martes julio 16 de 2024

El MAMBO rinde homenaje al maestro David Manzur en los 70 años de carrera artística del artista

 Bogotá, 16 de diciembre_ RAM_ El MAMBO (Museo de Arte Moderno de Bogotá) inauguró la exposición El oficio de la pintura, del colombiano David Manzur, uno de los artistas de mayor trayectoria e importancia en el país.

Esta muestra es evidencia de la grandeza del artista y de su destreza en la pintura tradicional en técnica y forma, interpretada de manera contemporánea.

A través de El oficio de la pintura, el MAMBO presenta una investigación dentro del medio pictórico*1, poniendo en diálogo —en relación dialéctica— el trabajo de David Manzur con Verónica Lehner y Julián Burgos. Así mismo, se exhibe el primer foco temático de la Colección MAMBO con la serie La Colección en Escena 01.

El MAMBO presenta un viaje al interior de la pintura, desde el arte colonial y moderno, hasta la pintura contemporánea, a partir del trabajo de David Manzur (Neira Caldas, Colombia. 1929).

El oficio de la pintura rinde homenaje a los 70 años de carrera artística del pintor, a sus 90 años de vida.

Con más de 60 obras, de 1958 hasta hoy, esta exposición ofrece un repaso por la trayectoria de David Manzur haciendo énfasis en su trabajo actual. Además, de la totalidad de las obras, se mostrarán algunas obras inéditas que el maestro Manzur ha realizado especialmente para esta muestra.

David Manzur es un artista colombiano que ha tenido una única trayectoria artística a través de la historia del vanguardismo y neovanguardismo. Su producción artística inició desde la década de los años 50 y continúa activa hasta hoy.

‘David el pintor’ —como le gusta definirse a él mismo— tiene una relación muy cercana con el MAMBO. Manzur expuso en el Museo, en 1964, en el Primer Salón Intercol de artistas; en 1987, presentó la obra San Sebastián y sus estudios previos, pertenecientes a la Colección MAMBO; en 2001, Un pez en mi estancia y en 2011, la serie Ciudades Oxidadas.

La exposición de Manzur es exhibida junto a piezas maestras de la pintura colonial como lo son Otoño (Ca. 1675) y Virgen de la Candelaria (S. XVII) de Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos (Santafé de Bogotá, Colombia, 1638-1711). Lo anterior, para presentar una única relación entre la pintura colonial, moderna y contemporánea.

1 Perteneciente o relativo a la pintura. Real Academia Española.

Por este motivo, se construye un ambiente característico de una puesta en escena al estilo de las antiguas y grandes galerías; espacios en los cuales, las pinturas cubrían las paredes hasta el techo y cuya organización carecía de un orden cronológico o de escuela pues eran dispuestas por sus dimensiones y sus efectos cromáticos. El oficio de la pintura presenta un espacio donde se exhibe el pasado, el presente y el futuro de la pintura como medio.

En otra sala del Museo, se exhiben dibujos de Manzur que hacen parte del proceso de creación de sus obras maestras; es un gabinete de dibujos en el que el visitante podrá apreciar la maestría técnica del trabajo de Manzur en los estudios de sus obras maestras.

Con esto, se demuestra cómo el artista usa el dibujo como medio para investigar y cuestionar la realidad, tal como lo hicieron los grandes maestros del Renacimiento.

Así, se exponen dibujos en carboncillo que demuestran el minucioso proceso y que son parte fundamental de investigación del autor. Además, el visitante del Museo, presentará una serie de obras inéditas que Manzur creó especialmente para esta exposición en el MAMBO; piezas que demuestran su viaje metafórico entre la pintura del Siglo de Oro y su larga relación con el Barroco.

Estas piezas podrán ser consideradas como el logro más grande de sus 70 años de carrera.

Se podrán admirar series como Toros y el intenso políptico dedicado a la masacre de Bojayá (2002), en las que Manzur explora la tradición de las pinturas históricas. También, se podrán apreciar otras muestras privadas y públicas como la Colección de Arte Bancolombia y la Colección del Museo Nacional de Colombia.

