El Ojo del Halkón
Minifaldas en protesta
Por Rudames
No parece que estuviéramos en pleno siglo XXI sino en los tiempos de la inquisición y no hablamos de asuntos religiosos, hablamos de la intolerancia y del poco valor que sigue existiendo por las mujeres no solo del país sino del mundo.
Al mediodía de este domingo 17 de noviembre, fecha que no debe de olvidarse, un grupo de jóvenes de todas las edades protestaron ante las instalaciones del restaurante “Andrés Carne de Res”, de propiedad del empresario antioqueño Andrés Jaramillo, quien dio unas fuertes declaraciones hace exactamente una semana, luego de que se conociera, que una joven que lucía una bella minifalda y que cuenta con 19 años de edad, fuera violada en las afueras del parqueadero en el municipio de Chía, al norte de la capital colombiana.
La noticia, no hubiera pasado a más y hubiera sido una de tantas de las noticias judiciales que abundan en la capital colombiana los fines de semana, pero la cosa pasó de castaño a oscuro, cuando el propietario del establecimiento salió a dar declaraciones a la prensa, a atacar a los medios de comunicación y a decir que la responsable de lo que había sucedido; es decir, de la violación, había sido la joven, por llevar como atuendo una linda y atractiva minifalda.
Esto fue de acabarse, los medios de comunicación hicieron ecos de estas declaraciones, se mostraron escandalizados algunos sectores de la población y según se dice, algunos miembros de las autoridades, llamese policías, no entregaron los informes de lo sucedido en el momento oportuno y a pesar de que el posible responsable de lo sucedido se entregara a las autoridades, vuelvo y repito el escándalo de lo sucedido tomó mas fuerza y eco en la población, por las declaraciones del señor Jaramillo, un hombre de gran trayectoria y renombre no solo nacional sino internacional, por el manejo que le da a sus restaurantes, los que son visitados por centenares de personas los fines de semana tanto en la sede principal de Chía, como en la zona del Centro Andino.
Lo interesa decir en estos momentos es que esos comentarios fuera de contexto fueron bastante salidos de tono y no interesaba que atuendo llevara la joven víctima, sino la agresión que se cometió contra ella y no sabemos que le pasó a Andrés Jaramillo, a quien creo que se le olvidó que es de la época gloriosa de la atractiva prenda de vestir para las mujeres de entonces.
No estoy defendiendo nada de la moda, considero que las modas son algo comercial, pero lo importante es que los trajes ya sean largos o cortos se sepan llevar, porque el fin de los mismos es el de marcar la elegancia de quien lo lleva y una mujer joven y de edad adecuada, queda muy elegante y bella con una minifalda, eso si decían nuestras madres, que una de las cosas de tener en cuenta para que una minifalda luciera, era que se supiera llevar y que quien la llevara tuviera unas bellas piernas. No hubo quien no opinara que esa prenda era bastante vulgar, pues los santurrones y santurronas de entonces, que por lo que veo aún siguen siendo, la veían pecaminosa y eso depende desde el punto de vista de cada quien.
Quise tocar este tema, simple y llanamente, porque quedé con la boca abierta y aterrado al escuchar una encuesta que presentaron en el noticiero de televisión de RCN, en el que el 48% de las personas encuestadas, estaban de acuerdo, que la joven era la culpable por el atuendo que llevaba y lo más grave de esto es que entre los preguntados el porcentaje más alto era de mujeres, cuando uno creería que por solidaridad de género las cosas serían totalmente diferentes.
Lo anterior quiere decir que una mujer colombiana no puede vestir una minifalda, un pantalón apretado y mucho menos un short, porque se está ofreciendo a que se le irrespete y que sea presa fácil de los violadores. Qué pena, lo anterior solo quiere decir que vivimos en un país de machistas, de vulgares gentes y mucho más inmaduros, que no sabemos valorar la belleza y que todo lo tomamos con un morbo más que descarado, lo que sumado a la intolerancia, nos siguen poniendo ante la faz de la tierra como uno de los países más violentos.
Creo que lo que falta es educación, educación que debe salir desde el seno de los propios hogares, donde se debe enseñar a respetar a los semejantes, y en especial a las mujeres, ancianos y niños, porque si no educamos a nuestro pueblo, lo que está tratando de buscar el gobierno del presidente Santos en los diálogos de La Habana con las FARC, que es la paz, jamás llegará.
No debemos de mirar a las mujeres, como un objeto sexual, a pesar de que eso es lo que nos enseñan la mayor cantidad de avisos publicitarios, que las utilizan casi desnudas, para anunciar un desodorante o un artículo masculino y que decir cuando algunas presentadoras de televisión de la sección de espectáculos y entretenimiento se muestran con escasas ropas, especialmente cuando de presentar eventos como el Reinado de Cartagena corresponden.
No sé cómo va a sortear Andrés Jaramillo esta crisis que le puede afectar para sus intereses comerciales, aunque como somos los colombianos, esto no va a pasar de ser algo folclórico y de pronto el lugar tenga más visitantes a partir de este momento.
Lo importante es que las autoridades descubran lo sucedido, castiguen a los responsables y si hubo obstrucción a la justicia, cada quien pague por lo que hizo.
Los hombres debemos recordar que hay que respetar a las mujeres, porque todos somos hijos de una mujer y muchos tenemos esposas, hijas y nietas a quien respetar, y las mujeres no deben de olvidar que deben de respaldarse en cuanto a defender sus derechos corresponde.