Mi vida es un Corrido: Alirio Castillo 30 años de la producción musical de Corridos Prohibidos
Bogotá, marzo_ 2025_ RAM _Después de 17 años de presentar con el profesor Carlos Balbuena el cartel de los corridos prohibidos, sentí la necesidad de escribir yo mismo la historia de mi vida y luego irla musicalizando capítulo a capítulo como una historia de vida real contada por su propio autor.
Con el libro anterior aprendí de un escritor verdadero cómo hacerlo, la única diferencia es que Carlos Balbuena Esteban estudió toda su vida para educar, esa era su pasión y la mía es aprender y practicar, él era académico y yo escasamente cursé cuarto de primaria, lo demás fue universidad de la vida, por ello me siento orgulloso de lo que he construido. Con la anterior nota, Alirio Castillo presenta su libro con evidencias desde muy dentro de si.
Alirio Castillo según el licenciado en letras de la universidad Central de Caracas Carlos Valbuena es por antigüedad e importancia el primer productor y promotor colombiano de música norteña, un género musical cuyo vertiginoso crecimiento y particular aceptación en Colombia merecerían una atención más detallada por parte de los sociólogos y estudiosos de la cultura pues suelen ver en el tema con gringolas agachándose por supuesta subordinación a los intereses del narcotráfico y la violencia social.
Si bien es cierto que el núcleo duro de la música norteña está constituida en los narco corridos, corridos como temáticas de los fabricantes y consumidores de música, el género comprende otros ingredientes musicales, temáticos y hasta de carácter ritual que han permitido hacer de sí mismo un espacio creciente de la diversión sin banalizar sus contenidos, sin limar su aguda noticiera. Lejos de ser una mercancía subsidiada de la guerra y del narcotráfico, los corridos prohibidos son un agudo reflejo de los temas y actos atroces que agobian a la población, una comunicación activa que se origina cantando y bailando pero que reproduce mucho en materia para la reflexión colectiva más allá de los espacios de diversión por todos los estratos sociales a lo ancho y largo de la geografía colombiana.
Es mucho lo que cuenta en “mi vida es un corrido” este hombre que ha trabajado de manera incansable para lograr lo que ha tenido y para estar a la altura de cómo está en este momento. (La vida de Alirio Castillo no sólo es un corrido prohibido, sino que ha sido un corrido de los que pueden leer cualquiera porque ha sido transparente y ha sabido luchar; pero qué bueno si lo invitáramos ahora a que él mismo sea que cuente de viva voz todas esas experiencias y por eso es que lo hemos traído a reportajes, Reporteros, Asociados Del Mundo en el día de hoy.
En 1989, cuando por primera vez me llegaron a las manos dos discos chiveados que tenían escritos con marca las palabras corridos prohibidos volumen 1 y corridos prohibidos volumen 2, yo no sabía nada de eso, ni que la tentación de la corrida prohibido me llevaría a reorientar la maestría de literatura comparada que estaba cursando en Caracas, emprender dos doctorados simultáneos y que iniciar la investigación a través de Colombia, México, España en los siguientes años.
No sabía nada, los discos no contenían más información que las propias canciones, no sabía el nombre de los temas ni quiénes los interpretaban, ni siquiera lo que de quién los había escrito. Cuando me muera levanten/ una cruz de marihuana,// con diez botellas de vino/ y cien barajas clavadas, //Al fin que fue mi destino, andar por las sendas malas.///
Son apartes de uno de los corridos prohibidos, según los comentarios de Carlos Valbuena, uno de los sociólogos más importantes que tiene el país y que hace un libro contando la historia del cartel de los corridos prohibidos. Y todo por el gran trabajo elaborado por Alirio Castillo, un periodista que con su rebeldía, con su investigación y con todo se ha dedicado a contar las cosas tal como son.
Prólogo de Mi vida es un corrido
Dice en apartes del prólogo de Mi vida es un corrido, el periodista Toby Muse : Conocí a Alirio Castillo en algún momento a principios de los años 2000 y nunca he dejado de aprender de él. Una figura única, divertido, con el humor negro que los colombianos hacen tan bien e inteligente.
Alirio ha sido uno de mis mejores guías para entender Colombia. Siente y comprende ese país en sus venas, resultado de años viajando, recorriendo y conectando con su gente a través de sus estaciones de radio local.
Demasiados colombianos desean conocer Miami o Madrid sin entender la belleza de su propio país, del Bajo Cauca, Caquetá, Putumayo, paisajes increíbles llenos de personas memorables.
Y Alirio Castillo conoce estos caminos y carreteras tan bien como cualquiera. Fue mientras reportaba sobre Alirio y sus corridos prohibidos para el New York Times que tuve el privilegio de acompañarlo junto al gran cantante Uriel Henao a un concierto en el retorno Guaviare.