También, la exhibición De esa manera, El oficio de la pintura crea un diálogo poético y plástico entre obras coloniales y su creación moderna. Manzur es un artista que explora en la modernidad la evolución de la pintura académica; él tiene una influencia directa de los clásicos como Velázquez y Zurbarán; de allí sus fortalezas en dibujo, pintura, anatomía y composición.

“Viendo los cuadros de Velázquez, por ejemplo, sentía una cierta compenetración.

Indudablemente mi filosofía ha sido siempre mirar al pasado para proyectarse al futuro.

Desconfió del presente porque el presente se parece a la moda. De ahí mi admiración por pintores como Velázquez, Zurbarán, Leonardo da Vinci, Sánchez Cotán y muchos otros que sería muy largo enumerar”, comentó Manzur en entrevista con Francine Birbragher-Rozencwaig.

En su taller lleva a cabo una experimentación centrada en la pintura figurativa. Así pues, se apropia de elementos como las moscas, los lauds2, los bodegones con frutas y vasijas, los caballos y las mujeres, elementos y obsesiones recurrentes en su trabajo. Su investigación demuestra, de manera provocativa, cómo la pintura puede perdurar en el tiempo y ser hoy en día, un medio capaz de representar la incertidumbre de nuestra era.

Una vez más, los visitantes de la exposición tendrán una experiencia imperdible en la que podrán viajar al pasado desde el presente, viendo y sintiendo el verdadero oficio de la pintura.

2 instrumento de cuerda de origen de la Edad Media. Objeto que representa el gusto por la música clásica de David Manzur.

A partir de la obra de Manzur, el MAMBO amplía la exposición y pone en diálogo -con El oficio de la pintura- a dos artistas que tienen como base de su trabajo la pintura: Julián Burgos y Verónica Lehner. Dos pintores provenientes de una generación diferente a la de Manzur y que se expresan de maneras diversas pero totalmente complementarias en el medio pictórico.

Con sus exposiciones, explica Eugenio Viola, curador Jefe del MAMBO, “los visitantes serán testigos de un diálogo pictórico entre tres artistas colombianos -de diversas técnicas y conceptos- que se expresan de diferentes maneras pero totalmente complementarias. Este conjunto de exposiciones es una investigación transgeneracional entre la pintura colombiana”.

El MAMBO presenta una exploración de la pintura nacional -principalmente- con la obra el gran maestro David Manzur. Complementando el trabajo del pintor está Verónica Lehner y Julián Burgos. Burgos presenta un contrapunto contemporáneo a Manzur y Lehner expone un concepto de pintura extendida y su relación con la arquitectura. Así, es evidente la complementariedad de los artistas que manejan la pintura como medio.

Finalmente, el nombre de la exposición de David Manzur, El oficio de la pintura, es el punto de partida para hacer referencia al trabajo interdisciplinario de un artista usando la pintura: sus metodologías, desarrollos, pensamientos, resultados, experimentaciones y análisis. De esta exposición, los visitantes al Museo podrán adquirir un catálogo de la exposición que incluyen textos del curador jefe, Eugenio Viola, del curador Eduardo Serrano y con una exclusiva entrevista del periodista Francine Birbragher-Rozencwaig.

David Manzur

David Manzur nació en Neira, Caldas, Colombia, el 14 de diciembre de 1929. En su infancia y adolescencia vivió en África (República de Guinea) y Europa (España), lugares donde conoce la obra de artistas como Diego Velásquez y Francisco de Zurbarán. Vuelve a su país natal en 1947 después de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.

Empieza sus estudios de artes plásticas en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá, donde exploró también la música y el teatro. En 1956, con una beca -que obtiene gracias a su talento y al apoyo de Hugh Slight- estudia en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York.

El artista empieza a explorar la pintura vanguardista en los años cincuenta. En los sesentas —en época de modernidad— se acerca al expresionismo de la posguerra y a la abstracción.

