Entre comillas
Por Augusto León Restrepo
Bogotá, 17 de septiembre_ RAM_«Las crisis son el pan de cada día en un proceso de paz…..La regla de oro de la crisis se llama serenidad…No tambalear, no amarrarse a un solo curso de acción y no dar por sentado anticipadamente ningún resultado, siempre buscando la luz al final del túnel….Por eso quiero decirles a quienes en Colombia están dedicados a la construcción de la paz: ¡no desfallezcan!…….Márquez literalmente cruzó la raya y se salió de la cancha. Los que quedamos adentro tenemos que hacer una pausa, dejar de dar patadas y entender que en estos momentos es infinitamente mas importante manejar esta crisis bien que cualquier diferencia política…Dejemos para otro día, como han adelantado varios periodistas, el juicio de responsabilidades sobre el origen de esta crisis. Son cristalinas (la de Santrich en primer lugar), pero no hay tiempo para mirar atrás. Ahora hay que sumar y apuntar en una misma dirección. Dejemos también la garrotera política y miremos en qué puede contribuir cada quien desde su posición para resolver esta crisis. Nadie tiene que renunciar a sus convicciones ni moverse de donde está.. Solo tiene que poner por encima el bien de la nación…..Por eso propongo una ‘tregua política para la paz’. Que los funcionarios del Gobierno, los congresistas, los estudiantes, los gobernadores y alcaldes, las víctimas, los empresarios, los sindicatos, las iglesias, las organizaciones de la sociedad civil, los periodistas, los agricultores, las comunidades en los territorios, los excombatientes en proceso de reinserción y los ciudadanos del común hagamos una pausa en la discusión de la paz, rechacemos de tajo las armas en la vida pública y nos dediquemos a buscar soluciones concretas a esta crisis….Y ojalá la sociedad entera diga con una sola voz: ¡fuera las armas!. Hay que recuperar el primer y el principal objetivo del acuerdo de paz: la protección de la vida humana, que tan groseramente ha quebrantado ‘Iván Márquez’.». Sergio Jaramillo. Una tregua política para la paz. El Tiempo. Viernes 6 de septiembre de 2019.
«Pero ya la noticia misma y la presencia del video de Iván Márquez si me tomó un poco por sorpresa….Una gran frustración y una enorme sorpresa….Esta no es la muerte del proceso de paz, es un incidente. Pero es un incidente grave…Hay frases difíciles de entender, pero lo primero que dice es que no estarán en la lejanía de la selva; entonces tiene un cierto acento urbano. Y quienes rodean de cerca a Márquez, particularmente alias el Paisa ha estado mucho mas especializado en acciones de terrorismo urbano. Ahí hay un elemento preocupante. Luego sostiene que en función de la rebelión van a continuar teniendo vínculos-a través de los impuestos, como los llaman ellos- frente a las economías ilegales. Lo que puede significar para Colombia que se mantiene una simbiosis entre una rebelión, genuina o impostada, pero en todo caso con elementos de narcotráfico que son muy preocupantes. Porque reincorporar miembros a la guerrilla o incorporar nuevos miembros a nivel de combatientes rasos siempre es una posibilidad en un país como Colombia, donde tenemos más territorio que soberanía. La verdad es que todavía no tenemos un control del territorio…..El gobierno ha reaccionado con las herramientas del Estado de derecho contra estos disidentes y eso es totalmente legítimo: están por fuera del acuerdo. Pero las respuestas frente a los diez mil combatientes que están en las zonas para los planes de desarrollo territorial tiene que ser la de un compromiso real y genuino para cumplir el acuerdo, y no solo en el terreno de la reincorporación, sino en los temas más estructurales…..Pero el proceso avanzó gracias al reconocimiento de las diferencias y a una gran apuesta por el pragmatismo: En un momento hubo una cierta crisis porque las Farc encendieron la mesa a base de su retórica política. Y en cierto momento yo les dije: ‘Miren, esto no es un mitin ni una reunión política ni una universidad ni un seminario. Esto es un ejercicio práctico para poner fin a un conflicto. Entonces hablemos de lo práctico. Aquí tenemos sistemas para resolver, porque ni ustedes me van a convencer a mí o a nosotros, ni nosotros venimos a convencerlos ni creemos que ustedes tengan que cambiar de ideología. Ustedes deben seguir pensando lo que deseen. Sin armas, todo. La clave de esto es sacar la violencia del ejercicio político». Humberto de la Calle Lombana. Reportaje concedido a The New York Times. Septiembre 9 de 2019.
