viernes julio 26 de 2024

Efectos del sol en la piel

26 noviembre, 2013 Salud

Un óptimo cuidado y una previa preparación de la piel te permitirán disfrutar del sol de una manera adecuada. Para ello debes tener rutinas diarias en las que utilices productos especializados que hidraten la piel para que esté preparada a la hora de ser expuesta a una fuerte oleada de sol.

Puedes tener en cuenta los siguientes consejos que te ayudarán a mantener una piel saludable y radiante.

– Empezamos por un clásico: tomar el sol, sí, con precaución, pero se deben evitar las horas centrales del día (entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde)

– El factor de protección debe ser elegido de acuerdo con el tipo de piel. En general, se recomienda usar como mínimo uno con 30 de FPS. Además, deben aplicarse de 30 a 50 minutos antes de iniciar la exposición al sol, ya que el sudor y el agua eliminan el producto de tu piel.

-La radiación solar causa el 80 por ciento de los cambios en la piel asociados con el envejecimiento. Proteger la piel diariamente es la práctica más importante para el cuidado de la piel. Una exposición excesiva al sol deshidratará tu piel y provocará la aparición prematura de arrugas y líneas de expresión.

– La pigmentación desigual como las pecas, y las manchas pequeñas o grandes son otra consecuencia de la radiación solar.

El melasma, comúnmente conocido como paño, es provocado por el sol y produce manchas cafés en la frente, las mejillas y la piel arriba de los labios.

-Resulta indispensable mantener la piel hidratada mediante cremas especializadas que permitan recuperar la humedad perdida. Lo importante es que tengan propiedades hidratantes y emolientes, lo que permite recuperar el agua.

-Después de bañarse en piscinas con cloro es recomendable darse una ducha para hidratar la piel. Se deben utilizar limpiadores especializados que no agredan la piel y que le ayuden a humectarla.

Fotoprotección

El sol es básico e indispensable para que exista vida en nuestro planeta, de hecho, la luz solar nos proporciona efectos positivos como son el estimular la síntesis de vitamina D (la cual previene el debilitamiento de los huesos, como la osteoporosis), actuar en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel y favorecer la circulación sanguínea.

Sin embargo, el sol y la radiación diaria sin protección pueden tener efectos nocivos en la salud de las personas.

Tipos de radiaciones

La luz solar se descompone en diversas longitudes de onda, de las cuales sólo tres llegan a la tierra: luz ultravioleta, luz visible e infrarroja.

Luz ultravioleta. Según su longitud de onda, podemos distinguir tres grandes zonas de radiaciones:

-UVC: No llegan a la superficie de la tierra. Son muy peligrosas para el hombre y las absorbe la capa de ozono de la atmósfera. Sin embargo por el hueco de la capa de ozono sobre Australia ya hay algo de esa radiación que toca nuestro planeta.

-UVB: Solo llega el 5% de ellas a la tierra pero tienen mucha energía y son responsables del enrojecimiento de la piel. Penetran en la capa más superficial y provocan el bronceado.

-UVA: Entre el 30 y el 50% de estos rayos llegan a niveles profundos de la capa intermedia de la piel y son más perjudiciales que los UVB. Son los responsables del envejecimiento de la piel y pueden provocar cáncer.

Productos de protección: bloqueadores y filtros solares

Muchas veces la radiación solar que llega a la piel es superior a la que ésta puede resistir, por lo que es necesaria una protección adicional. Esta es la función de los bloqueadores y filtros solares, que previenen las quemaduras y los cambios degenerativos de la piel que causan los rayos ultravioleta.

Es aconsejable utilizar cremas de protección solar de amplio espectro, que proteja contra los rayos UVB y contra los rayos UVA. El día de hoy es fácil encontrar bloqueadores que protegen contra los rayos UVB, pero contra los rayos UVA es difícil encontrar productos efectivos, pues muchos fabricantes no declaran su nivel de protección porque es difícil comprobarlo.

Por eso es importante encontrar bloqueadores que en su empaque declaren cuantificando el nivel de protección contra los rayos UVB y UVA. Estos son protectores conocidos como de amplio espectro.

Algunos productos no absorben eficazmente las radiaciones UVA, de longitud de onda más larga. Si se utiliza una crema de protección solar, conviene escoger un factor de protección elevado, de amplio espectro, y ser consciente de que se utiliza para protegerse del sol, y no para broncearse.

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