jueves diciembre 19 de 2024

El Ojo del Halkón El Uribe Vélez que Colombia necesita

14 marzo, 2015 El Ojo del Halkón, Política

Ruben Dario Mejia Sanchez _25_02_12Por Rubén Darío Mejía Sánchez

Están pasando tantas cosas en el país que uno no sabe qué hacer, entre las primeras está los precios elevados en los alimentos, este sábado al ir al mercado se encontró que los precios de las frutas, verduras, hortalizas y el arroz seguían por las nubes y al preguntar por qué se dijo simple y llanamente que porque el país pasaba por uno de los paros de camioneros más fuertes de los últimos tiempos sin que sea reconocido como un problema grave por el Gobierno, ya que la Ministra de Transporte se ha limitado a decir que no sabe a qué dirigente le hacen caso los camioneros, porque de un momento a otro se levantaron de la mesa de conversaciones.

Al regreso a casa, la noche del viernes anterior tuve la oportunidad de hablar con un ex policía que era el conductor del taxi que me transportaba y cuando hablamos de lo que estaba sucediendo en el país me dijo dos cosas contradictorias, una, que votaría las veces que fuera necesario por el ex presidente Uribe y otra, que el proceso de paz se iba a firmar tarde que temprano, aunque el presidente Santos se hubiera equivocado y hubiera traicionado a Uribe.

El país sigue polarizado, y es así como el 50 y 50 están a favor de expresidente y del Presidente actual, no hay mayorías y solo estamos pasando por una situación bastante difícil, como es la falta de credibilidad, la gente de a pie no cree en el Congreso de la República y mucho menos en la Justicia, por considerar que esta última definitivamente está comprada y está hecha así llanamente para los de ruana y para quienes han cometido delitos menores.

Me da tristeza a estas altas horas de mi vida y como dijeran los muchachos del paseo, que lo que me enseñó el profesor Jaime Henao en las aulas del Instituto Neira y que fueron ratificadas por el también profesor Luis Eduardo Suarez, quien por cierto era hincha furibundo del Once Caldas, en este momento no tenga mucho valor como fue el respeto a las grandes instituciones y a los tres poderes que hacían parte del Estado, como son el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Ya poca gente cree en la justicia y en los políticos y por ello, en el Congreso y como van las cosas mañana no le van a creer ni a respetar al Presidente y sus Ministros.

Al leer el título de esta columna más de una persona se preguntará que es lo que quiero decir y lo que quiero decir es muy sencillo, que ese 50% que cree en el ex presidente Álvaro Uribe Vélez podría aumentar, si el ex presidente se hubiera dado cuenta que había hecho más por el país dando un paso al lado y habiéndose ido a su lugar de retiro como ex Jefe de Estado, contaría con gran admiración y respeto, porque si somos sinceros en su mandato le dio seguridad a los colombianos y respeto a las instituciones y es por eso que se le recuerda con cariño y respeto, y sin ir a ser un conocedor profundo de la situación del país, aunque la he vivido muy de cerca por mi profesión, creería que parte de los buenos resultados del proceso de paz de La Habana se han conseguido por la mano firme del ex presidente Uribe contra los alzados en armas, quien los debilitó de manera franca y segura y por eso creo, sin ir a equivocarme que la asesoría de Uribe en estos momentos hubiera sido mejor para el bien del país que entrar a hacer una oposición que no vale la pena y que lo que hace es que los odios se acrecienten cada día más.

Hay fanáticos alrededor de Uribe Vélez y quienes consideran que son dueños de la última palabra, como la joven estudiante de la Universidad Libre de Pereira que no soportó que se debatiera un tema que tenía que ver con Uribe Vélez en la cátedra universitaria y no se limitó a escuchar sino a informarle a su jefe de ideas sobre lo que estaba sucediendo en el salón de clases, quien como gallito de pelea no esperó para responder a su manera y encontrar por ello solo rechazo de los estudiantes y de toda la comunidad universitaria. Ahora la seguidora partidista dice que sus compañeros por lo que hicieron se han ido al matoneo, sin darse cuenta que no mostró una mente abierta para un debate de gran interés, como es el que adelanta el profesor desde las aulas un día cada semana.

Espero que el ex presidente tome en cuenta lo que dice la gente común y corriente: que está cansada de la guerra y de la violencia, de los escándalos innecesarios y de demostrar que solo él tiene la razón en lo que dice, cuando el Gobierno, con errores o aciertos ha sacado adelante al país en estos cuatro años y punta de mandato, hay que recordar doctor Uribe que nadie es indispensable y que los mayores debemos dar buenos ejemplos y orientaciones, pero dar un paso al lado para que sigan adelante la modernización, los nuevos inventos y las nuevas generaciones porque nuestros jóvenes no piensan igual que nosotros y quieren hacer las cosas a su manera, lo que no quiere decir mal hechas y que además no vamos a ser eternos para estar diciéndoles que es lo que deben de hacer.

El primer mandato de Álvaro Uribe fue bastante bueno, se enredó todo cuando de la reelección se trató, y se complicaron las cosas cuando resolvió dejar su lugar de ex presidente para regresar al Congreso de la República, lo que no era necesario porque como figura política de principios y de excelentes capacidades habría podido hacer más si hubiera bajado la cabeza y olvidado el orgullo por el bien del país y no entrar a dividir y polarizar el país como está en este momento.

Que buen sería que la historia fuera de recordarlo como un buen Gobernador de Antioquia, como bueno Parlamentario y buen Presidente del país, lo recordara como el hombre de la conciliación y el abuelo agradable y permisivo y no como el guerrerista que cree tener la última palabra en todo y que descalifica lo que los demás hacen.

Pensé mucho para escribir al respecto, porque no soy de los periodistas que les agrade el amarillismo y enunciar las cosas malas, porque siempre he tratado en más de cuatro décadas de ejercer mi profesión de mostrar las cosas buenas de un país al cual estigmatizamos los propios colombianos y que quienes ejercemos el bello ejercicio del periodismo en más de una oportunidad nos equivocamos en dar más acogida a las noticias malas que a las buenas que se producen a diario.

El Álvaro Uribe Vélez que necesita el país en este momento es el de la conciliación, el de la orientación, el del buen ejemplo para salir adelante, no al de los ataques y el que desprestigia al actual Gobierno legítimo.

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