jueves marzo 27 de 2025

El centro vive, señor presidente

Por Augusto León Restrepo

Los de Centro, firmes. Aquí estamos y aquí nos quedamos. Una aclaración, cuya pertinencia me parece necesaria: quien ésto escribe, anduvo en la política, del Partido Conservador, para concretar. En su representación ocupó varios cargos en la admiración  del Departamento de Caldas y fue electo como suplente a la Cámara de Representantes en 1990 y revocado por la Constitución de 1991.

Como 22 años después, en 2013, los conservadores y liberales, presididos en ese entonces a nivel nacional por Omar Yepes Alzate y Simón Gaviria Muñoz, y otros sectores, lo postularon para Gobernador de su departamento, empeño en la cual lo derrotaron.  Hacia los años setenta y parte de los ochenta del siglo anterior inmediato, fue Director del Diario La Patria, orientado por el Dr. José Restrepo Restrepo y después, Director del quincenario El Editorial, vocero del sector político del varias veces presidente del Conservatismo, Dr. Omar Yepes Alzate. Y siempre  creyó en el Centro del espectro político. A veces del Centro-derecha; pocas veces, del Centro- izquierda. Y, como nó, del Centro- centro. Me ha parecido, que el Partido Conservador, debe identificarse con el Centro. Si la ideología existiera, la doctrina, uno de sus ejes sería el de ser ser centrista. Pero la colectividad azul no va a correr el riesgo de que la tilden de tibia, de amarilla, de moderada. Y se tira a la derecha.

Y ésto, de contarles a los lectores, asuntos biográficos antiperiodísticos, como a que viene. Pues a que  enviaron a mi whatsapp,  una grabación en la que  el Presidente Gustavo Petro expresa, textual, que»el autodenominado Centro, es extrema derecha». Lo dijo en el último consejo de gobierno televisado, y siguió como si nada su perorata, más cerca de las estrellas y del mundo sideral, que del Catatumbo y de El Plateado, por decir algo.  Ante ésta aseveración, creí que se descapotarían las bodegas centristas, pero nada. Esperé hasta hoy lunes y busqué reacciones en los medios y solo encontré una voz. La del Representante antioqueño Daniel Carvalho quien se vino con ésta carga, para responder al Presidente: «Es irresponsable que todo un presidente degrade de esa manera el debate político usando esas afirmaciones ligeras, peligrosas y faltas de sentido». Y pues sí. El centro no es la derecha. Pero podría serlo. Ojo. Y la responsable sería la izquierda bochinchera e incapaz de gobernar sin apelar a las descalificaciones y los denuestos contra los oponentes.

El Centro está vivo. Usted, quien lee estos párrafos, puede hacer su propio catálogo de claves centristas. Que es de Centro, porque propende los acuerdos sobre lo fundamental. Porque le parece que la estética no riñe con la política. Porque defiende la democracia liberal, la de del hemisferio occidental. Porque es conciliador. Porque está mamado de las disensiones pasionales. Porque pide que se enmienden los errores y se edifique sobre los aciertos. Porque no admite que se rompan las relaciones familiares o las amistades, por política. Porque le parecen nefastas las prédicas del capitalismo o del neoliberalismo materialista, tanto como las de las dictaduras del proletariado. Porque tiene de presente que en lo social no se trata de que los ricos sean menos ricos sino  de que los pobres sean menos pobres, como predicó un Papa. Porque prefiere y defiende la democracia institucional por oposición a la montonera populista, desbordada y anárquica.  Que la Vida es sagrada. Y que hay que anhelar un país en que quepamos todos. La ristra ya no cabe, en tan corto espacio.

Nada se gana Presidente, pensando con el deseo. Ni a que si se cristaliza su viejo anhelo de que el Centro se extinga por la división  de la sociedad colombiana, a que usted ha jugado, tal logro lo favorezca. El Centro no va a desaparecer. Por el contrario. Tiende a ser un imperativo categórico, en la sobreviniente campaña por el poder. Para la que estamos dispuestos a figurar con éxito, si es que los centristas nos ponemos de acuerdo en quién identifique y concrete la convivencia, la tolerancia, el respeto por todas las creencias e ideas, sin posiciones caudillistas . Si no existiera el Centro, habría que crearlo. Es el antídoto recomendado para el venenoso ambiente que respiramos, conocido con el nombre de polarización. El Abogado manizaleño Diego Ramírez Lema, me lo ha recordado: » el agudice  de la polarización acelerará el proceso de la autodisolución nacional». El Centro vive, Señor Presidente…

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