martes julio 16 de 2024

Ante América, no es “ensaladita ligth”

Jugadores del Once Caldas posan para una foto previo al partido entre Atlético Junior y Once Caldas por la fecha 18 como parte de la Liga BetPlay DIMAYOR I 2024 jugado en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez la ciudad de Barranquilla. Foto: VizzorImage / Jairo Cassiani / Contribuidor

Esteban Jaramillo Osorio

“En el futbol tal vez lloro, tal vez río, tal vez pierdo, tal vez sueño, o tal vez gano”.

Tan impredecible es, tan inesperado y complejo, con la incertidumbre del resultado.

Con él, siempre la tensa espera, el ambiente nervioso, la polémica que alimenta la expectativa y la lucha oral entre optimistas y pesimistas.

En el Once Caldas, entre aquellos que celebraron el placentero viaje hacia el umbral de la clasificación y los escépticos, viscerales, en la espiral del negativismo, con inocultable disgusto al ver al club anclado con 28 puntos, a la espera de uno, solo uno, que ven imposible, para clasificar.

Ahora la vida en un partido, como si el futbol fuera una cuestión de vida o muerte. Pero no lo es.

Equivale, ante el América, el próximo rival, (después de Fortaleza en el torneo alternativo) a calentar la tribuna con juego calculado e inteligente, a aprovechar la ventaja del arranque porque la igualdad clasifica, a explotar la localía y el desencanto del rival eliminado, sin temerle, sin menosprecio a sus jugadores a punto del despido, por su eliminación.

Es establecer diferencias entre tener el balón, controlar el ritmo del juego, consolidarse defensivamente, sin pegar, sin defenderse cerca de la portería, sin descuidar zonas medias de marca y, como complemento, mejorar con criterio el volumen de ataque.

Con otras alternativas, distintas a las que han llevado a Dayro y al equipo a su infectividad reciente, pese a las exquisiteces creativas de Arce, solitario en su labor.

Es concentración total, con densidad en el medio juego, con bloques compactos, cercanos, con repliegues intensos, sin permitir faltas al borde del área, por el peligro de los cobros directos, ni darle espacio a su velocidad, sin dejarse provocar, sin pelear con el árbitro. Para esto último está el público con su presión y el capitán para hacerse sentir. Es saber jugar con la cabeza y los pies.

Este partido no es “Ensaladita light”, como dice el Gran Combo. No hay mañana, aunque como piensan aquellos que luchan hasta el final: ¿Quién dijo miedo? Esteban J.

Mi respuesta a la pregunta que me formularon Sobre uno de los grandes ídolos del ONCE CALDAS

 

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