Identifican tres obras falsas atribuidas a Van Gogh
Ámsterdam, 8 oct (Prensa Latina) El Museo Van Gogh identificó recientemente tres obras atribuidas al genial pintor neerlandés en colecciones privadas que a la luz de hoy son falsas.
Entre estas está un cuadro de una campesina que se vendió a través de la subastadora Christie’s por casi un millón de dólares en 2011 e incluso fue autentificado previamente por la institución de Ámsterdam, según el portal ArtNews que refiere artículos de fuentes especializadas.
Tres expertos del citado Museo compartieron sus hallazgos en la edición de octubre de la revista Burlington Magazine.
Además, las obras en cuestión habían sido aceptadas previamente como auténticas en el catálogo razonado de 1970 de Jacob-Baart de la Faille.
Reseña ArtNews que durante décadas, la obra Interior de un restaurante se consideró una segunda versión de un auténtico Van Gogh, Interior del Grand Bouillon-Restaurant le Chalet, París (1887).
Esta última se conserva en una colección privada, y el hecho de versionar no era especialmente inusual para el artista, que a menudo hacía distintas versiones de sus cuadros, ya fuera como regalo o para experimentar.
El segundo caso denunciado en el artículo gira en torno a Cabeza de mujer, que procedía del patrimonio del controvertido marchante de arte a tiempo parcial Gerbrand Visser, fallecido en 2007.
La pintura fue autentificada al año siguiente por el Museo Van Gogh. En 2011, la misma obra, posteriormente titulada Cabeza de campesina con gorra oscura, se ofreció en Christie’s Nueva York, donde se vendió por 993 mil 250 dólares.
Aunque el museo la había autenticado antes de salir a subasta, las cosas cambiaron cuando se pidió a los especialistas del museo que verificaran una pintura similar de una campesina de Nuenen que había sido presentada por un propietario francés en 2019.
La tercera pintura mencionada, Wood Gatherers in the Snow (1884), salió a la luz en 1912 y fue autentificada según el catálogo de 1970, que registraba una venta de la obra en Sotheby’s en 1957 por un empresario británico, el conde de Inchcape Kenneth Mackay.
La acuarela fue rechazada recientemente por los especialistas en 2020, quienes creen que el copista trabajó a partir de una fotografía de la obra publicada por primera vez en 1904.
Al pintar a un hombre de Nuenen, el falsificador pasó por alto un palo vertical largo que usaban los campesinos de Brabante para transportar fardos de leña sobre sus espaldas, detectaron los expertos.
También pasó por alto el techo de una granja cubierta de nieve al fondo, detrás del hombre, de acuerdo con la fuente.