Entidades de crédito lograron utilidades de $5,2 billones

Bogotá, 19 septiembre, 2023_RAM_En el primer semestre del año los resultados del sistema financiero fueron positivos en términos nominales. Al cierre de junio, los establecimientos de crédito alcanzaron utilidades por $ 5,2 billones, de acuerdo con la Superintendencia Financiera.

De este total, los bancos reportaron ganancias acumuladas por $ 4,8 billones, las corporaciones financieras $ 564.200 millones, las compañías de financiamiento $ 138.000 millones y las cooperativas de carácter financiero $ 14.200 millones.

Según la Superfinanciera, en el caso de las Instituciones Oficiales Especiales (IOEs), tuvieron utilidades por $ 2,6 billones.

Por otra parte, las inversiones de las vigiladas con recursos propios y de terceros en el mercado de capitales alcanzaron $ 1.144.6 billones, el 74,5% del PIB.

Según el informe, desde junio se ha observado una disminución de la brecha entre la participación de las inversiones correspondientes a los recursos de terceros y a los recursos propios, el 57,2% del portafolio total correspondió a recursos de los fondos administrados por entidades vigiladas, en especial de los fondos de pensiones y cesantías (36,6% del total de las inversiones). El 42,8% restante del portafolio se originó en los recursos propios de las entidades, en especial de los establecimientos de crédito (18,6% del total de las inversiones).

Por otro lado, a junio de 2023 los activos del sistema financiero ascendieron a $ 2.780.5 billones, cifra superior en $ 297.1 billones frente junio de 2022, lo que corresponde con una variación real anual de -0,15% y nominal de 12% anual.

Durante el 2023 los activos del sistema han reflejado una tendencia positiva. La relación de activos totales a PIB al corte fue 181,1%. Del total de activos del sistema, el 50% correspondió a las sociedades y el 50% restante a los fondos de terceros administrados por ellas.

Esta composición se ha mantenido estable en lo corrido del 2023. Entre los activos propios de las sociedades, los de mayor monto fueron los de los establecimientos de crédito $ 993.4 billones, seguidos de los proveedores de infraestructura ($ 138.6 billones), las aseguradoras ($ 130.9 billones), y las instituciones oficiales especiales (IOE) ($ 109.1 billones).

Por su parte, en los activos de terceros, los más destacados fueron los fondos administrados por sociedades fiduciarias, que incluyen los activos en custodia, con $ 904.5 billones, seguidos por los fondos de pensiones y cesantías $ 435 billones.

Indica el informe, que en junio los establecimientos de crédito participaron con el 71,5% de los activos de las entidades financieras (35,7% si se incluyen los fondos administrados). En términos reales el saldo de los activos se contrajo 3,1% anual, dado que se evidenció un menor dinamismo en los saldos de efectivo y equivalentes (-13,7%), de las operaciones del mercado monetario (-8,8%), de las inversiones y operaciones con derivados (-2%), así como de la cartera de créditos y operaciones de leasing (-2,9%).

Adicionalmente, otros activos tuvieron un crecimiento positivo (5%). El desempeño de los activos en términos reales refleja tres factores: (i) el menor ritmo de crecimiento de la cartera acorde con el panorama macroeconómico y la desaceleración de la actividad económica, (ii) la volatilidad de los mercados financieros, que redujo el margen de valorización de las inversiones y (iii) el crecimiento nominal de 8,6%, que al descontar la inflación se traduce en una variación real negativa.

Desagregando por tipo de las entidades de crédito, los bancos aumentaron en $ 73,8 billones los activos totales frente a junio de 2022, las corporaciones financieras en $ 3,1 billones y las compañías de financiamiento y las cooperativas financieras en $ 1,5 billones y $ 264.500 millones, respectivamente.

Por su parte, los establecimientos de crédito centraron su actividad en la colocación de créditos (63,5%) y en las inversiones, así como en las operaciones con derivados (21,4%); rubros en los que se han enfocado históricamente y cuya participación en los últimos cinco años ha disminuido para cartera (67,2% en junio de 2018) y aumentado para los derivados (19% en junio de 2018).

Asimismo, la cartera bruta continuó su desaceleración, explicada por el menor dinamismo de cartera a hogares (consumo y vivienda), y de la cartera comercial que no fue compensado por el crecimiento de la cartera de microcrédito.

En los últimos cinco años no se habían observado aportes negativos por parte de la cartera hogares y empresas a la cartera total como ocurrió al cierre de este primer semestre de 2023. En este mismo corte, la cartera a hogares aportó -2,2% (4,5% en junio de 2022) al total de la cartera, mientras que la cartera a empresas aportó -0,5% (1,5% en junio de 2022).