Colombia cerró con una inflación del 9,28 por ciento en 2023

Plaza de mercado en Bogotá

Bogotá, 09 enero, 2024_RAM_El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Colombia cerró en 9,28 por ciento en 2023, lo que representó una reducción de 3,8 puntos porcentuales en la comparación interanual, según datos oficiales divulgados hoy.

Según explicó Andrea Ramírez Pico, directora técnica de la dirección de metodología del Dane, el índice de precios al consumidor (IPC) en diciembre se ubicó en 0.37, con lo que la inflación llegó al guarismo antes mencionado.

De esta forma, la inflación vuelve a estar por debajo de los dos dígitos, con excepción de cuatro ciudades, según indicó la funcionaria, quien destacó que ello se debe -al igual que en el resto del país- por las alzas en los combustibles, lo que incide en el transporte tanto de personas como de alimentos.

De acuerdo con el informe presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el sector que más contribuyó al encarecimiento de la vida durante el pasado año fue el transporte con una variación del 15,42 por ciento debido a los reajustes en el precio del galón de gasolina.

En tanto, hoteles y servicio de restaurantes marcaron un incremento del 13,22 por ciento, las bebidas un 11, 9 por ciento y los alimentos un cinco por ciento.

La cifra del IPC anual mejoró con respecto a las expectativas de los analistas económicos, que esperaban que la variación del 2023 se situara cerca del 9,5 por ciento.

Asimismo, el guarismo constituye una buena señal con respecto al control de la inflación, que no estaba en un dígito desde junio de 2022, cuando cerró en 9,67 por ciento.

Señaló el reporte además que el Índice de Precios al Consumidor en diciembre del año pasado quedó en 0,45 por ciento en comparación con noviembre, mientras que en el mismo mes de 2022 el resultado fue del 1,26 por ciento.

Durante diciembre pasado los mayores incrementos de precios se notificaron en los servicios de alojamiento en hoteles, pensiones, posadas, hostales y moteles, con un 2,97 por ciento.

Así, las ciudades más caras y con IPC por encima de la variación anual del año anterior fueron Valledupar (10.69%), Montería (10.5%), Santa Marta (10.4%) y Barranquilla (10.35%).

Ramírez explicó que cuando vemos que pasó con las ciudades donde la variación fue mayor, como en Valledupar que terminó con 10,69 %, «vemos y es lo que pasa en la mayor cantidad de ciudades, es que los combustibles para vehículos hacen un gran aporte”.

En contraposición, las ciudades donde el costo de vida fue más bajo y por debajo de la registrada en 2023 son Villavicencio (7.19%), Ibagué (7%), Neiva (8.11%) y Tunja (8.16%).

La baja en los precios de algunos alimentos, así como de los aceites contribuyeron, según el Dane, a que la inflación anual se ubicara en un dígito. La experta del Dane indicó que incidieron notablemente el bajonazo que tuvieron cuatro de ellos: Plátanos, con una variación negativa de -15.22%, Cebolla (-18.76%), Aceites (-10.74%) y Papas (-9.76%).

En el otro extremo, las categorías que registraron mayor variación fueron transporte (15,42%), restaurantes y hoteles (13,22%) y bebidas alcohólicas y tabaco (11,95%), mientras que prendas de vestir y calzado (5,23%); alimentos y bebidas no alcohólicas (5%) e información y comunicación (0,12%) fueron las de menor expansión el año anterior.

A noviembre el costo de vida acumulaba un crecimiento del 10,15 % y las previsiones del Gobierno, según lo dijo el viernes el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, son que el indicador de todo el año se haya ubicado en un 9,5 %.

Esto, de acuerdo con el titular de las finanzas, significaría que el salario mínimo estaría creciendo en un 2,5 % por encima de la inflación causada en 2023.

Tanto para el Banco de la República como para otros análisis de este estudio económico, el costo de vida del año pasado se pudo haber ubicado entre un 9,5 % y un 9,7 %. Un aumento mayor alejaría la posibilidad de que el Emisor baje sus tasas de interés y con ello abarate el costo del crédito, inyecte liquidez a la economía y facilite la inversión, todo lo cual es clave para que el aparato productivo repunte.

Esto es urgente a la vez que la economía del año pasado no habría crecido más del 1 % en promedio y los pronósticos para este 2024 son que aumente como máximo un 1,8 %, confirmando la descolgada productiva, después de haber crecido 7,5 % en el 2022 y 10,8 % en 2021.