martes diciembre 17 de 2024

«Monumental chocorazo en Venezuela»

03 agosto, 2024 Opinión Andrés Hoyos

Andrés Hoyos

Hasta el pasado fin de semana, todas las alarmas estaban encendidas en Venezuela. El régimen de Maduro impidió la entrada de observadores internacionales, uno tras otro, de cualquier orientación política distinta del chavismo puro: Vicente Fox, Cayetana Álvarez de Toledo, Claudia López, Angélica Lozano, Mireya Moscoso, Miguel Ángel Rodríguez, la exvicepresidenta colombiana Marta Lucía Ramírez, y no pare de contar.

Llegado el domingo 28, la gente salió a votar masivamente, incluso más de lo previsto. Desde la noche anterior hubo largas colas ante las mesas de votación. Aunque los ciudadanos que en teoría podían votar son 21 millones, los cálculos parten de un padrón electoral de 17 millones de electores aptos. Las solas imágenes le dicen a uno que la participación tiene que haberse aproximado al 80%. De ahí que muchos hayamos pasado la noche del domingo a la expectativa de los resultados, pendientes de la televisión, de las páginas web de noticias digitales y de las redes sociales. ¿Se intentaría un colosal fraude?

Corte al lunes en la mañana: a pesar de haber perdido por más del doble de los votos, según todas las evidencias, Maduro se declaró vencedor, en lo que constituye un monumental chocorazo (expresión colombiana que significa “gran fraude electoral”). Así, la constitución chavista quedó herida de muerte y desaparecieron las intenciones de clemencia con los crímenes cometidos por el régimen. Ahora están redivivos. En adelante y dependiendo de lo que dure el usurpador en el poder, vendrá un fuerte bajón económico, así como habrá nuevas oleadas de emigrantes, por ejemplo, hacia esta atribulada Colombia. El Consejo Nacional Electoral (CNE) naufragó de manera definitiva.

No se conocen las actas electorales. María Corina Machado dice: “Tenemos todas las actas, no sé de dónde sacaron ellos esos números, pero nuestras actas dicen que Edmundo González Urrutia sacó el 70 % de los votos”. De seguro, María Corina y sus aliados tienen planes. ¿Qué harán? Empecemos por lo obvio. En los próximos días y semanas se van a tomar las calles del país. Con todo, la crisis en Venezuela no se acaba ahora. La resistencia del régimen a conceder la derrota tomará unas semanas, a lo sumo unos meses. Entonces llegará el fin del chavismo por presión de la gente. Un partido que hace trampa de forma sistemática no puede perdurar.

Aunque no es el factor decisivo, la reacción internacional tendrá su peso. “Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”, escribe Boric. Varios otros países rechazaron los resultados, mientras que el secretario de Estado americano, Anthony Blinken dijo: “Tenemos serias preocupaciones de que los resultados anunciados no reflejen la voluntad de los votos ni del pueblo venezolano”. Si Maduro se rancha en su trampa, las reacciones pueden arreciar. Por ahora, solo Putin, Cuba, Bolivia, Nicaragua e Irán lo han felicitado, confirmando el dicho de que el ladrón juzga por su condición.

Uno cree que la tensión en los cuarteles de Venezuela debe ser muy intensa. No va a desaparecer. Ellos saben que si tienen que sostener un fraude, en últimas les pedirán matar ciudadanos indefensos, un crimen de lesa humanidad que no es amnistiable.

No es imposible que tomen presa a María Corina Machado. Sin embargo, raro procedimiento sería ese de haberle permitido movilizar a la población hasta ganar las elecciones, para después robárselas y decir que va presa. Uno no cree que ella se exilie, si bien podría no hacerles tan fácil el arresto. Igual, existe el síndrome Mandela, mediante el cual la prisión fortalece a un líder político, a menos que lo maten, lo que hoy no parece probable en el caso de María Corina.

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