viernes julio 19 de 2024

Talibanes se acercan a capital afgana, ciudad en el norte cae sin resistencia

14 agosto, 2021 Internacionales

El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, y el ministro de Defensa interino, Bismillah Khan Mohammadi, visitan a las fuerzas militares en Kabul, Afganistán. 14 agosto 2021. Palacio Presidencial de Afganistán/entrega vía Reuters.

KABUL, 14 ago (Reuters) –Fuerzas talibanas capturaron una gran ciudad en el norte de Afganistán el sábado, provocando la huída de las tropas afganas y acercándose aún más a Kabul, mientras los países occidentales se apuraban para evacuar a sus ciudadanos de la capital.

La caída de Mazar-i-Sharif, confirmada por un funcionario del consejo provincial, significó otra gran conquista para los militantes de línea dura, que han ocupado gran parte del país en las últimas semanas ante la retirada de las fuerzas lideradas por Estados Unidos. Kabul y Jalalabad, en el este del país, son las únicas grandes ciudades que no están en manos de los talibanes.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el sábado que su país enviaría 5.000 soldados para ayudar a evacuar a los ciudadanos y garantizar una reducción «ordenada y segura» del personal militar estadounidense. Un funcionario de Defensa de Estados Unidos afirmó que el despliegue incluyó a 1.000 soldados recién aprobados de la 82 División Aerotransportada.

Fotograma de una grabación de vido subida a redes sociales que muestra a personas reunidas mientras los talibanes ondean su bandera en la entrada de Kandahar, Afganistán. 14 agosto 2021. Entregada por los talibanes/vía Reuters.

Fuerzas de seguridad de Mazar-i-Sharif estaban escapando hacia la frontera con Uzbekistán, aseguró Afzal Hadid, jefe del consejo provincial de Balkh, a Reuters. La ciudad parecía haber caído en gran parte sin combates, aunque los enfrentamientos esporádicos continuaban cerca, dijo.

El líder de la milicia afgana Atta Mohammad Noor afirmó en una publicación de Facebook que el control de la provincia de Balkh, donde se encuentra Mazar-I-Sharif, fue entregada a los talibanes debido a una «conspiración».

Noor, exgobernador de Balkh, dijo que los talibanes intentaron atraparlo a él y al mariscal Abdul Rashid Dostum, otro líder de la milicia progubernamental. Los dos escaparon junto con otros funcionarios provinciales, dijo, sin revelar su ubicación.

«Desafortunadamente, como resultado de una gran conspiración organizada y cobarde, todas las instalaciones del gobierno y las fuerzas gubernamentales fueron entregadas a los talibanes», escribió Noor, agregando que «querían atrapar a mi amigo el mariscal Abdul Rashid y a mí, pero no tuvieron éxito».

Muchos afganos han huido de las provincias a la capital, expulsados ​​por los combates y temerosos de volver a un régimen islamista de línea dura, a medida que se desmorona la resistencia de las fuerzas del gobierno afgano.

Cuando la noche caía el sábado, cientos de personas se agolpaban en tiendas de campaña o a cielo abierto, a los costados de las carreteras y en aparcamientos, dijo un residente. «Se puede ver el miedo en sus caras», comentó.

El presidente, Ashraf Ghani, sostuvo conversaciones urgentes con líderes locales y socios internacionales, pero no dio señales de responder a la exigencia de los talibanes de que renuncie como condición para hablar sobre un alto el fuego.

Según indicó, su interés es «prevenir una mayor inestabilidad, violencia y desplazamiento de mi pueblo», dijo en un breve discurso televisado, agregando que las fuerzas de seguridad y defensa se están consolidando.

Qatar, que alberga negociaciones de paz entre el gobierno afgano y los talibanes, dijo que instó a los insurgentes a un alto el fuego durante una reunión con sus representantes el sábado.

Acercándose a Kabul

Con anterioridad, los talibanes enfrentaron poca resistencia para tomar Pul-e-Alam, capital de la provincia de Logar y 70 kilómetros al sur de Kabul, según un miembro del consejo provincial local, que habló con Reuters bajo condición de anonimato.

Autoridades policiales negaron, no obstante, los reportes de que los talibanes se habían acercado a Kabul desde Pul-e-Alam, que puede servir de plataforma para un posible asalto a la capital.

Un funcionario del gobierno afgano confirmó el viernes que Kandahar, la ciudad más grande del sur y corazón del movimiento talibán, está bajo control rebelde ahora que las fuerzas internacionales lideradas por Estados Unidos completan su retirada tras 20 años de guerra, que se lanzó tras los ataques del 11 de septiembre en 2001.

Fuera de Kabul, la única ciudad importante que todavía está bajo el control del gobierno es Jalalabad, cerca de la frontera con Pakistán en el este.

Tropas estadounidenses comenzaron a volar a Kabul para ayudar en la evacuación del personal de la embajada y otros civiles, dijo un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.

En un comunicado la noche del sábado, los talibanes dijeron que sus logros demostraron que eran popularmente aceptados por el pueblo afgano y buscaban asegurar tanto a los afganos como a los extranjeros que estarían a salvo.

Los hospitales intentaban lidiar con la llegada de heridos de los combates, con 17.000 tratados en julio y en la primera semana de agosto en instalaciones respaldadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja, según la agencia humanitaria.

Los combates generaron temores de una crisis de refugiados y un retroceso de los avances en derechos humanos, sobre todo para las mujeres. Canadá dijo que reasentará a más de 20.000 afganos vulnerables, incluidas mujeres líderes, trabajadoras de derechos humanos y periodistas, para protegerlas de las represalias de los talibanes.

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