martes diciembre 17 de 2024

Ganar no es lo único 

Esteban Jaramillo Osorio

A pesar de la derrota final, Colombia respondió a las expectativas en el mundial.

Elevó la temperatura de los aficionados, especialmente los madrugadores, justificó el optimismo y reafirmó la evolución que en los últimos años se ha apreciado. Va paso a paso en su progreso…Pasos agigantados porque tiene un plus: garra con técnica al jugar.

Daniela Montoya, Linda Caicedo y Carolina Usme

Cumplió su tarea y enseñó otras formas de ver el futbol, con artistas sin vanidades, sin subordinarse al ego o al dinero, reclamando aplausos y brindando emociones. Todo tan genuino, tan natural.

Sin pizarrones retóricos o adiestradores posudos.  Respondiendo con simpleza a los principios del futbol como juego, como fiesta y diversión.

No fue labor menor la de dominar a sus rivales, en el más alto nivel; controlar las presiones, incrementar seguidores, desmarcarse de los prejuicios y derrotar al machismo, de conceptos arraigados al paso de los años.

La femenina fue un «destrabe», una redención, una proclama de libertad. Fue una victoria real y no simbólica.

Ganar no es lo único. Es creer en lo que se hace, con motor para las ideas, que tantas veces salieron del interior del equipo, porque siempre se jugó con cuerpo y alma y obsesión por triunfar.

De allí la relevancia del impacto logrado. Por eso, en sentido figurado, cada gol de estas mujeres vale el doble o el triple por el esfuerzo, por el sufrimiento, por las adversidades superadas.

Romántico que soy, siempre lo he declarado, me recreé con los arrebatos con destreza de Linda, llenos de alegría, típica de nuestros bailes, gambeteando a las rivales con cadencia y velocidad.

También con la mística fortaleza de Mayra Ramírez, el más típico producto de nuestra tierra, deshaciéndose de defensoras rudas, confrontando con un motor invisible, que llega de su corazón. Lo digo siempre: así es nuestro país.

Lo mismo la pasión de defensores y mediocampistas y la fortaleza que transmite Cata Arias desde su portería.

Mucho queda por mejorar, desde la técnica, la estrategia y los trabajos colectivos con el balón, que deben relevar, en parte, la individualidad. Con énfasis, por su influencia, en el juego mental.

Triunfos o fracasos no son solo hechos marcados, sino las sensaciones producidas.! ¡Que momentos vivimos! Es pregonar sin soberbia… aprender con humildad.

El mejor partido en Australia, no fue contra Alemania y tampoco el de la despedida ante Inglaterra; será el próximo, en las citas venideras, cuando la obligación sea reafirmar los progresos y consolidar un proceso, desde los escritorios de dirigentes o desde las canchas en la competencia.

Jugaron con naturalidad y espontaneidad las futbolistas superpoderosas.  Avanzaron contra pronósticos, con ganas y talento, lo que el público reconoce con su creciente apoyo.

Perdieron los gobernantes que ya preparaban su llegada con paracaídas al vagón del triunfo, a robar protagonismo. Ganaron las futbolistas, por la tarea cumplida.

El futbol femenino no tiene marcha atrás. Esteban J.

Esteban Jaramillo Osorio

Twitter: @estejaramillo

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