Todo mi respeto…
Por Esteban Jaramillo Osorio.
El fútbol con su dinámica de lo impensado. Estadio repleto e inundado, lluvia con granizo, cancha enlagunada, retardo para el comienzo, nerviosismo y drama. Esa espera tensa y estresante, con un optimismo prudente, lleno de desasosiego. El plan fallido de pasajes iniciales, para aguantar un vendaval de llegadas del Medellín impulsivo pero desordenado. El gol llego con su explosión, cuando nadie lo esperaba y la renta era justa para celebrar con júbilo. Fue una jugada de estrategia, en la que Camilo Vargas paso de ser celoso guardián del pórtico y siempre figura, al primer atacante de su equipo. Un pase largo, bien orientado, que rubricó Arias, cazando un rebote con alardes técnicos para soltar un misil, que dejó a su antiguo equipo con las manos vacías. Santa Fe, el mejor del año, hizo fecundo el camino con ideas sencillas. Se construyó de atrás para adelante, con simpleza en la elaboración de su juego, aferrado a los cobros de faltas que siempre ejecutò con destreza, a la recia actuación de sus defensas, con intensidad en la disputa, y las veloces cabalgatas de sus delanteros en sintonía con el gol y con los triunfos. Santa Fe enfrento los atascos comunes en el irregular torneo. Favorito y primero en la reclasificación, sobrevivió en las finales entre desaciertos, derrotas inesperadas y sonados triunfos, aferrado a su garra, la que es tan histórica como su escudo.
Santa fe no es un canto al gol ni al fútbol. Es más, mucho más que esto. Es fiesta o es suplicio que no admite medias tintas. Es Santa Fe con rabia, con dolor, con ardentía, con la fortaleza que enseñan las caídas, con el llanto que traen las estrellas y el viacrucis de sus intenciones fallidas. Este Santa Fe campeón… El rojo del alma para tantos de sus hinchas, acostumbrados a los peores momentos, los que nunca amilanaron su espíritu. Como la ausencia sensible de su ídolo en momentos clave, las lesiones infortunadas, o la deserción de su goleador emblema, envuelto en confusos episodios.
Es Santa fe, campeón con todos los honores… Campeón y punto. Mis respetos.