martes diciembre 17 de 2024

El Ojo del Halkón Elecciones sin trampas y violencia

Por Rubén Darío Mejía Sánchez

Cuando hablamos que estamos en un país civilizado nos da vergüenza lo que estamos viendo en estas elecciones regionales y principalmente en las candidaturas que tienen que ver con alcaldías, porque han salido una serie de mañas de la gente simplemente para hacerle daño a los demás: Por ejemplo, en este momento estamos condenando que se esté utilizando la Inteligencia artificial para poner a los candidatos a decir lo que ellos no han dicho, eso es bastante grave.

También pasó con la campaña de Juan Fernando Galán cuando se entraron a su oficina de campaña y se le robaron el computador con todos sus datos y todo lo que tenía y ésta es la hora que no se sabe nada porque la investigación de la Fiscalía General de la Nación está simplemente en eso, en una exhaustiva investigación.

No estoy aquí para hacerle campaña a nadie, pero sí quisiera que estuviéramos al frente de unas elecciones regionales 2023 que fueran marcadas por la sinceridad y por los programas de gobierno de cada uno de los aspirantes y no con trampas, porque eso de ponerle zancadilla a los demás para uno alcanzar lo propio, me parece lo más rastrero que pueda suceder.

Ha habido bastante alerta de que va a haber elecciones en medio de violencia por la forma de actuar de los grupos alzados en armas y también de quienes no quieren que haya paz en Colombia y mucho menos que las cosas salgan bien. Debíamos de demostrarle al mundo que somos una gente buena, trabajadora y con principios y no gente llena de mañas que nos hacen cada día peores ante la opinión no solo colombiana sino a nivel mundial.

Los deportistas, los artistas, los científicos y los grandes talentos que tenemos han puesto el nombre de Colombia en alto en los últimos años pero todo lo que ellos hacen se ve borrado por la violencia que se está publicando cada día y que parece que fuera el pan de cada desayuno por parte de los medios de comunicación que no le dan importancia a los asuntos buenos sino a las cosas que están sucediendo. Sabemos que hay un problema grande de orden público, sabemos que hay muchos problemas económicos, sabemos que hay muchos problemas en los diferentes campos, pero en vez de acabar con el país debíamos de unirnos para buscar soluciones y no para acabar con lo bueno que logran unos y que creo que se puede decir que es mucho; lo bueno que logran los campesinos, la gente que madruga a trabajar y la gente que solo quiere vivir en paz. Pero hay políticos que son unos maestros para los escándalos, les fascina hablar en contra de los demás, les fascina criticar y si uno le va a hacer el examen de los trabajos que han hecho en el Congreso nos damos cuenta que no han pasado de ir a sentarse o simplemente a salirse en el momento de hacer una votación de algún proyecto de ley, sea bueno o sea regular para el país, pero simplemente no responden lo que creen de eso, sino que salen despavoridos, qué bueno que eso pasara cuando van a cobrar la millonada de dinero que se ganan cada mes por ir a las sesiones del congreso.

El mundo está asombrado por lo que le está pasando a Israel y a Palestina, el mundo está asombrado por todo lo que ha sucedido, pero no se ha dado cuenta que en sus propios países las cosas siguen graves y peor las opiniones de algunos mandatarios, entre los que está el presidente de Colombia Gustavo Petro, cuando apoya a quienes son guerrilleros; y no voy a decir como los demás que es su manera de pensar, porque él también fue guerrillero, sino que me doy cuenta de algo y estoy de acuerdo con lo que decía uno de los candidatos a la Alcaldía de Bogotá, cuando le preguntaron sobre el Presidente y tranquilamente contestó que estaba muy desorientado y desubicado, que no sabía para dónde iba y de verdad ha demostrado una y otra vez que fue un gran congresista y si regresara al Congreso lo volvería a hacer muy bien, en cambio es un mal gobernante, es un mal administrador y así como van las cosas se cumple lo que decía mi abuela, “estamos viviendo de milagro”.

29 de octubre, una fecha que debe marcarse porque hemos cumplido con la democracia, una fecha que debe de recordarse porque los millones de colombianos salieron a la calle a elegir sus gobernadores, sus alcaldes, sus concejales y sus ediles además de los diputados a la asamblea, una fecha que debe recordarse con satisfacción y no que recordemos cuántos muertos hubo, cuántas trampas hubo y con cuántas personas acabamos hablando de ellas; que no simplemente se asesina con un arma sino acabando con la reputación de una persona. Recuerdo que decía mi abuelo que estaba en contra de robar, pero si un ladrón se arrepentía podía devolver lo que se había robado, pero quien hablaba más de los demás y lo deshonraba nunca podía poner las cosas en orden y eso es precisamente lo que hacemos en Colombia.

Qué pena que se están utilizando los medios y las redes sociales para difamar y acabar con los demás, no los sabemos utilizar bien, no los sabemos tener en cuenta como una herramienta para sacar adelante el país, somos tan egoístas que no nos importa ni el país, ni lo que nos va a suceder, pero aún sigo creyendo que hay gente que quiere la paz, gente que quiere ir a trabajar y que hay dirigentes honestos y capaces para poner la cara y hacer que la corrupción, los odios y los rencores sean derrotados para el bien de Colombia, un país que debe brillar ante el mundo por sus cosas buenas y no por sus cosas malas.

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