La Falta de oxígeno ahogo a Colombia
Por Rufino Acosta Rodríguez
Pesó la altura, sin duda, porque la falta de oxígeno ahogó a Colombia y le quitó las ideas, la potencia y la eficacia.
Bolivia ya no es la cenicienta, tiene equipo y sabe aprovechar las ventajas de la geografía.
La expulsión de Cuéllar, a los 20 minutos, podría haber marcado otro rumbo para el partido, pero Colombia nunca hizo valer la diferencia de la ventaja numérica y Bolivia supo manejar la situación con inteligencia.
De no ser por el portero Camilo Vargas, Colombia se hubiera ido en desventaja desde el primer tiempo.
Pero Bolivia tendría que agradecer los desperdicios de Córdoba, quien sucedió a Martínez y tuvo una tarde para olvidar.
Colombia también se vio afectada por la lesión de Roger Martínez, quien venía realizando una buena actuación y se movía sin mayores problemas en los 4.150 metros de El Alto.
El atacante bolivarense se retiró del campo a los 23 minutos. Habrá que esperar para ver el alcance de su problema.
El gol boliviano sobrevino después de un saque de banda por el sector derecho. Robson Matheus se la filtró al fogoso Miguel Terceros, de 20 años, quien entró como rayo y superó la débil marca de Lucumí y Ditta, los dos centrales, antes de soltar un zurdazo violento al ángulo superior derecho que hacía inútil cualquier esfuerzo de Vargas.
La jugada fue sorpresiva, pero castiga primero a Lucumí por su pasividad para marcar a Terceros, quien le repitió el amague a Ditta y solto el riflazo. Es posible que ambos defensas ya acusaran el mareo.
Otro implicado sería el marcador izquierdo, Borja, a quien se le había olvidado que tenía que retroceder para volver a su plaza. Dejó un callejón.
Colombia movió sus líneas con los relevos de Díaz, Uribe, Castaño y Arias, sin que Cucho Hernández, Asprilla, Ríos o Lerma hicieran mayor diferencia.
James Rodríguez jugó todo el encuentro y fue escaso su aporte. Al final no podía con su alma. El técnico lo dejó terminar.
Con todo y las falencias, hubo oportunidades para llegar por lo menos al empate. Solo que Córdoba no estaba en Rusia ni Ríos en Palmeiras.
Derrota apretada pero justo triunfo para Bolivia, que, como nunca había sucedido, ajusta tres victorias consecutivas y se mete en la pelea por la clasificación. En la cima se si siente a sus anchas.
Colombia tendrá que olvidarse rápido del soroche y de la pérdida del invicto, para tratar de retomar el camino el martes 15 en Barranquilla ante Chile. Lorenzo hará sus evaluaciones de rigor y sabrá tomar las decisiones que estime apropiadas. La vida sigue.