¿Dónde está la bolita?
Octavio Quintero
El Gobierno del Cambio determinó un incremento del 12.01 % en el valor de la UPC (Unidad de pago por capitación), que girará a las EPS para la sostenibilidad del sistema de salud este año.
La ACEMI, entidad vocera de las EPS, dice que “La UPC aprobada para 2024 es insuficiente, profundiza la crisis del Sistema de Salud y lo hace inviable financieramente”.
La oposición política, y la misma ACEMI, sugieren que es una actitud preconcebida del GnoPetro para, en medio de la crisis, justificar su reforma, que entra a debate en el Senado.
Es pertinente recordar que la UPC se calcula, al principio de año, sobre los costos reportados por las propias EPS. De las 23 que sobreviven, solo 4 reportaron datos consistentes, avalados por certificado de revisor fiscal profesional. ¿Cuáles fueron las fallas de las 19 restantes? El Gobierno no ha dicho, ni ACEMI.
El dato hace caer la sugerencia de mala fe en el Gobierno que pregonan. Más bien, es absolutamente grave que tan pocas hayan cumplido con la norma contable…
“¿Cómo es posible que entidades que manejan recursos públicos no puedan soportar su manejo con información contable confiable?”, se pregunta la exministra de Salud, Carolina Corcho, cuya cabeza rodó hace seis meses en medio del fragor del debate… Y agrega otro dato que indica que conoce por dentro el intríngulis: … Las 4 EPS que cumplieron la norma, solo pudieron sustentar un incremento en la UPC del 6,7 % . Luego el Gobierno del Cambio se pasó de generoso al incrementar casi el doble (12,01 %).
En la misma onda se pronunció el técnico, Vicente Calvo, que ha desarrollado en los últimos meses una cantidad de información contable, basado en balances de las EPS, que lo llevaron a asegurar que en el camino del manejo de las Reservas Técnicas, hay embolatados 12 billones de pesos. Vale decir: no es legaña de mico; es moco de elefante.
El veedor social ha sido tratado de mentiroso, pero sus conclusiones contables permanecen incólumes técnicamente. Reciente, un análisis seudoforence de la Superintendencia de Salud, avaló los datos de Calvo.
Ni las EPS, ni ACEMI, y menos la oposición política y legislativa a la reforma, han podido desmontar el oscuro manejo de los recursos públicos destinados por el Estado a la salud de colombianos: cerca de 85 billones de pesos anuales.
Pero la prensa sigue dando palique a la supuesta mala fe del Gobierno… Los datos, no rectificados, pueden demostrar, más bien, que la mala fe es de la prensa… y tiene su razón de ser:
Los medios y la publicidad caminan par y paso: donde esté el anuncio, de su lado están… Las EPS, son buena fuente publicitaria, y además, destina millonadas a financiar partidos y movimientos políticos de derecha y centro, y sus prosélitos, individualmente. Eso también cuenta a la hora de informar, bien por autocensura o bien por amable sugerencia del dueño del aviso.