Jarabe para la tos fue retirado del mercado porque estaba contaminado
Bogotá, 28 enero, 2024_RAM_Bastante preocupación ha generado el anuncio de las autoridades sanitarias de retirar ciertos lotes de un popular jarabe para la tos debido a una «contaminación microbiana».
Este fin de semana la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitió una comunicación urgente informando sobre la retirada voluntaria de ciertos lotes del popular jarabe para la tos Robitussin Honey. La medida se tomó debido a la detección de contaminación microbiana, lo que podría resultar en serias reacciones adversas, especialmente en individuos con sistemas inmunitarios comprometidos.
La compañía fabricante ha identificado ocho lotes afectados distribuidos en diversas cadenas de farmacias y tiendas a nivel nacional. Estos lotes tienen fechas de caducidad comprendidas entre octubre de 2025 y junio de 2026. La contaminación microbiana encontrada en estos lotes ha generado preocupaciones sobre la seguridad del producto y su potencial impacto en la salud de los consumidores.
La FDA instó encarecidamente a todas las personas que hayan adquirido las variantes diurna o nocturna de Robitussin Honey CF Max para adultos a cesar su uso de inmediato. La empresa fabricante ha proporcionado instrucciones detalladas sobre cómo devolver el producto a los distribuidores correspondientes.
La FDA advierte que el consumo de estos lotes contaminados puede tener consecuencias graves, por lo que se recomienda a los consumidores ser especialmente cautelosos si poseen botellas de Robitussin Honey con fechas de caducidad dentro del rango afectado.
Para informar cualquier problema relacionado con el consumo de este jarabe, se insta a los consumidores a utilizar el sistema MedWatch Adverse Event Reporting de la FDA. Además, se puede contactar directamente con el fabricante a través del número de atención al cliente +1-800-245-1040.
Es fundamental que aquellos que hayan adquirido el producto verifiquen las fechas de caducidad y los números de lote para asegurarse de no estar utilizando un producto afectado. La seguridad de los consumidores es la máxima prioridad, y la FDA está trabajando en estrecha colaboración con la empresa fabricante para abordar esta situación de manera efectiva y proteger la salud pública.