Castro criticó el papel de EEUU en la historia cubana pero aclaró: «Obama no tiene la culpa»
Ciudad de Panamá, 11 de Abril _ RAM_ El actual mandamás de la isla caribeña abrió su discurso advirtiendo que se tomaría más de los ocho minutos que cada mandatario tiene a su disposición para hablar, ya que según sus irónicos cálculos, al ser excluido en seis cumbres, entonces podría tomarse 48 minutos. La tribuna aplaudió su ocurrencia y luego comenzó su discurso, en el que abrió con la historia de Cuba y su relación con los Estados Unidos.
El presidente cubano, Raúl Castro, dijo que admiraba a su homólogo estadounidense Barack Obama por su origen humilde y le pidió disculpas por hablar del bloqueo y las agresiones a Cuba, lo que justificó reconociendo que cuando habla de esos temas: “la revolución me brota por los poros”.
Tocó los temas del embargo, su relación conflictiva con Estados Unidos, el sufrimiento del pueblo cubano por el embargo y defendió a Venezuela.
Castro se excusó por la longitud de su discurso, revelando que le había pedido al presidente de la Cumbre, el mandatario panameño Juan Carlos Varela, poder alargar sus palabras “porque Cuba no ha estado en las seis cumbres pasadas”.
El líder cubano dijo que “10 presidentes de EE.UU. tienen deudas con Cuba, menos Obama”, a quien pidió que se siga apoyando “en su intención de quitar el [embargo].
“Al presidente Obama lo admiro por su origen humilde… lo considero como un hombre honesto”, dijo.
Agregó haber meditado mucho decir esas palabras pero al final había decidido decirlas “y estoy contento por eso”, dijo.
«Aprecio como un paso positivo su reciente declaración que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo… en la que nunca debió estar», dijo Castro a Obama.
No obstante, reconoció que Cuba hizo «algunos actos de solidaridad en otros pueblos que pueden considerarse como terroristas».
«Cuando estábamos acorralados, hostigados hasta el infinito solo había una alternativa, rendirse o luchar. Ustedes saben cuál fue la que escogimos», explicó.
La diatriba antinorteamericana contrastó radicalmente con un momento en el que los dos países están buscando limar asperezas que datan de más de medio siglo, y con el mismo discurso de Barack Obama, quien señaló que «los Estados Unidos no quedarán prisioneros del pasado». El propio Castro exculpó a Obama, de quien aseguró que «no tiene nada que ver con todo esto», y que es «un hombre honesto».
Repasó la historia de José Martí, símbolo de la independencia de su país, los progresos y contramarchas en la presencia de tropas estadounidenses en su territorio y las gestiones diplomáticas con Estados Unidos.
En otras cosas, aseguró que el mismo día en que John Fitzgerald Kennedy fue asesinado le había enviado un mensaje a Fidel Castro para iniciar un diálogo, el mismo que recién parece consolidarse por estos días, más de medio siglo después.
«Aprecio el paso positivo en su reciente declaración de que decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, en la que nunca debió estar», dijo Castro yendo al punto actual de la Cumbre.
Sobre las vicisitudes económicas de Cuba y el autoritarismo de su gobierno dijo: «¿Quién puede imaginarse que nosotros podemos obligar a todo un pueblo a hacer el sacrificio de hizo? La dictadura de los castro los obligó, igual que los obligó a votar por el socialismo con el 97,7% de la población» explotó en una polémica ironía.
Luego consideró de «valiente» la decisión de Obama de llevar al Congreso la iniciativa de eliminar el embargo norteamericano sobre Cuba.
«Venezuela no puede ser una amenaza»
Castro dedicó un párrafo a la reciente orden ejecutiva de que define a Venezuela como una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos. También dijo que el país bolivariano está «pasando por las mismas cosas que pasamos nosotros», lo que puede tomarse tanto como un gesto hacia Caracas como una advertencia sobre un futuro que puede no ser muy próspero para los venezolanos, dada la realidad económica que sufre Cuba.
En cuanto al resto de la región, renovó su apoyo a la Argentina por la causa Malvinas, mientras que menciono a Ecuador para criticar a las empresas extranjeras que explotan su suelo dejando secuelas ecológicas y saludó el proceso de paz encarado por Colombia en su conflicto armado con las FARC.