Marcha contra la reforma a la salud
Aunque el presidente Juan Manuel Santos intentó este martes calmar los ánimos de las manifestaciones contra la reforma a la salud, diciendo que el Ministerio lo único que quiere es aliviar la delicada situación que vive el sistema actual, en las calles de las principales capitales del país las multitudinarias marchas fueron imparables.
Es difícil calcular cuántos ciudadanos asistieron a las protestas, pero sin duda fue en Bogotá donde se reunió el mayor número de manifestantes. La vocera de la Asociación Nacional de Médicos Internos y Residentes Carolina Corcho aseguró que sólo en la capital se congregaron cerca de 41 mil personas. “En Medellín fueron 25 mil, en Cali 10 mil y en Bucaramanga 5 mil”, dijo. Cifras que contrastan con las que fueron registradas por algunos medios locales (Bogotá: 1.500, Medellín: 3.000, Bucaramanga: 600, Cali: 5.000).
En estas ciudades, donde los residentes se mantienen en asamblea permanente, decenas de estudiantes, médicos, directivos de clínicas y hospitales y personas asociadas con el sector salud pidieron que el proyecto de reforma sea retirado.
“Las manifestaciones son un resultado bastante obvio. Raro que no se hubieran presentado antes porque claramente la reforma que impulsa el gobierno, mediante dos proyectos
de ley (una estatutaria y una ordinaria), representa la profundización de un modelo que se ha implementado desde la ley 100, que sin duda restringe fuertemente la autonomía de los profesionales de la salud y fortalece el papel de los agentes dominantes que hoy se llaman EPS pero que luego se llamaran gestores”, dijo el profesor Mario Hernández, director del centro de historia de la Medicina, de la Universidad Nacional.
Los médicos han insistido en que no fueron tenidos en cuenta en la construcción del proyecto de ley que hoy impulsa el Ministerio de Salud y que su estabilidad laboral se vería perjudicada con la entrada en vigencia de esta normativa. Tampoco están de acuerdo con que la formación de especialistas se le entregue a los hospitales.
Aunque El Espectador conoció que el Ministerio de Salud estudiaba la posibilidad de retirar de la reforma el artículo que se refiere a la formación de especialistas por parte de centros médicos, los doctores que se oponen insisten en que este no es el único punto a discutir. Les molesta también cómo quedó planteado el tema de integración vertical y que el sistema se siga soportando en la atención de alto costo.
Los manifestantes rechazaron el anuncio de la Superintendencia de Salud de estudiar la posibilidad de sancionar a quienes «impidan, obstruyan, retrasen o alteren el acceso a la prestación normal de todos los servicios de salud, en especial aquellos cuya desatención podría afectar el derecho a la salud y la vida de los ciudadanos».
En Bogotá, la Secretaría de Salud del Distrito, informó que fueron 22 hospitales públicos los que durante dos horas, pararon sus servicios de consulta externa como forma de protesta. Los médicos insistieron en que la reforma debe retirarse y de no ser así las protestas continuarán.