Le llegó la hora a Europa
Andrés Hoyos
La historia de Europa en los últimos 300 años ha sido muy accidentada, como no podía menos que serlo. España perdió su imperio, Napoleón subió y bajó, Inglaterra subió y bajó, Alemania fue protagonista de dos guerras mundiales, catastróficas ambas, y desde 1945 el paraguas de la OTAN y de Estados Unidos hicieron que estos países se desentendieran un poco de su devenir internacional, hasta que llego Mr. Trump. Todavía no se sabe adónde conducirá el desembarco de este gran payaso, pero por lo que se ha ido viendo el destino no luce nada prometedor.
En la Unión Europea son 27 países, aunque a la cabeza hay dos o tres: Alemania, Francia y, pese a no hacer parte de la unión, Gran Bretaña. Apenas un pelín detrás están Italia, Holanda, España, Bélgica, Dinamarca y los países escandinavos, algunos recién adheridos. También son importantes los países más al este, digamos Polonia, quienes están más cercanos a Rusia, así algunos, como la Hungría de Orban, se muestren remolones.
Tal parece que el dinero no va a ser un obstáculo, aunque haya que tasarlo y responder por su gasto. Ursula von der Leyen, la presidenta alemana de la Comisión Europea hizo aprobar un gasto de 800.000 millones de euros nuevos en temas de defensa en cinco años, mediante procedimientos expeditos o de emergencia, algo que minimiza la novedosa parsimonia de Trump y el gobierno americano. El plan se llama RearmEurope, en inglés. Por su parte, el fondo de inversión de Noruega, un país no miembro de la UE, se propone aportar mucho a Ucrania, ya sea como préstamo blando o pagable al final de la invasión, ya sea como donación parcial o total. Están, además, los 300 mil millones de dólares en activos rusos intervenidos, que si la cosa se pone color de hormiga podrían ser utilizados en favor de Ucrania.
Muchos han dicho, siguiendo una propuesta de Zelenski, que urge la conformación de un ejército paneuropeo. Pese a que no luce fácil, tampoco es opcional. Será apenas cuestión de tiempo. Según esta noticia, irán llegando soldados europeos a Ucrania, sí o sí. Sobra decir que la propia Ucrania sería una parte esencial de este ejército, tomando en cuenta que tras tres años de combatir con éxito la invasión rusa, ellos tienen la experiencia y el recorrido que a la mayoría de los europeos les hacen falta a la hora de parar a Putin con éxito. Dicho todo de otra forma, en Europa ya entendieron con mediana claridad que de ningún modo pueden darse el lujo de dejar que Putin se salga con la suya.
En síntesis, ¿puede Europa hacer frente al pesado y sangriento reto de hoy? La respuesta es sencilla: TIENE que poder. Tres cumbres en una semana, dos presenciales y una virtual, indican el grado de preocupación de los mandatarios del Viejo Mundo. Muchos observadores en el ancho mundo todavía dudan de la solvencia de los europeos y a la larga las dudas se justifican. Por si las moscas, Rusia se sigue armando de manera muy agresiva. Está por verse si Putin se siente amenazado. Por ahora parece que no.
Circula información según la cual Ucrania fue traicionada por los americanos en la reciente contraofensiva en Kurks. Grave. En contraste, Trump por lo menos amenazó a Rusia con aranceles y otras medidas punitivas, de alcance limitado. Algo es algo.
Asuntos todos que en el mejor de los casos dan tiempo a Europa de organizar lo suyo. La comparación del presente con la época de los nazis, digamos 1939, es favorable a hoy porque la maquinaria nazi era mucho más eficaz que la rusa de Putin. En fin, no se le puede quitar el ojo a esta encrucijada crucial.