Dos de cada tres niños de 10 años no saben leer: Mineducación
BOGOTA, 06 octubre,2022_RAM_ El cierre prolongado de escuelas durante la pandemia hizo que muchos expertos alertaran sobre los duros impactos en el aprendizaje y en la calidad educativa que esto tendrá sobre los estudiantes en estos años, dado que en el punto más álgido del coronavirus, los alumnos tuvieron que estar lejos de las aulas y adoptar la educación a distancia, en un panorama como el colombiano donde hay grandes brechas de conectividad.
Si bien muchos padres tienen tenían el temor de que sus hijos regresen a la presencialidad, para los especialistas era imperativo retomar la educación cara a cara para suplir grandes vacíos en el aprendizaje que ha dejado el cierre de colegios. Es más, el mismo ministro de Educación, Alejandro Gaviria, reconoció que por cuenta de este panorama en Colombia hay una crisis educativa.
Gaviria habló de varios retos que tiene el sector educativo. En el caso de la educación básica y medio mostró su preocupación por las brechas que hay entre las ciudades y la ruralidad, asegurando que hay una crisis de aprendizaje.
«Partimos de un diagnóstico en el que quiero ser claro y enfático: tenemos una crisis en nuestro sistema de educación. Esta crisis tiene varias formas de apreciarla. Si vamos a un colegio rural y encontramos un niño de 10 años, probablemente no sabe leer. Hoy en Colombia 2 de cada 3 niños en esa edad no saben leer», señaló el jefe de la cartera educativa», dijo Gaviria.
Para atender esta situación, el ministro señaló: «Estamos tratando de desplegar tres estrategias puntuales. La primera es un programa que ha sido exitoso en otros lugares y que nos fue presentado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que son tutorías remotas, tutores que están pendientes, por teléfono, videollamada y demás, del progreso educativo de los estudiantes».
El ministro explicó que para tratar de nivelar a los estudiantes y llenar esos vacíos en el aprendizaje se está aplicando la estrategia Evaluar para Avanzar, que permite que el profesor conozca individualmente la información de lo que está pasando con cada niño, «aunque el programa es muy bueno, no estaba entregando la información de manera digerible, por lo que estamos haciendo un esfuerzo para que esos datos de desempeño académico se conozcan de forma más sencilla, y así los docentes sepan en qué aspectos y cómo hacer los refuerzos necesarios».
Hace un par de meses, en entrevista publicada por la ONU, Robert Jenkins, director de educación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, alertó los efectos de la pandemia en los estudiantes de todo el mundo.
Jenkins explicó que a medida que se obtienen más y más datos, es claro el impacto desproporcionado que el cierre de escuelas ha tenido, en términos de pérdida de aprendizaje, en los niños menos favorecidos.
Antes de la pandemia, el 53% de los niños de 10 años que vivían en países de ingresos bajos y medios no leían suficiente o no lo hacían de forma eficaz, y no cumplían los requisitos mínimos de alfabetización y aritmética básica. Se estima que esta cifra puede alcanzar el 70%.
Es decir, el 70% de los niños de 10 años no son capaces de leer o comprender un texto sencillo, y los niños que viven en países con resultados negativos de aprendizaje antes de la pandemia suelen ser también los que mantienen sus escuelas cerradas durante más tiempo.
Asimismo, los niños desfavorecidos disponían de menor acceso al aprendizaje a distancia, ya que tenían menos probabilidades de vivir en zonas en la que se ofreciera este tipo de aprendizaje; o no tenían acceso a un dispositivo, o a la radio o televisión.