Mi padrinito y amigo, Don  David  Cañón Cortés

Fabio Becerra Ruiz y David Cañón Cortes

Fabio Becerra Ruiz

Bogotá, 15 octubre, 2023_RAM_Empezaba la década  de los sesenta, iniciándome yo en las lides de la radio como locutor de noticias en una pequeña emisora denominada Nuevo Continente, afiliada a RCN, propiedad del entonces también novato radiodifusor Efraín Páez  Espitia, cuando al ir a grabar una identificación a la  famosa emisora Nueva Granada  matriz de RCN, conocí casualmente al paisano boyacense  DAVID CAÑÓN CORTÉS, quien ya traía  experiencia radial de varias emisoras, y con quien simpatizamos de inmediato, al punto que establecimos contacto permanente, y él se propuso llevarme a trabajar a Radio Cadena Nacional -RCN-, y utilizando sus influencias, me hizo incluir como coordinador los domingos  en las tardes deportivas,  convirtiéndose desde entonces en mi mecenas, mi patrocinador, mi promotor y mi amigo, y de quien recibí consejos y recomendaciones para la lectura de noticias, ya que me insistía que leyera cables internacionales  con el fin de que me oyeran los directivos de RCN, pues se hallaba empeñado en ayudarme a ingresar a  esa empresa a como diera lugar.

Fabio Becerra Ruiz, David Cañón Cortés, Alberto Piedrahíta Pacheco(qepd) y Hernando Vidales(qepd) .

La situación se presentó pocos meses después con el retiro del famoso locutor Hernán Castrillón Restrepo, quien  leía el informativo institucional de la cadena RCN llamado  “Actualidades RCN” y se desvinculó para dedicarse a la televisión, ante lo cual el nuevo Director General de RCN Alfaro Cadavid Macías al llegar a desempeñar su cargo en Bogotá, preguntó quién era el muchacho que leía noticias los domingos, y su asistente Cecilia Granados, hoy famosa artista, cotizada pintora, escultora,  y docente, le informó que era un amigo de David Cañón, haciéndome llamar de inmediato para ofrecerme la lectura de ese informativo, desde el cual hice el ingreso a las grandes ligas de la radio.

Con RCN llegué a hacerme conocer en todo el país, gracias a quien después fué mi padrino de matrimonio, y el amigo más leal y sencillo que quizá he conocido en los largos años que me desempeñé en los medios de comunicación, y  cuya deferencia y calidad humana me sigue sorprendiendo  casi sesenta años después de haberlo conocido, y de haber  disfrutado de su amistad,  y la de su querida esposa mi madrinita  Cecilia, sus  hijos y nietos.

David Cañón Cortes

Un detalle que recuerdo de nuestra amistad, el aprecio y la excelente calidad humana de quien ha sido mi “padrinito David” en la radio y en la vida real, ocurrió hace bastantes años en que, tomándonos unos tragos en su casa, al momento de irme le pregunté que para qué tenía dos carros Volkswagen escarabajo, mientras yo necesitaba uno de ellos, y él generosamente me dijo de inmediato que me llevara cualquiera de los dos, y después lo negociábamos.

Escogí  sin dudarlo un instante, un bello escarabajo con rines deportivos especiales, de color amarillo y en perfecto estado, que había pertenecido a nuestro mutuo amigo Juan Harvey Caycedo, y decidí preguntarle cuánto costaba, y me dijo le pusiera yo precio, para finalmente convenir  amigablemente antes de irme, una suma determinada, y esa misma noche me lo llevé, sin pactar  siquiera ni cuándo ni de qué manera se lo pagaría.

Unos meses después, le dije en son de broma otra noche de tragos, que ese carro estaba como medio caro, y me preguntó qué quería hacer, ante lo cual le pedí que me rebajara una alguna suma, a lo cual “mi padrinito David” accedió de inmediato, preguntándome que al menos le dijera cuándo pensaba pagárselo.

Fabio Becerra Ruiiz

Sin titubear le manifesté además  que por qué no me recibía un piano que había yo comprado en un pueblo de Boyacá, y “mi padrinito David” sonriendo aceptó recibírmelo como parte de pago, y hoy aún lo conserva en su casa de Tabio, ante lo cual  y por física vergüenza,  a los pocos días no me quedó otra alternativa que conseguir la plata y pagárselo cuánto antes, carro que destruí  con pérdida total, en aparatoso accidente afortunadamente sin consecuencias,  con el recordado amigo  economista, abogado, y excelente lector de noticias Edwin Paz García, cuando íbamos a Paipa a verme con la que hoy es mi esposa y madre de mis dos hijas menores.

Ése es mi “Padrinito David”,  un hombre de  excepcional calidad humana, de desprendimiento y amistad sin límites, y de quien me siento orgulloso de su deferencia conmigo, en los largos años de nuestra sincera amistad y mutuo aprecio, y a quien le deseo junto a su esposa,   hijos, y nietos, permanente bienestar  familiar y salud, que es lo que nos importa a estas horas del partido…