martes diciembre 17 de 2024

El Ojo del Halkón Descontento social a nivel mundial

Llegó el tiempo de los jóvenes 

Por: Rubén Darío Mejía Sánchez

BOGOTA, 30 de diciembre de 2019 RAM_ Se habla mucho sobre el personaje del año al finalizar el periodo de doce meses, que es con lo que se rige nuestro calendario, se habla de políticos, de deportistas, de líderes sociales, etc., etc., etc.; pero creo que el personaje del año de este convulsionado 2019 es sin lugar a dudas el descontento social a nivel mundial.

Cuando se pone uno a mirar el panorama mundial se da cuenta como las cosas en vez de mejorar se van rumbo al caos, por los malos manejos de los gobiernos o el autoritarismo de los mismos.

Ciudadanos de las diferentes partes del mundo salieron a las calles masivamente a protestar contra su sistema político, la desigualdad, el alza de impuestos y el deterioro de la economía, entre otras cosas, y por qué hablo del ambiente enralecido a nivel mundial, simplemente porque el asunto de descontento es a nivel global.

Si miramos en el Viejo Continente, se volvió normal que los sábados fueran días de protesta para los franceses que han venido pidiendo cambios desde hace mucho rato y en donde el presidente Macron se ha visto en la sin salida, porque como la mayoría de los mandatarios mundiales, no dan soluciones a las situaciones que se presentan en los campos que hablaba anteriormente.

En Irak, se vio que los jóvenes tomaron conciencia de lo que estaba sucediendo y al igual que en otros países del mundo, incluidos los de América Latina, han salido a las calles para protestar y decir que no están de acuerdo con el despotismo y autoritarismo de sus gobiernos.

Metiéndonos en un terreno mas casero, se puede hablar como América Latina o Latinoamérica vive en un verdadero caos al final del presente año.

Quizá las protestas más fuertes y con mas despliegue en la prensa mundial han sido las de Chile, en donde al gobierno le han puesto en jaque mate y es la hora que no se sabe cuál será la salida del país austral en donde los jóvenes gritaron y siguen gritando, no locamente sino con bases, que quieren cambios en la forma de gobierno.

Lo sucedido en Bolivia es bastante delicado y siguiendo con la política del gobierno Chávez-Maduro, Evo Morales salió a decirle al mundo que fue un golpe de estado lo que le hicieron y no, que el pueblo hizo respetar sus derechos ante la intención malévola de perpetuarse en el poder como los Castro y Hugo Chávez.

Hay muchas situaciones adversas en América Latina, y si vemos son pocos los países que se libran de estos escándalos políticos y desgobiernos, que son la plaga de la época.

No es menos grave lo que está sucediendo en Argentina, en donde la señora Kirshner regresa al Gobierno y cree que puede poner la bota militar sobre el pueblo y no gobernar para el pueblo sino para sus intereses.

Ecuador no es que ande en su mejor momento, pero allí las revueltas de los indígenas y del mismo pueblo han hecho que el Gobierno retroceda en varias de sus determinaciones y que por lo menos hasta el momento se vean un poco calmadas.

Los mexicanos no saben que hacer con el gobierno de López Obrador que dijo hacer unas cosas y hace otras, y a pesar de ser un pueblo luchador no sabe para donde va en un momento de enfrentamientos por los asuntos de migración y económicos con el gobierno de Donald Trump, a quien le está pasando lo mismo que a Ernesto Samper, que no lo están dejando gobernar en el Congreso simplemente por tenerlo en la palestra de los acusados para que responda por “sus malos manejos” durante la campaña presidencial, a pesar que la mayoría de norteamericanos respalda su gestión.

Solo se escuchan rumores de guerra en un mundo que el calentamiento global es uno de los grandes problemas, que la mayoría de gobiernos han engavetado, o como decía mi abuelo, los han echado en el bolsillo de atrás para no ponerles cuidado y que pasen olvidados, cuando la misma naturaleza está gritando que necesita que la salven y no la destruyan más; pero la contaminación se sigue apoderando de este mundo que comienza a dar visos de crisis de la naturaleza, política y comercial.

Este año no ha sido de los mejores, a pesar del maquillaje de los informes de los diferentes gobiernos, para mostrar que si hicieron algo que valió la pena en estos 365 días del congestionado 2019.