Manzur continúa formándose como una figura del arte y gana dos años consecutivos, en 1961 y en 1962, la beca del Premio Fundación Guggenheim. Así, aprovecha y vuelve a Estados Unidos a estudiar en el Instituto Pratt en Nueva York. En su estadía, trabaja y conoce a Willem de Kooning (Róterdam, Países Bajos, 1904-1997) y recibe una gran influencia del escultor constructivista Naum Gabo (Briansk, Rusia, 1890-1977).

Luego de ser testigo —de primera mano— de la escena artística americana, regresa a Colombia y funda un taller de trabajo; escuela donde -durante más de 20 años- comparte su conocimiento de arte clásico y contemporáneo por medio de diversos audiovisuales.

Dos años después, en 1964 gana una beca -otorgada por la OEA- para estudiar en el Pratt Graphic Art Center. Luego, obtiene el premio de la Gobernación de Antioquia, en la Segunda bienal de Medellín. En los setentas, trabajando de la mano con Naum Gabo, da el paso definitivo al constructivismo geométrico y a lo figurativo.

Así, empieza su obra relacionada con los elementos icónicos de sus obras, como los caballos o las moscas: figura que tiene un carácter simbólico y que toma como referencia las vanitas barrocas.

Durante su trayectoria artística, que hoy tiene más de 70 años, se interesa por la historia del arte, en particular por el Renacimiento y el Barroco. Por ejemplo, a finales del 2011, Manzur emprende un viaje por la memoria y surge la serie Ciudades oxidadas, pinturas de espacios que recuerdan su niñez y que expresan un homenaje a dos pintores del Barroco que lo apasionan: Francisco de Zurbarán y Diego Velázquez.

El 10 de noviembre de 2019, el pintor sigue siendo reconocido por su gran labor artística nacional e internacional. Manzur recibió la Orden de Boyacá, en el grado de Gran Cruz —la máxima condecoración que el Gobierno de la República concede— por su única trayectoria artística.

Curaduría: Eugenio Viola.

Nacido en Nápoles, Italia, es curador, crítico de arte y PhD en Métodos y metodologías de investigación arqueológica e histórico-artística de la Universidad de Salerno. Trabajó como curador en el Museo d’Arte Contemporanea DonnaRegina – MADRE (Nápoles) desde el 2009 hasta el 2016. Ahí fue responsable de las investigaciones en torno a la colección del Museo y fue co-curador de las primeras exposiciones de gran escala en Italia de Boris Mikhailov, Francis Alÿs y Daniel Buren, entre otros.

En 2016 fue reconocido como el mejor curador italiano por la revista Artribune. De 2017 a 2019 fue Curador Jefe del Perth Institute of Contemporary Arts – PICA y actualmente es Curador Jefe del Museo de Arte Moderno de Bogotá – MAMBO.

Su práctica curatorial ha estado enfocada en las experiencias y teorías relacionadas a los nuevos medios, performance y poéticas corporales, acerca de las cuales ha realizado varias publicaciones y conferencias. Sus escritos han sido publicados en diferentes medios internacionales como ArtForum, Exit Express y Flash Art. Ha trabajado con importantes artistas como Marina Abramović, Regina José Galindo, ORLAN, Carlos Martiel, Teresa Margolles y Maria José Arjona, entre otros.

En 2019, presenta la curaduría de un diálogo pictórico entre tres artistas colombianos en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Exposiciones de David Manzur, Verónica Lehner y Julián Burgos -artistas de diversas técnicas y conceptos- que se expresan de diferentes maneras pero totalmente complementarias. Este conjunto es una investigación transgeneracional entre la pintura colombiana.

Artistas y exposiciones actuales en el MAMBO: David Manzur, El oficio de la pintura; Verónica Lehner, Suspender; Julián Burgos, Invisible; y La Colección en Escena 01: Variaciones infinitas.David Manzur es un artista colombiano que ha tenido una única trayectoria artística a través de la historia del vanguardismo y neovanguardismo. Su producción artística inició desde la década de los años 50 y continúa activa hasta hoy.