Los bomberos organizaron un desfile para darnos la bienvenida antes del evento organizado por Alirio.
Henao estaba allí para interpretar algunos de sus corridos prohibidos, el género de influencia mexicana que Alirio inventó. Fue su contribución a la inmensa cultura musical de Colombia. Las canciones eran increíbles, un retrato de la vida en Colombia entregado con humor y canciones enérgicas.
Vi cómo esta música, los corridos prohibidos, conectaba con la gente del retorno. El público estaba compuesto por raspachines, narcos locales, milicianos de la guerrilla) y paramilitares, pero también por gente inocente que vive en estos pequeños pueblos tratando de sobrevivir. Estas personas en la Colombia olvidada sentían que estas canciones eran la única pieza de cultura popular que los representaba, les hablaba y describía sus altibajos.
No sorprende que cuando todas las demás canciones en la radio contaban la misma vieja historia de amor y las telenovelas relataban las historias de atractivos ricos de Estrato 6. Y concluye, ¿este libro?
Este libro es un recuerdo de una infancia en Santander, creciendo alrededor de las personas excéntricas que habitan estos pueblos. Vemos a este niño crecer en un hombre, en la relativa paz de los años 60 y 70, una Colombia que pronto se perdería en la violencia de los años 80 y 90. Y concluye, las canciones entendían que los pobres, los jóvenes sin esperanza, eran quienes luchaban en esta guerra del narco y las guerras en la selva, y siempre eran reemplazables. Encuentra el patetismo en estos personajes, como la historia de un guerrillero y un paraco, una historia desgarradora de dos hombres que podrían ser hermanos en cualquier otra vida, (pero estaban destinados a encontrarse en este mundo, como hombres en lados opuestos de una guerra que hace mucho perdió sentido. ¿Dónde más, excepto en los corridos prohibidos, podría alguien escuchar una canción condenando la corrupción como son unas ratas? Nadie está más estaba cantando sobre estos problemas. Es un honor llamar a Lidio amigo, y es un placer leer su vida en estas páginas.
Disfrútalo y esta noche sírvete un ron, pon la canción La Cruz de Marihuana y sube el volumen. Toby Muse
Mi vida es un corrido
Esta historia de vida surgió a raíz del trabajo que hicimos en el año 2005 con el profesor Carlos Balbuena Esteban, catedrático de la Universidad Central de Venezuela, licenciado en letras, quien después de oír dos CDs piratas escritos a mano con marcador, corridos prohibidos, los escuchó y al darse cuenta que el acento de las voces de los intérpretes no era mexicano y que buena parte de las letras narraban historias de Colombia, inicia una intensa búsqueda desde el año 1999 el origen y gestor de este género llamado en México narco corridos y en Colombia corridos prohibidos.
Por mi lado, en el año 2000 empecé a buscar un periodista con experiencia editorial para publicar un libro basado en las historias que estaba mostrando a través de corridos prohibidos, a los que les consulté me desanimaron por los costos de la documentación y preparación. Dejé a un lado esa idea hasta nuestro primer encuentro con el profesor, él estaba dictando conferencias en distintas universidades en el mundo centradas en sus análisis sobre narco corridos mexicanos y luego incluyó en su investigación también los corridos prohibidos de Colombia.
En marzo del año 2005 fue nuestro primer encuentro, en cuanto nos conocimos iniciamos la tarea de documentar y escribir el cartel de los corridos prohibidos que terminamos nueve meses después. Al ver este resultado en noviembre del año 2022 cuando reordenamos con mi hija el catálogo en plataformas digitales y nos dimos cuenta que teníamos 27 volúmenes y uno nuevo en camino, pensé lo importante que fue para corridos prohibidos la publicación del libro en 2006 y lo que representó en adelante para toda la serie y sus componentes. De inmediato tomé la decisión de no buscar a nadie que lo escribiera sino un experto periodista amigo que tuviera experiencia en todos los pasos para preparar un buen libro y me fuera a corregir.
Mi idea no era escribir la segunda parte del cartel de los corridos prohibidos sino un proyecto mucho más amplio resaltando trozos de mi vida desde mi niñez hasta nuestros días. El periodista Guillermo Romero, amigo de muchos años, fue ese profesional que escuchó mi idea, que me guio, me soportó y me estimuló hasta el momento cumbre de anunciarle el último capítulo.
Alirio Castillo cuenta su historia, lo que ha sido el mundo de los corridos prohibidos y lo que ha querido hacer en el mundo de la industria discográfica después de una carrera extraordinaria como periodista y contador de cuentos extraordinarios de lo que ha sucedido en Colombia los últimos años.
Como creador y productor y compositor, de la actividad profesional de corridos prohibidos, también decidió tomar la historia de su niñez para decir quién es y adjuntó a eso un prólogo del periodista inglés Mr. Toby Muse después de leer una historia que resume acertadamente el contenido de los libros.