jueves octubre 17 de 2024

El Ojo del Halkón Todo esta al revés

Por Rubén Darío Mejía Sánchez

Ya en Colombia no se puede hablar de semanas tranquilas porque siempre habrá un escándalo, puede ser político, económico o social y en la semana que terminó el escándalo tuvo que ver con la determinación del Consejo Nacional Electoral CNE, con relación a la determinación de abrir investigación por los topes en la campaña del hoy presidente Gustavo Petro.

Fue el acabose, fue el de romperse las vestiduras y el Presidente salió a decir que era un golpe contra la democracia y deseos de sacarlo de la Casa de Nariño, olvidándose que al Presidente de la República no se le puede sacar tan fácil y sobre todo cuando ha sido elegido popularmente; y que en lo que tiene que ver con los topes de las campañas, se adelantan las investigaciones y de haber algo inconsistente se presentarán algunas sanciones que son de tipo económico pero de ahí la cosa no pasa a más.

No sé qué es lo que le está pasando al señor presidente Gustavo Petro si es que quiere comenzar a figurar desde ya para cuando comience la COP16. Espero que no, porque debemos de recordar que la imagen número uno debe ser la del país en la celebración de uno de los eventos ambientales más importantes en el mundo y que tiene como sede la ciudad de Cali, una ciudad cívica y que ha acogido con amor, con trabajo y con responsabilidad el gran evento que tendrá lugar a partir de mediados de este mes hasta el mes de noviembre.

Señor Presidente, no hagamos un gran escándalo en un vaso de agua y mejor a trabajar y a cumplir con cada una de las cosas que se deben de buscar para solucionar los problemas que tiene el país. El viernes pasado le tocó al Jefe del Estado suspender todas sus actividades, según parte médico, porque estaba con una gripa que para otros la interpretación sería estrés.

De los que iban a hacer las manifestaciones y las protestas, los gritos en las calles y mucho más y hasta los desórdenes que se podían haber presentado para apoyar la actividad del presidente, hay muchas cosas para apoyar al Presidente, pero si se hacen realmente las obras y se le da soluciones a los problemas que tiene el país en este momento son muchos.

Buena la reunión del Presidente con el alcalde de Bogotá sobre el problema del agua, que tiene a la Capital de la República en medio de un razonamiento que ya tiene cansada a la ciudadanía y que no tiene solución a la vista, porque ya se han acabado las fuentes de agua que son las que le dan el agua potable sin poner en riesgo a la ciudadanía en general.

Otra de las noticias de esta semana, fue que Colombia perdió el invicto ante Bolivia, un invicto que debía de haberse perdido de un momento a otro, porque nadie es infalible y todo el mundo comete errores; no se justifica que haya perdido en altura, no justificamos los errores, pero errar es de humanos y deben continuar adelante y el trabajo que ha hecho la Selección es bueno, a pesar de los comentarios que hacen algunos de los colegas deportivos que se creen más técnicos que los mismos técnicos y tener la última palabra.

La salida de un periodista de cualquier medio de comunicación no es bueno para el gremio porque le resta importancia ante la audiencia nacional e internacional, pero cuando se cometen los errores hay que pagarlos y eso fue lo que le pasó a Luis Carlos Vélez, que se puso a hablar en contra de la COP16, un evento de gran envergadura a nivel internacional y de gran importancia para el mundo en estos momentos, pero como decía mi mamá, por dárselas de gracioso y de importante se le fueron las luces. Salió a defenderlo su papá Carlos Antonio Velez, un hombre que sabe de fútbol pero que se ha creído que es el mejor comentarista en Colombia, que tiene la última palabra y que su deporte favorito es destrozar a la Selección Colombia, porque como decía en una oportunidad sacando pecho: “varios técnicos me piden conceptos y yo se los doy”. Ahora Carlos Antonio también dice que se va, no nos alegramos por la salida de los dos colegas pero se van quemando etapas y el mundo sigue adelante.

Lo que está sucediendo con Israel y Palestina no tiene nombre. No tiene nombre simplemente porque no debemos de vivir de la guerra y del deporte de matarnos los unos a los otros; buscar soluciones sería lo mejor y buscar que este mundo que anda tan convulsionado pueda encontrar soluciones y podamos vivir en paz como hermanos, los unos con los otros, sin importar la nacionalidad, los partidos políticos, las creencias religiosas y el género, solamente saber que somos habitantes de un bello planeta que estamos terminando y que se llama Tierra.

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