EL CAMPANARIO
Por Tomás Nieto
Se expande la carroña televisada
Se nota que desde Bogotá se ha instruido a la red de corresponsales del Canal Caracol en las diferentes ciudades para que sigan la indecorosa y deprimente pauta noticiosa que se les marca, a mañana, tarde y noche, en lo que sus “orientadores” llaman sus “emisiones centrales”.
La orden es sangre, mucha sangre, y altas dosis de todo lo que tenga que ver con las miserias que generan más violencia, más pobreza y enorme sensación de inseguridad.
A corresponsales de respetable trayectoria de Medellín, Cali, Cartagena y Barranquilla, entre otras ciudades, se les ha ordenado olvidarse de las noticias verdaderamente importantes de cada región y entregarse a las puñaladas entre borrachos, la riñas callejeras, los accidentes de tránsito, los robos a almacenes de cadena, los atracos a tiendas, graneros, farmacias y pequeños casinos y a las peleas entre concejales de pueblo y comadres de vecindario.(Leucocitos en acción).
Cualquier parecido
El televidente desprevenido que toma asiento frente a la llamada ”caja boba” cree estar repasando, “en vivo”, las viejas ediciones con lo más destacado de la prensa amarillista del pasado.
El tele-sufrido espectador siente que tiene en su receptor, pero a todo color, las páginas sensacionalistas de periódicos antañones como El Bogotano, El Caleño, La Literna o Sucesos Sensacionales, cuyos titulares destilaban sangre a chorros. Parecían elaborados por vampiros.
Para la muestra
Veamos algunos titulares del noticiero del Canal Caracol del mediodía del domingo, cuando aún no se apagaban los ecos de la Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá:
*** Golpiza a presunto ladrón en Cartagena (Esta “espectacular primicia” fue la de abrir emisión. ¡Qué vergüenza!).
*** Cae banda de delincuentes en Popayán.
*** Capturado conductor que manejaba borracho en el sur de Bogotá.
*** Descubren peligroso hueco en la carrera 30 con la calle 26, de Bogotá.
*** Se revelan nuevos hechos de violencia contra la mujer, en Barranquilla.
*** Riña entre dos concejales en Tocancipá. (Entrevistaron a los ediles peleoneros y a dos testigos).
Semejante sartal de estupideces en horario Triple A, cuando el tiempo vale oro en la televisión.
¡No hay derecho!
Tolón Tilín
A un periodista amigo nuestro que trabajaba en “El Bogotano” en los tiempos de doña Consuelo de Montejo le agradaba llevar a casa su ejemplar, en la madrugada, para que lo leyeran su esposa e hijos.
El mayor de los muchachos, que era un incorregible mamador de gallo, le decía a su papá:
“Me encanta cuando nos traes tu periódico porque siempre nos llega con los titulares debidamente COAGULADOS”.
