El Ojo del Halkón ¡Sálvese quien pueda!
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez
BOGOTA, 30 de AGOSTO de 2020 RAM_ Después de 5 meses el Gobierno colombiano ha tomado la decisión de que hay que reactivar la economía del país, porque se considera que el peligro del COVID-19 se acabó o por lo menos se ha mitigado y se siente satisfecho con el trabajo realizado hasta el momento por las entidades de salud del Estado con la ayuda de la empresa privada.
Hay algo que nos preocupa y es nada más y nada menos que la indisciplina de los colombianos, que a pesar de estar en cuarentena en muchos lugares del país hicieron lo que les vino en gana, fue como un ver qué no sólo los jóvenes sino también los adultos se fueron a participar en fiestas con aforos superiores a 20 y 30 personas y otros tomaron la decisión de irse a la calle sin ninguna precaución so pretexto de no tener dinero para cubrir sus necesidades básicas.
En lo de las necesidades básicas estoy muy de acuerdo, porque el Gobierno anunció ayudas para mucha gente y creo que se cumplió lo que decía la guarachera de América Celia Cruz, de verdad verdad no hubo cama para tanta gente.
Esperemos que mañana no tengamos que lamentar, que nos toque hacer como algunos países de Europa, que están pensando en regresar al confinamiento total, por culpa de la pandemia, una pandemia que se esparce y que debe considerarse como ese enemigo oculto con el cual pelear no es muy fácil y que ataca cuando menos se piense.
Sabemos que las autoridades sanitarias de todo el mundo están trabajando fuertemente por encontrar la vacuna y a pesar del tinte político que se le ha metido al asunto, se ha trabajado y se puede decir que en este momento podemos estar a las puertas de conocer esa vacuna que evitará la pérdida de tantas vidas y que el contagio se siga propagando y de esta manera evitar que el problema económico no terminé principalmente con los más necesitados.
El Gobierno colombiano ha mostrado desde un comienzo su interés de ayudar a las empresas grandes, primero le ayudo a los bancos y ahora anuncia una ayuda a la empresa Avianca, para que pueda cumplir con sus recorridos a las diferentes ciudades del país. Quiero ser muy claro, no estoy en contra de lo que van a hacer con Avianca, pero no se ha tratado igual a las pequeñas empresas, muchas de las cuales han tenido que cerrar por falta de financiación dejando a un gran número de desempleados que mañana no saben qué van a hacer para pagar el sustento y las obligaciones de sus familias.
Ahora estamos ante una encrucijada, no sabemos sí lo mejor es abrir las puertas y que la cuarentena se termine a partir de este primero de septiembre o seguir tomando medidas de confinamiento en diferentes regiones del país, que por lo que sabemos aún no han llegado al pico alto de la pandemia.
Sabemos que hay medidas especiales, como el lavado de manos, el no acercamiento social, el tapabocas (enemigo de muchos), los pico y cédula y otras tantas que buscarán que el ciudadano común y corriente las cumpla por sí solo y no porque tiene las autoridades detrás las 24 horas del día.
No sabemos que irá a pasar en el momento que se abran las carreteras definitivamente, porque la mayoría de los colombianos tratarán de salir corriendo, sin darse cuenta que deben de tomar medidas para evitar que el contagio no llegue a sitios del país, que hasta el momento han sabido sortear la situación.
La apertura de los aeropuertos es algo bastante importante, pero de mucha responsabilidad, porque aquí el asunto no es de viajar por viajar, sino hacerlo por estricta necesidad y de esa manera evitar las montoneras y que las congestiones en los aeropuertos no sean el pan de cada día y que no estemos en condiciones de cumplir los protocolos para luego arrepentirnos.
Esta oportunidad debemos de aprovecharla y como dicen los abuelos sacarle el jugo, para que la economía se mueva nuevamente y que sabiendo manejar la situación esto sirva para el bien del país, cuando la economía comience a moverse y la situación económica de muchos a solucionarse; creo que en ese momento respiraremos tranquilamente y podremos salir adelante de este caos al que nos ha llevado este mal por estos meses.
Hay intereses creados en muchos sectores y hablo precisamente de algo que atañe a mi trabajo, pues el deporte es uno de los fuertes de nuestras actividades como periodistas, pero tenemos que ser conscientes que hay que respetar las medidas y los protocolos y no enloquecernos para abrir a la loca los estadios y querer todos estar allí en el escenario deportivo, muchas veces no respetando el no acercamiento y las emociones que de por sí trae el fútbol.
Este es el momento de mostrar prudencia, de demostrar de qué estamos hechos, que somos responsables y que el regreso del fútbol no sea nada más que para satisfacer los intereses personales de unos cuantos, porque creo que sin el fútbol nadie se va a morir, pero sí siendo irresponsables en el momento de iniciar actividades, sin respetar los protocolos y exigiendo al Gobierno la apertura de los estadios del país.
Cómo empezaba diciendo el título de la columna, el Gobierno simplemente dijo sálvese quien pueda, lo que quiere decir, sean responsables y es lo que esperamos de cada uno de nosotros, si es que queremos salir adelante.
Sabemos que Colombia es un país de gente buena y trabajadora y además echada para adelante, pero también esperamos que a eso se añada la responsabilidad, no pensando en los intereses personales, sino en el bien común y de esa manera saldremos adelante todos, de esta crisis que nos ha tenido acorralados y que ha dejado a muchos al borde de la quiebra, cómo lo que ha sucedido con algunos medios de comunicación, que no lograron tener la colaboración del Gobierno, por la exigencia hecha por los bancos, para hacer los préstamos necesarios y tratar de sacar el barco a flote.
Es el momento de poner cada uno de nosotros ese granito de arena y aunque no es fácil de esta, como decimos saldremos adelante.