Jaque al jeque…que vio caer su rey
Por Esteban Jaramillo Osorio
Bogotá, 23 de agosto_ RAM_ Labor de equipo, por encima de la suntuosa individualidad, para dominar la copa. Y no estaba James Rodríguez, quien huyó del frío, buscando la noche de Madrid, cuando era estrella y puntal del cambio.
Poderoso el Bayern Múnich, en todas sus líneas. Físico, combativo, asociado desde la técnica colectiva, con variedad de ritmos y versatilidad de esquemas.
Neymar, descontrolado, por una presión intensa, demostró que no es Messi, por su irregularidad y su inconsistencia. Hasta ahora no es su pie izquierdo. Ni el derecho de Ronaldo, porque ha perdido demasiado tiempo, viajando, bailando y llorando. Y, Mbappe, es bueno, pero no es Pelé. Así el mercadeo diga lo contrario y lo proyecte como relevo natural del futbol que se queda sin estrellas. *
La plata no es felicidad. Por eso esta es la historia de un Jeque humillado, a pesar de estar forrado en dólares, pero con ideas futboleras sin resultados victoriosos.
El Bayern, poderoso, demoledor, construido y administrado como una empresa, exenta de egos y escándalos, orientado por exfutbolistas, con jugadores de lujo que aportan lo necesario y algo más, para hacerse invencibles. Vestuario limpio el de Flick, con simpleza y sentido común en el manejo.
¡Qué equipo el Bayern! ¡Que jugador es Thiago! Y, como decía el Dr. Ochoa Uribe, con Neuer, como portero, se puede dormir tranquilo. EJO