martes julio 16 de 2024

Banco de la República bajó a 0,9% su previsión del PIB para este año

03 agosto, 2023 Económicas

Sede del Banco de la República Foto Catalina Olaya – El Nuevo Siglo

Bogotá, 03 agosto, 2023_RAM_EL aterrizaje de la economía colombiana durante los dos primeros trimestres del año, hizo que el Banco de la República redujera su previsión del crecimiento para este año de 1% a 0,9%.

En su informe de política monetaria de julio, el equipo técnico del Banco explicó que esta proyección está sujeta a una fuerte incertidumbre por factores externos, como tensiones políticas globales, y los efectos de la política monetaria en los países avanzados sobre el crecimiento económico y los precios de los bienes que exporta Colombia.

Señala la institución que “también existe incertidumbre por factores internos como el impacto de las reformas que se implementen y la respuesta del gasto de firmas y hogares a las actuales condiciones de financiamiento, entre otros”.

Con esto, en 2023 el crecimiento anual sería ligeramente inferior al esperado para 2024 de 1%.

Argumenta el Emisor que “los excesos de demanda (medidos a través de la brecha del producto) se diluirían hacia finales de 2023 y se tornarían negativos en 2024. Estas estimaciones continúan sujetas a un alto grado de incertidumbre por factores externos (tensiones políticas globales, política monetaria en los países avanzados, etcétera.) e internos (incertidumbre sobre la evolución e impacto de las reformas presentadas al Congreso, respuesta de la demanda interna a las condiciones financieras internas, el aumento del déficit fiscal esperado para 2024)”.

Expone el Banco central en su informe, que “la actividad económica continúa creciendo, pero ahora a un ritmo más sostenible. Se espera que a final de año se acerque a niveles compatibles con la capacidad productiva de la economía y con la convergencia de la inflación hacia la meta del 3%”.

Sin embargo, la entidad señala que actualmente “los niveles de actividad económica se mantienen altos, a pesar de su desaceleración. Este menor crecimiento es necesario para que la producción y el gasto converjan a trayectorias sostenibles en el tiempo y se disminuyan las presiones de un exceso de gasto sobre la inflación”.

Además, en el estudio, sostienen que “esta desaceleración se ha visto reflejada en reducciones en las importaciones y la inversión en maquinaria y equipo, y en un bajo crecimiento del consumo de los hogares. Este ajuste de la economía es sano y permite reducir el déficit externo, el cual fue muy elevado en 2021 y 2022”.

Indican, asimismo que “el mercado laboral continúa mostrando un buen desempeño, con crecimientos sostenidos en la creación de empleo y una tasa de desempleo que se mantiene en niveles históricamente bajos”.

Por último, el Emisor asegura, que la inflación empezó a caer en el segundo trimestre de 2023. Se proyecta que siga cayendo en los siguientes trimestres y esté cerca de la meta del 3% a finales de 2024.

“En junio de 2023, la inflación fue del 12,1% y completó tres meses con descensos consecutivos, desde el 13,1% alcanzado en marzo”.

Explica, también que “los principales factores detrás del descenso de la inflación fueron entre ellos los menores incrementos en los precios de los alimentos por buena oferta agrícola local y reducciones de los precios internacionales de los alimentos importados”.

De igual manera, se presenta una caída de la tasa de cambio y de los costos de transporte (fletes) que reduce las presiones al alza de los precios de los bienes, principalmente de los importados.

Adicionalmente están “los efectos acumulados de los aumentos de la tasa de interés de política monetaria, a través de su impacto en la moderación del crédito y del gasto de firmas y hogares. En contraste, el comportamiento de los precios de algunos servicios y los incrementos requeridos en el precio de la gasolina no han permitido que la inflación se reduzca más”.

Manifiestan que se espera que el buen comportamiento de los precios de los alimentos continúe y que la inflación básica (que excluye alimentos y regulados) comience a moderarse en los próximos meses. Hacia adelante, los ajustes adicionales en los combustibles continuarán limitando la reducción de la inflación, aunque en 2024 dichos ajustes serían menores, lo cual contribuiría a acercar la inflación a la meta del Banco de la República (3%)”.

Advierten, sin embargo, que “la evolución de la inflación enfrenta una incertidumbre elevada. Los principales factores de riesgo los genera la duda sobre el comportamiento de la tasa de cambio, el ritmo de ajuste en el gasto de hogares, gobierno y empresas, y las decisiones que se tomen sobre el precio de los combustibles y de la energía eléctrica, así como como por la posible ocurrencia de un fenómeno de El Niño”.

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