “Continua la Discusión con la cúpula militar sobre los desarrollos hasta el momento de los diálogos con el ELN en Cuba”. Gustavo, en esa frase faltan las tildes en “Continúa” y en “diálogos”. Y en el siguiente tuit escribió: “Me reuno con.la Comisión Nacional de Disciplina Judicial sobre su fortalecimiento y papel en el derecho convencional”. Gustavo, le falta tilde en “reúno”. Gustavo, de verdad, así no daba ni para pasar la materia de Español en bachillerato.

Hace unos días, varios periodistas debatían en radio cómo saber si Petro escribía sus tuits o si lo hacía alguien de su equipo. La respuesta es muy fácil: ¡basta con encontrar los errores o sus frases inconexas para saber que los escribe él! Ya en el pasado tuiteó “grabar” en lugar de “gravar”, “eztracción” en vez de “extracción”, “cesión” en lugar de “sesión”, “Concejo de Estado” en lugar de “Consejo de Estado”, y “hechar” en lugar de “echar”. Esto último, en uno de esos abusivos y antidemocráticos tuits en los que le echa la culpa a la prensa de los males de su Gobierno. Como un influenciador suele hacer, Petro no reconoce sus errores, los esconde.

Así pasó con su mensaje en Twitter sobre la aparición de cuatro niños perdidos en la selva del Guaviare. La noticia no fue cierta, borró entonces el tuit y luego dijo: «El trino ni lo escribí. Se escribió por los mecanismos oficiales del Gobierno». Pero el hecho es que nadie se puede fiar de lo que Petro dice en Twitter. Y ojo que el Presidente entre sus habituales yerros también usó fotos falsas de hospitales para defender su reforma de la salud.

Las buenas prácticas hay que recordarlas. Barack Obama, mago de las redes sociales, firmaba los tuits que escribía directamente. Escribía al final «-BO» y listo, la gente quedaba así enterada de su autoría. Con ello, se diferenciaba lo que publicaba él frente a lo que comunicaba su equipo, lo cual les daba aún mayor seriedad y credibilidad a sus mensajes.

En change.org, plataforma para hacer peticiones y activismo online, hay una solicitud que cuenta con más de 110.000 firmas para que Twitter cierre la cuenta de Petro. Algunos sueñan con que Petro deje de tuitear, pero ese no es el camino certero. Twitter es el debate público y está al alcance de todos. Es bienvenido.

¿Podría usarlo mejor y para el bien de todo el país? ¡Sin duda! Sin embargo, su andanada de trinos diarios, la repercusión ciega que muchos medios y periodistas hacen de ellos y las peleas que se inventa hacen parte de la ‘estrategia’. Petro lo sabe y seguramente no va a corregir nada, así que al menos consolémonos con haber conocido parte de lo malo que puede hacer.

JABIER BORDA@javieraborda

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