El Ojo del Halkón El Mundo está loco, loco, loco
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
BOGOTA, 16 de mayo de 2020 RAM_ Admiro los columnistas que escriben entre el humor y lo serio, porque dicen grandes verdades sin que las situaciones sean tan tensas, principalmente en una de las épocas tan difíciles como la actual que vive el mundo.
Se preguntarán porque digo que el mundo está loco, loco, loco, pues les voy a dar mi opinión y espero que algunos estén de acuerdo conmigo, aunque esto de escribir columnas es tan complicado porque a muchos no les puede gustar, porque quieren que solo se hable de política, de economía y de otras cosas; pero hoy diré lo que pienso de lo que hace la gente.
El mundo está loco, porque muchos gobernantes no saben que hacer y cambian de la noche a la mañana sus opiniones, a veces dicen verdades y toman buenas determinaciones y otras dicen estupideces que le hacen preguntarse a uno, en qué mundo vivimos.
Al presidente Trump trataron de convencerlo que era un peligro el COVID-19 y a pesar de estar rodeado de científicos no lo creyó, luego lo aceptó y mas tarde cuando vio que estaba afectado su bolsillo y las finanzas del país, tomó la determinación de levantar cuarentenas y que cada quien tomara las determinaciones que pudiera, pero lo importante era no dejar caer la economía; mientras que Bolsonaro, como presidente de Brasil está de acuerdo que, qué importa que unos cuantos mueran si se trabaja para sostener el bienestar y la economía de los demás; en Venezuela creen que el COVID-19 es un invento de la oligarquía y el presidente de Nicaragua, Ortega, hace eco a lo mismo y no le da importancia a lo que está sucediendo.
Ya pasando al Viejo Continente nos damos cuenta que, quienes tomaron en serio lo que estaba sucediendo evitaron grandes catástrofes y quienes no, han sufrido las consecuencias.
El numero de muertos es cada día mas grande, al igual que de los contagiados, pero los informes de los gobiernos tratan de minimizar esta situación, cuando se critica que China le ocultó las estadísticas a la Organización Mundial de la Salud y Estados Unidos dice que tanto China como la Organización Mundial de la Salud han mentido en cuanto a las cifras y a la gravedad de la pandemia.
Se ve ante nuestros ojos lo que está sucediendo y no le damos importancia, hoy por ejemplo los grandes rotativos, principalmente los tercermundistas abrieron sus páginas para decir con bombos y platillos que el futbol, ese deporte de grandes multitudes y que ha monopolizado al mundo abrió sus puertas en Europa y nunca han pensado en las consecuencias que esto pueda acarrear, aunque de verdad hago votos para que no pase nada.
Y aquí no somos nada originales y que copiamos todo, estamos tratando de apretar al Gobierno que en un momento dijo no a la apertura de los torneos de masas, luego de varias reuniones abrió una luz de esperanza, luego llamó la atención tanto a los directivos del futbol como a los medios de comunicación y era tanto el disgusto del Mindeporte que se atrevió a recordarles a los periodistas que no solo futbol era deporte.
Se dice que comenzaran los entrenamientos a partir del mes de junio y no hay nada de raro porque las chequeras y los bolsillos de los empresarios y de los directivos han comenzado a quedarse en banca rota y lo peor es que muchos hacemos de idiotas útiles para secundar esas determinaciones, olvidándonos del bien común y que podemos salir perjudicados personalmente y nuestras familias.
Hemos tenido que ver al presidente Duque hablando toda la semana en su programa de televisión a las seis de la tarde. Creo que muchos lo vieron al comienzo y en este momento la sintonía parece haber bajado y antes los medios de comunicación destacaban los anuncios del Gobierno; pero ahora solo son destacados porque quienes son afines al Gobierno.
Esperemos que la imagen del Gobierno no salga debilitada ante esto, o mejor quemada; porque como diría un gran actor y una buena actriz, después de haber logrado el éxito en una película, en una telenovela o en una obra de teatro, lo mejor es descansar y dejar descansar al público para que el regreso sea aplaudido y no desechado.
