Buenaventura: Puerto castigo
Hugo Acero Velásquez
Buenaventura se ha convertido en un lugar donde las instituciones envían a los malos empleados.
Los problemas de violencia y delincuencia de Buenaventura no se arreglan con acciones coyunturales como la militarización, mandando policías de investigaciones ni logrando que ‘Shottas’, ‘ Espartanos’, ‘Jalisco Nueva Generación’ y ‘los Chiquitos’, en el marco de la paz total, no se sigan matando; tampoco, pagándoles a los miembros de estas organizaciones criminales para que no maten.
Las soluciones de fondo, además de planes de inversión social y acciones integrales de Estado para enfrentar los graves problemas de violencia y delincuencia en el inmediato, mediano y largo plazo, con la participación de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, la Fiscalía y demás instituciones de la Rama Judicial, pasan por contar con servidores públicos locales y nacionales profesionales, trasparentes y motivados para solucionar los problemas por los que está pasando Buenaventura y proy
ectar su desarrollo y bienestar sostenible.
Buenaventura, así como otros municipios y territorios de Colombia, se ha convertido en un lugar donde distintas instituciones públicas envían a aquellos empleados que sus jefes consideran “malos, ineficientes, corruptos” o para deshacerse de los que no son de su agrado, puestos de “trabajo castigo”.
Instituciones nacionales como el Inpec, la Fiscalía, las Fuerzas Militares, la Policía, el ICBF, entre otras, han convertido a Buenaventura en el lugar de castigo, donde los funcionarios no quisieran trabajar y donde son pocas las motivaciones para permanecer y dar buenos resultados.
Qué bueno sería que, frente a los problemas de violencia y delincuencia de Buenaventura, las instituciones nacionales nombraran a los mejores servidores públicos.
En gran medida, los bajos resultados operacionales en materia de seguridad y justicia en este municipio se deben a que los funcionarios no tienen ni sienten la adecuada motivación para hacer su trabajo como corresponde, porque fueron trasladados por castigo y no como una oportunidad para demostrar que son capaces de trasformar la realidad de violencia y delincuencia que vive el puerto.
Esto mismo sucede a nivel local, en muchas instituciones de desarrollo social, como es el caso de la educación, donde los mejores docentes son asignados a los planteles donde hay menos problemas, mientras que en los colegios y escuelas de áreas marginales de la ciudad, que tienen muchas falencias de calidad y calidez, generalmente envían a los profesores menor calificados o que no cuentan con una recomendación política o sindical para evitar el traslado.
Al contrario de esta costumbre, hace algunos años, en Santiago de Chile la Policía de Carabineros planeaba y ejecutaba intervenciones en sitios de alta violencia y delincuencia, donde esta institución y las demás de seguridad y justicia no podían ingresar y menos permanecer. Para recuperar estos territorios, dentro del proceso de planeación y dada la complejidad de los problemas que se tenían que enfrentar, fueron seleccionados los mejores policías, con las mejores calificaciones, hoja de vida y sin ningún llamado de atención, especialmente en materia de derechos humanos.
Esta selección supuso los mejores recursos humanos y técnicos, concentración de esfuerzos, ocho horas de trabajo, atención social y sicológica permanente a todos los policías, y la decisión de que trabajarían por un año mientras recuperaban la seguridad de esos territorios, y luego serían remplazados por otros buenos policías para sostener y profundizar los logros.
Esta experiencia, con buenos resultados de recuperación de la seguridad, que puede ser replicada en otros campos, debería ser la regla antes que la excepción si se quiere trasformar de raíz muchos de los problemas de marginalidad, violencia y delincuencia que tiene el país.
Qué bueno sería que, frente a los problemas de violencia y delincuencia de Buenaventura, las instituciones nacionales nombraran a los mejores servidores públicos, pero además que estos funcionarios contaran con los mejores equipos y con buena motivación y reconocimientos. De esta manera se obtendrían mejores resultados.