Detención de Uribe no frenará su poder, pero impulsará a su partido a reforma judicial
Por Julia Symmes Cobb
BOGOTÁ, 7 agosto (Reuters) – El arresto domiciliario del expresidente colombiano Álvaro Uribe en un caso de manipulación de testigos tiene pocas probabilidades de disminuir su influencia, pero está impulsando a su partido a proponer una reforma de la justicia, dijeron políticos y analistas.
Uribe, considerado un influyente político por su popularidad y la polarización que provoca, fue puesto el martes bajo detención domiciliaria por la Corte Suprema de Justicia, en una decisión unánime que citó la posibilidad de obstrucción de la justicia.
El expresidente, que ahora se desempeña como senador, ha declarado reiteradamente su inocencia en medio de acusaciones que sus aliados manipularon testigos en un intento por desvirtuar acusaciones de vínculos de Uribe con los paramilitares de ultraderecha.
Es la primera vez que la Corte Suprema de Justicia ordena detener a un expresidente. Los partidarios de Uribe dicen que el caso es un montaje y que los altos tribunales están predispuestos en su contra.
La influencia de Uribe llevó a dos sucesores al poder desde el final de su segundo mandato en 2010, incluido el actual presidente Iván Duque. Uribe también fundó su propio partido político, el Centro Democrático, que tiene más de 50 escaños de los 280 del Congreso de Colombia, de composición bicameral.
Hasta el momento, el tribunal no ha retirado a Uribe de su escaño en el Congreso y sigue siendo la luz de guía de su partido, afirmó el senador del Centro Democrático, Santiago Valencia.
«Sigue siendo nuestro líder», dijo Valencia a Reuters en una video entrevista. «Por supuesto esto es un golpe muy duro para el partido».
La detención de Uribe pondrá el foco en los esfuerzos legislativos de su partido en una reforma judicial que ya se está discutiendo, dijo el analista político Sergio Guzmán de Colombia Risk Analysis. La propuesta busca consolidar las altas cortes en una sola y darles autonomía presupuestaria, entre otras iniciativas.
Pero eso podría ir en detrimento de otros planes del gobierno, desde la reforma laboral hasta la fiscal, afirmó Guzmán.
Duque y otros aliados de Uribe calificaron el arresto domiciliario de injusto, comparando su situación con la de los antiguos líderes rebeldes a quienes otro tribunal les ha permitido permanecer libres mientras su proceso por crímenes de guerra sigue adelante.
Los guerrilleros que abandonaron las armas recibieron condiciones especiales bajo un acuerdo de paz criticado por Uribe.
El partido de Uribe argumenta que el enfoque de los tribunales es inconsistente, y considera que la reforma propuesta reduciría las inconsistencias al consolidar las altas cortes.
El Centro Democrático está usando la detención de Uribe como «pretexto» para impulsar la reforma judicial y comenzar la campaña para las elecciones de 2022, incluso en medio de la pandemia de COVID-19 y las consecuencias económicas, dijo el senador del izquierdista Polo Democrático Jorge Robledo.
«El momento es absolutamente inadecuado», opinó Robledo. «¿Qué pueden pensar los ciudadanos en cualquier parte si se están muriendo de hambre, están enfermos, tienen a sus hijos sin educación, no tienen con que pagar el arriendo y entonces lo que ven es al Centro Democrático mirando a ver cómo gana las elecciones?»
El senador Valencia aseguró que la propuesta de reforma de la justicia se inspiró no sólo en el caso del expresidente, sino en las acusaciones de corrupción y en los largos retrasos en los casos. El grueso de la agenda de reforma del Gobierno no debería cambiar, afirmó.
Duque ha enfrentado bajos índices de aprobación y la resistencia del Congreso durante los dos primeros años de su mandato que termina en 2022. El presidente apoyó a Uribe tras la decisión de la corte y aseguró que es un hombre de honor al que se le debe permitir defenderse en libertad.
«Estábamos viendo que el COVID y la recuperación de COVID iban a determinar en gran medida el legado del presidente Duque y cómo lo verían los colombianos y la historia», dijo Guzmán. «Creo que ahora el legado del presidente Duque está mucho más ligado a cómo Uribe se desempeña judicialmente que cualquier otra cosa».
Para el senador Robledo, la defensa que hizo el presidente a favor de Uribe «es otra mancha más en el legado de Iván Duque».
Uribe enfrenta una pena de prisión de hasta 12 años. Una condena lo pondría en las filas de otros expresidentes latinoamericanos, incluidos Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Alberto Fujimori de Perú, que fueron encarcelados.
Uribe es conocido por impulsar una ofensiva militar contra la guerrilla izquierdista durante sus dos mandatos. Él y su familia han sido acusados durante mucho tiempo de vínculos paramilitares y su hermano Santiago enfrenta un cargo de asesinato, que él niega.
Los oponentes del expresidente elogiaron la decisión de la corte como una victoria largamente esperada para el sistema judicial y celebraron con reuniones y en las redes sociales, pese a que el político no ha sido condenado.
El caso no marca el comienzo del fin de Uribe como una figura política imponente, sostuvo Guzmán.
«Uribe tiene muchas vidas», concluyó.