El tiempo de los jóvenes

Si miramos, hay un común denominador y es el despertar de la conciencia de los jóvenes ante la crisis y mal manejo de los Gobiernos y mayores para sacar adelante un mundo convulsionado y lleno de problemas, en donde la única solución es escuchar, dialogar y darse cuenta que se han cometido errores y que hay que corregirlos.

Las marchas y las protestas juveniles se fueron dando y se creyó que era un saludo a la bandera por parte de los jóvenes, que según algunos mayores, no sabían dónde estaban parados, hasta el punto de descalificar el grito lastimero de Greta Thunberg, quien tuvo la valentía de gritarle a los gobiernos y decirle al mundo que lo estaban terminando de manera descarada y sin conciencia, mientras que los jóvenes pedían un mundo mejor donde pudieran vivir.

La descalificó desde el presidente Trump hasta la congresista colombiana María Fernanda Cabal, personaje, como dijera alguien se parece a las moscas, porque donde se para… no es para nada bueno, porque no piensa para hablar y quizá tampoco habla para pensar, cuando debía de estar documentada en lo que dice.

Es bueno cuando la mujer habla y está documentada y es bueno cuando los jóvenes hablan y hay fundamento en lo que dicen, como lo pudimos ver en la noche del domingo 29 de diciembre en un diálogo con los jóvenes  colombianos de las diferentes tendencias en el noticiero de Caracol Televisión, en un informe bien hecho, con tiempo suficiente para hablar y en donde los jóvenes demostraron que no están marchando por marchar, sino que conocen la situación del país y los cambios que son necesarios, no solo para ellos, sino para un futuro mejor y es por ello que me atrevo a decir que llegó el tiempo de los jóvenes al igual que lo titulan los rotativos del mundo, conscientes de lo que está sucediendo cuando muestran como bandera de esa revolución de los jóvenes a los iraquíes.

Los jóvenes no hablan por hablar y simplemente los mayores no queremos escuchar, porque creemos tener la razón en todo y porque creemos que somos los dueños de la última palabra y de las acciones, olvidando que hay un subir y un bajar que los grandes líderes como suben, bajan y que las grandes figuras pasan por su cuarto de hora de fama y desaparecen, algunas  dejando rastros en la historia u otros totalmente olvidados, esto indica que muchos pasaron por este mundo, político, económico, social sin haber hecho nada, y aquí recuerdo también a mi abuela que decía “En este mundo hay gente que solo vino a comer, a dormir y a … para luego morirse y no dejar rastro de nada bueno o malo”.

Colombia

Da pena mirar que Colombia que era un oasis en América Latina en medio de los problemas políticos y económicos, ahora lo veamos no solo juntos sino revueltos con los problemas que atañen a América Latina.

Aquí está pasando algo a pesar de demostrarse, o tratar de demostrar lo contrario, el Gobierno no escucha, los partidos políticos en su mayoría quieren es lo suyo olvidándose del pueblo y los jóvenes son los únicos que han levantado su voz de protesta para mostrar la riqueza intelectual, personal y económica del país, que no debe de echarse a la basura por los odios, por la arrogancia y el despotismo de quienes dirigen los destinos del país.

Hay mucho para hacer y uno de esos puntos fue haber aceptado que estuvimos a un punto de ver desaparecer la violencia que nos ha carcomido desde hace más de setenta años, pero como comentaba un ciudadano de a pie, parece que los colombianos nos hemos acostumbrado a vivir tanto con la muerte que no fuimos capaces de sacarla de nuestra agenda diaria.

Los asesinatos de líderes sociales, de excombatientes y los escándalos tanto en la Policía como en el Ejercito, al igual que en la Justicia, que ha llegado también al sector privado hacen pensar que las cosas andan muy mal y que es necesario un cambio lo antes posible, si pensamos en un futuro para nuestros hijos, nietos y futuras generaciones.

Finaliza 2019, un año en medio del caos político y económico y creo que también de manera de pensar, no solo del ciudadano de a pie y el trabajador sino de quienes están al frente de los destinos de los países.

Como se dijera al finalizar un año escolar, este año se perdió o simplemente hay que habilitar no solo una materia sino varias como por ejemplo, erradicar el odio, la soberbia, la prepotencia y escuchar, buscar soluciones y hacer mas vivible este mundo donde habitamos, para que las nuevas generaciones no repasen la historia y nos culpen de todo lo que les heredamos.

Si se puede decir, “FELIZ AÑO 2020”

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