«Ni la Jurisdicción Especial para la Paz ni ninguna de las instancias judiciales que han tenido que adoptar decisiones en el caso de Santrich son responsables de su fuga.. Con esa decisión no solo traicionaron a las víctimas, al proceso de paz que ayudaron a diseñar, a la comunidad internacional y a más de 10.000 de sus compañeros que están desmovilizados, en proceso de reinserción a la vida civil, cumpliendo a cabalidad con sus compromisos y obligaciones, sino que quedaron inmersos en un escenario delictivo ajeno a los compromisos que asumieron con el Estado de derecho, por lo que deben ser perseguidas y sancionadas como lo ordena la Constitución y la ley……desde el mismo jueves que se conoció el video tuve la oportunidad de conversar con el señor presidente Duque, comentamos sobre la la gravedad de lo ocurrido y sobre la necesidad de una respuesta contundente de toda la institucionalidad frente a una decisión abiertamente ilegal, contraria a la Constitución y a la ley, que, le reitero, traicionó los propósitos del proceso de paz….El jueves pasado, en el discurso que el señor presidente Duque pronunció en la instalación del Encuentro de la Jurisdicción Contenciosa, que se realizó en Santa Marta, señaló expresamente dos cosas que me parecen de la mayor importancia: la primera que «…la justicia es la piedra angular para la construcción de la paz en la sociedad», y la segunda, que su tarea, la de la justicia, es «brindarle al ciudadano la tranquilidad de que existe un pacto social, un acuerdo social», ese mensaje debe convocarnos a todos sin distinción a defender la Constitución en la que está consignado ese pacto social, un pacto que incluye el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, cuya vigencia y funcionamiento se imponen como necesarios en el camino que debemos recorrer hacia la paz». Patricia Linares. Presidenta de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP. Entrevista con Yamid Amat. El Tiempo. Domingo 8 de septiembre de 2019.
«Hay amenazas al proceso de paz?. No hay que desconocer algunas situaciones. Por ejemplo, el caso de ‘Iván Márquez’, pero más que él, el país debería apoyar a las 10.000 personas que hicieron a un lado las armas, que no han abandonado el proceso y que siguen apostando por él. …¿Qué cree que hay que hacer?. Varias cosas. Por ejemplo, dejemos de torpedear, dejemos esta actitud de francotiradores contra el sistema de justicia transicional. ¿Por qué? Porque de algún modo hay que hacer justicia, y este mecanismo fue el que se eligió. Hubo una decisión de Estado, se hizo. Ahora, hay que dejarlos actuar, dejar que muestren lo que valen y lo que pueden hacer. Pero ¿no se les puede criticar a los integrantes de la JEP?. Por supuesto que hay que criticarlos cuando no hacen o cuando hacen mal las cosas, pero dejarlos actuar, no vivir permanentemente buscando reformas constitucionales. Ya no es el momento, y creo que lo de ‘Márquez’ nos dice que aseguremos los resultado que la paz ya nos dió. ¿Cuáles resultados?. Hay más de 100 municipios que dejaron de tener problemas de violencia, por ejemplo. Los índices de asesinatos y violencia han bajado, hemos tenido una elección presidencial relativamente pacífica para la historia de Colombia. Y hay, repito, 10.000 hombres que dejaron de matar, de secuestrar, de crear caos y violencia y están casándose, teniendo hijos, tratando de tener proyectos productivos, alejados de las armas. Creo que sobre eso, es lo que hay que insistir». Monseñor Luis Mariano Montemayor. Nuncio Apostólico en Colombia. Entrevista con Armando Neira. El Tiempo. Martes 10 de septiembre de 2019.
«La paz es entonces el esfuerzo democrático, difícil y permanente por «construir un espacio social y legal en el cual los conflictos puedan manifestarse y desarrollarse sin que la oposición al otro conduzca a la supresión del otro, matándolo, reduciéndolo a la impotencia o silenciándolo». Rodrigo Uprimny. Contra la «fiesta de la guerra». El Espectador. Domingo 8 de septiembre de 2019.