Los problemas son añejos
Fusagasugá, Cundinamarca, 29 de mayo _ RAM_ Los problemas de Colombia no son de ahora y, en consecuencia, no se pueden o deben achacar solamente al actual presidente, Iván Duque Márquez.
Para comprobar en forma fehaciente lo anterior basta leer las secciones sobre los acontecimientos de hace 100, 50 y 25 años que tradicionalmente aparecen en los periódicos nacionales y en otros medios de comunicación.
Como simples espectadores de la situación de los últimos días y con motivo del paro nacional y las multitudinarias manifestaciones podemos aseverar que los problemas del país no se arreglan con hechos vandálicos; así las calamidades que padecemos lo que se pueden es agravar…
En los últimos tiempos lo que sí acontece es que los problemas han crecido en forma acelerada debido al aumento significativo de la población, el ingreso de más de 2 millones de venezolanos al país y ahora por el virus chino.
Entre otras, Colombia afronta desigualdades económicas y sociales desde hace muchos años; en esta situación ha contribuido el establecimiento de los estratos sociales.
También los problemas por el desempleo y la inseguridad han aumentado en forma acelerada.
Y como si lo anterior fuera poco en muchas regiones campesinas las cosechas agrícolas se pierden por diversos factores como la carencia de vías para transportarlas e incluso falta de trabajadores.
Otro grave problema es la prestación de los servicios de salud que no es eficiente; a miles de pacientes los demoran mucho para la atención médica y la entrega de medicamentos es deficiente; en todas las EPS y sus entidades adscritas se presentan graves hacinamientos y en las áreas de urgencias siempre hay congestión de pacientes.
Entonces los problemas añejos de Colombia no se pueden solucionar en forma inmediata pero sí en el presente gobierno se puede coadyuvar a disminuirlos.
Más concretamente y para concluir, males de muchos años es imposible acabarlos de la noche a la mañana.