viernes julio 19 de 2024

El reto político de Iván Duque será conquistar la gobernabilidad que le ha sido tan esquiva en la primera mitad del mandato

 

Redacción EL NUEVO SIGLO 

Bogotá, 07 de agosto_ RAM_ Al comenzar la segunda parte de su mandato, el mayor reto político será conquistar la gobernabilidad que le ha sido tan esquiva en la primera mitad.

Y no es que el Gobierno no haya podido con su bancada, integrada por congresistas del Centro Democrático, Partido Conservador, La U, MIRA, Colombia Justa Libres y ASI, sacar adelante proyectos clave, pero son varios los episodios en los que la indisciplina en sus filas ha provocado reveses importantes como, para citar solo un ejemplo, las objeciones a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP).

Pero cuando había logrado acercar a Cambio Radical para ampliar la base de su coalición -aunque es probable que nominalmente siga proclamándose independiente-, la medida de aseguramiento domiciliaria impuesta al senador Álvaro Uribe, del Centro Democrático, podría resultar en una carga de profundidad a esa pretendida gobernabilidad, aunque por otra parte también es una oportunidad para que Duque refuerce su propio liderazgo.

María Clara Escobar, directora ejecutiva del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga (ICP), le dijo a EL NUEVO SIGLO que “parece improbable” que se logre esa gobernabilidad, vital para sacar adelante una serie de reformas pendientes, “aunque hay que ver si tras la decisión de la Corte en contra del Expresidente, Duque adquiere un liderazgo importante en el Congreso”.

Para el analista político Nicolás Liendo, el presidente Duque tiene ante sí el reto de sortear “las demandas de que se polarice el debate y sus propios aliados quieran llevarlo a un extremo, a cambio de perder apoyo parlamentario”.

Liendo le señaló a este Diario que “políticamente, el Presidente se ha caracterizado por su moderación y gobierno sin partidismo, pero la detención de Uribe aumentará la polarización y puede desestabilizar las coaliciones existentes. El desafío estará en mantener la coalición para continuar con la agenda de reactivación económica y con un 2021 que estará dominado por la agenda electoral de 2022”.

Un ejemplo de las maniobras que tendrá que hacer Duque en este tiempo, es el de la reforma a la justicia, que el Centro Democrático ha propuesto adelantar a través de una Asamblea Constituyente, con planteamientos que no son nuevos en el uribismo, pero que cobran vigencia tras la decisión tomada por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema contra el fundador del Partido, como crear una Corte única.

Sobre este asunto, el presidente Duque ha dicho que “hay gran consenso nacional entre sectores políticos, partidos, la Rama Judicial, que han expresado que se requiere una reforma a la justicia que corrija fallas, una justicia más cercana al ciudadano, que le dé confianza a los colombianos, y que dé garantías para el ejercicio de la defensa y que permita al ciudadano ejercerla en libertad como primera línea”.

Pero ha precisado que hay diferentes visiones y propuestas por lo que espera se elija “ojalá el vehículo más rápido posible para dar confianza a los colombianos” de nuevo en la justicia.

Reformas

Poder alcanzar la gobernabilidad no es un asunto de poca monta, porque se requiere para avanzar en las propuestas por las que votaron la mayoría de los colombianos en 2018 y que son eje conductor del Plan de Desarrollo.

En palabras de Escobar, “el principal reto, a mi parecer, es el de sacar adelante las reformas ya anunciadas, principalmente reforma política y a la justicia”.

“También tiene grandes retos a nivel político, tanto nacional como internacionalmente, en lo relacionado con el tema de seguridad. Tiene compromisos importantes por ejemplo en el combate al narcotráfico, erradicación, etc.”, agregó.

Y en la coyuntura actual, el menú de reformas cobra trascendental vigencia en el marco de la reactivación económica.

Ahí, argumentó Liendo, “el reto es mantener a la coalición y sacar adelante los proyectos de reactivación mientras aún le toca gestionar la pandemia”.

“El principal reto es la recuperación de la economía y la gestión de los remanentes de la pandemia”, insistió. “Esto en un contexto económico mundial con altísima incertidumbre y volatilidad, con alta demanda para aumentar el gasto público que sería financiado principalmente por deuda externa -porque no hay de donde obtener más recursos en esa cantidad que se necesitan- y con una demanda por acelerar la modernización de la economía colombiana, validando esto el planteamiento de campaña del Presidente de la economía naranja”, anotó.

Por supuesto, esto abre oportunidades: “Las oportunidades son para avanzar en la agenda inicial de modernizar al país en materia de emprendimiento, de energías renovables y limpias, y en innovación. Sin embargo, como la pandemia ha supuesto un altísimo costo económico en pobreza y desempleo, seguro que los avances y planes que se venían haciendo en materia de equidad se atrasarán y costará más lograrlos”, expuso Liendo.

Aunque las cifras de los principales indicadores muestran que lo difícil ya pasó, los analistas estiman que la recuperación es ahora la gran prueba que deben superar el presidente Duque y su equipo económico.

Precisamente ese fue su compromiso el 20 de julio, en su discurso de instalación de las sesiones ordinarias del Congreso correspondientes a la tercera legislatura del cuatrienio, en el que anunció un menú de reformas relacionadas, principalmente, con la reactivación y la generación de empleo.

Su propuesta de un Compromiso Nacional implica una tarea compleja si se tiene en cuenta que incluso antes de la pandemia la economía estaba creciendo a un ritmo superior al de los últimos cinco años, pero mezclada con un desempleo también creciente.

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