Otra cosa que me preocupa es que la mayoría de anuncios del Gobierno no se cumplen, porque las entidades no cumplen y cuando se hablan de empresas privadas, estas hacen lo que se les viene en gana, como lo que pasa con los servicios de telefonía o cable, en donde los operadores simplemente contestan que una cosa es la que dice el Gobierno y otras son las determinaciones de ellos.
La corrupción, el asesinato de líderes sociales y las jugadas malas sin valor por parte de algunos políticos son el plato del día y parece muy egoísta la posición del Presidente del Senado de la República, cuando pide que se hagan sesiones presenciales y no virtuales; porque no quiere despedir su cuarto de hora en sesiones virtuales, sin importarle lo que pueda suceder, no solo a los congresistas sino a la cantidad de personas que entraría a laborar para adelantar esas sesiones.
La justicia también ha tenido sus fallas, la excarcelación de personas parece que no se ha hecho como se había programado y muchos de los que han cometido no pequeños sino grandes delitos comienzan a quedar en libertad, gracias a las estrategias de sus defensores, que hablan y se reafirman que la libertad hay que darla por vencimiento de términos.
Se levantó en parte la cuarentena; pero la verdad es que se levantó en su totalidad, ya la gente anda como Pedro por su casa, hacen lo que quieren y las autoridades se hacen los de la vista gorda, y a pesar de los anuncios de la Alcaldesa de Bogotá, siguen las fiestas, los desacatos a las ordenes gubernamentales y creo que esto no se fue hasta el 25 de mayo, sino que ya todo está volviendo a la normalidad; porque para indisciplinados, los colombianos, que no dejamos perder ese primer lugar en no hacer las cosas bien.
Una buena labor de quienes luchan por dar bienestar a los menos favorecidos, personas que trabajan sin dar la cara y que no hacen como las grandes empresas que dan un peso porque quieren salir en las primeras planas de los rotativos, abrir noticieros de televisión y radio como grandes benefactores.
Da pena que la prensa le esté siguiendo la corriente y secundando determinaciones que puedan ir contra el ciudadano común y corriente; por solo pensar en sus asuntos personales y creer que si se levantan las restricciones no se va a estar en peligro, que los asuntos se puedan complicar y da susto al ver que en China a estas altas horas del partido se hable de un rebrote del virus.
Esperemos que las determinaciones que está tomando el Gobierno Duque con la asesoría del partido de gobierno, así este lo niegue son buenas y que no dejen tanto que pensar como cuando habla la Vicepresidenta, que en mas de una oportunidad no ha pensado tanto en el bienestar común sino en las empresas de unos cuantos.
Hay un error que está cometiendo el Gobierno y es no ayudarle a las pequeñas empresas, porque estas son la base y motor de la gran economía y dirán que estoy equivocado pero le hemos preguntado a los bancos por los requisitos para esas ayudas, requisitos que no son fácilmente asequibles para obtener esas ayudas.
Esperemos que el virus se vaya y que de un compás de respiro, aunque se habla que esta pandemia es endémica, lo que quiere decir que tenemos que aprender a vivir con ella, teniendo los respectivos cuidados para salir adelante.
La situación es difícil y hay que actuar a conciencia, porque como dice el refrán popular, es prevenir que tener que lamentar y creo que a eso es lo que nos estamos exponiendo en este momento.
Sabemos que la economía se ha resquebrajado, que muchos necesitan para comer; pero preguntamos a los gobiernos algo que dijeron a boca abierta, que primero estaba la salud del pueblo para luego reafirmar que primero están los bolsillos de unos cuantos poderosos del país.
Creo no equivocarme cuando digo que en el futbol hay más intereses económicos que deportivos y como van las cosas, no van por un buen camino y no hay que tapar errores con otros errores, sino pensar sensatamente y actuar de la misma manera.
Cuando será que no tenemos que hablar de violencia, de los problemas de la justicia, de los malos servicios en la salud, de la corrupción y de quienes se aprovechan de la situación para sacar partido; como dijo alguien “me sentaré a esperar para no cansarme”.