Todos ponen
Octavio Quintero
El Estado debiera levantar el velo corporativo de las EPS intervenidas: Famisanar, Emssanar, Savia Salud, S.O.S y Asmet Salud, destinadas por el gobierno a implementar el modelo de salud preventiva, con el fin de que sus administradores y asociados responden por las deudas que tienen con las clínicas y hospitales, que les prestaron los servicios de salud a sus afiliados.
Entre las cinco reunían a por lo menos 6 millones de afiliados y la deuda sumaba, al momento de ser intervenidas, más de tres billones de pesos… Es un billete largo, como dice la gente. Si no ejecuta a los administrados y asociados, el Estado deberá pagar la deuda, es decir, sacar del bolsillo de todos nosotros los billones que quedaron debiendo a clínicas y hospitales, para que las IPS sigan atendiendo a los afiliados.
Es de aclarar que esa deuda la fueron acumulando, mientras recibían y se embolsillaban la plata que el Estado les entregaba por cada afiliado, lo que se conoce como UPC (Unidad de Pago por Capitación), que debió llevarse a reservas técnicas de ley; pero como el gobierno anterior las autorizó para que se las gastarán en otros menesteres, ahora todos tendremos que llevar del bulto, mientras sus administradores y dueños hacen mutis con los bolsillos llenos.
¡Bonito así! Los mismos que, prácticamente, condenan a la pena de muerte a rateros y atracadores, a manos de civiles armados en las ciudades, defienden las EPS, un robo continuado de los cuello blanco.
Esta no es una defensa de delincuentes que matan a personas por robarle un celular, por si alguien lo entendiera así; sino un reclamo a quienes ven, o no ven, mejor, que también se mata gente cuando se roban los recursos destinados a la salud, a través de las EPS.