miércoles julio 17 de 2024

Editorial: Gustavo Gómez "Un mes"

Bogotá, 22 de mayo _ RAM_ Un mes de paro, de justos reclamos de la gente que quiere que las cosas en este país cambien. Pero un mes también de situaciones que nadie, por noble que sea la intención, puede desestimar.

Un mes de enfrentamientos, un mes de afectaciones al empleo, un mes de cifras récord de contagios y muerte por covid, un mes de deterioro de los salarios, un mes de excesos de fuerza pública y vandalismo después de las 6 de la tarde, un mes de muertos y desaparecidos, un mes de inversión extranjera esquiva, un mes de madres sufriendo, un mes de puertos amenazados y saqueados, un mes chupando lacrimógenos, un mes de retenes criminales en las calles de Cali, un mes de niños lejos de recuperar la normalidad educativa, un mes de falta de insumos, un mes de trabajadores de la salud y la medicina muriendo, un mes de delincuentes que aprovechan las marchas para atracar y robar, un mes de expedientes hechos humo, un mes de estudiantes golpeados y maltratados,

un mes de autoridades debilitadas, un mes de políticos en efervescencia casi electoral, un mes de grados de inversión famélicos, un mes con el pan por las nubes, un mes de campesinos achicopalados, un mes de tensiones alrededor de los derechos humanos, un mes de botar leche y ver morir pollitos, un mes de familias asustadas, un mes con la vía al llano cerrada, un mes de pequeños comerciantes desesperados, un mes de bombas molotov e incendios, un mes de puntos de concentración, un mes de estatuas destruidas, un mes de puestos de mando unificado, un mes de soñar con la reactivación económica, un mes de muchachos deseosos de un cambio real, un mes de alcaldes acorralados, un mes de expresidentes salidos de los chiros, un mes de candidaturas que se empollan al calor de los ánimos, un mes de fútbol haciendo agua y pedalazos que nos ofrecen escasos momentos de dicha, un mes de inflación, un mes de mociones que no cuajan, un mes de debilidades palaciegas, un mes de escases en gas y combustibles, un mes de jornadas culturales callejeras, un mes de denuncias penales y tutelas, un mes de dólares saltarines, un mes de encierro, un mes de trinos desesperantes, un mes de bloqueos, un mes sin acuerdos.

Un mes, apenas un mes. Nunca nos habían pasado tantas cosas en un mes. Jamás habíamos sentido y padecido tanto en tan poco tiempo. Un mes que aún no logra aplastarnos. Qué gente resistente, valiente, y fuerte la de este país que amenaza a diario, como diría el presidente, con desagregarse.

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