Homenaje a los 70 años de carrera artística del artista

El oficio de la pintura es la exposición conceptualmente más completa —hasta el momento— de David Manzur, estará en el Museo hasta el 23 de febrero de 2020. Esta muestra es evidencia de la grandeza del artista y de su destreza en la pintura tradicional en técnica y forma, interpretada de manera contemporánea.

Con más de 60 obras, de 1958 hasta hoy, esta exposición ofrece un repaso por la trayectoria de David Manzur haciendo énfasis en su trabajo actual. Además, de la totalidad de las obras, se mostrarán algunas obras inéditas que el maestro Manzur ha realizado especialmente para esta muestra.

David Manzur es un artista colombiano que ha tenido una única trayectoria artística a través de la historia del vanguardismo y neovanguardismo. Su producción artística inició desde la década de los años 50 y continúa activa hasta hoy.

‘David el pintor’ —como le gusta definirse a él mismo— tiene una relación muy cercana con el MAMBO. Manzur expuso en el Museo, en 1964, en el Primer Salón Intercol de artistas; en 1987, presentó la obra San Sebastián y sus estudios previos, pertenecientes a la Colección MAMBO; en 2001, Un pez en mi estancia y en 2011, la serie Ciudades Oxidadas.

David Manzur nace en Caldas, Colombia, el 14 de diciembre de 1929. En su infancia y adolescencia vivió en África (República de Guinea) y Europa (España), lugares donde conoce la obra de artistas como Diego Velásquez y Francisco de Zurbarán. Vuelve a su país natal en 1947 después de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.

Empieza sus estudios de artes plásticas en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá, donde exploró también la música y el teatro. En 1956, con una beca -que obtiene gracias a su talento y al apoyo de Hugh Slight- estudia en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York.

El artista empieza a explorar la pintura vanguardista en los años cincuenta. En los sesentas —en época de modernidad— se acerca al expresionismo de la posguerra y a la abstracción.

Manzur continúa formándose como una figura del arte y gana dos años consecutivos, en 1961 y en 1962, la beca del Premio Fundación Guggenheim. Así, aprovecha y vuelve a Estados Unidos a estudiar en el Instituto Pratt en Nueva York. En su estadía, trabaja y conoce a Willem de Kooning (Róterdam, Países Bajos, 1904-1997) y recibe una gran influencia del escultor constructivista Naum Gabo (Briansk, Rusia, 1890-1977).

Luego de ser testigo —de primera mano— de la escena artística americana, regresa a Colombia y funda un taller de trabajo; escuela donde -durante más de 20 años- comparte su conocimiento de arte clásico y contemporáneo por medio de diversos audiovisuales.

Dos años después, en 1964 gana una beca -otorgada por la OEA- para estudiar en el Pratt Graphic Art Center. Luego, obtiene el premio de la Gobernación de Antioquia, en la Segunda bienal de Medellín. En los setentas, trabajando de la mano con Naum Gabo, da el paso definitivo al constructivismo geométrico y a lo figurativo.

Así, empieza su obra relacionada con los elementos icónicos de sus obras, como los caballos o las moscas: figura que tiene un carácter simbólico y que toma como referencia las vanitas barrocas.

Durante su trayectoria artística, que hoy tiene más de 70 años, se interesa por la historia del arte, en particular por el Renacimiento y el Barroco. Por ejemplo, a finales del 2011, Manzur emprende un viaje por la memoria y surge la serie Ciudades oxidadas, pinturas de espacios que recuerdan su niñez y que expresan un homenaje a dos pintores del Barroco que lo apasionan: Francisco de Zurbarán y Diego Velázquez.

El 10 de noviembre de 2019, el pintor sigue siendo reconocido por su gran labor artística nacional e internacional. Manzur recibió la Orden de Boyacá, en el grado de Gran Cruz —la máxima condecoración que el Gobierno de la República concede— por su única trayectoria artística.

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