Marinella Murillo, la mujer que junto a su hijo de ocho meses estuvo perdida en la selva durante 5 días después de que la avioneta en la que viajaba se estrellara, contó cómo sobrevivió a la difícil situación.

Desde la cama de un hospital de Quibdó, Chocó, donde se recupera de las quemaduras que sufrió en el hecho, Marinella Murillo dijo que al lograr salir de los fierros retorcidos del aeroplano, que cayó en la selva cuando realizaba la ruta Nuquí-Quibdó, decidió retirarse del lugar por temor a una explosión.

«Me fui… Sí… toda la noche, como a las 6 y nos montamos a una peña y nos fuimos trepando por unos palos».

«Me fui con el bebé y después había un fierro alto… Una palizada y fui y me trepé por ahí… iba cogiendo al niño por un bracito y lo iba trepando», señaló la mujer, quien caminó cuatro días por la orilla del río.

Para sobrevivir a la complicada travesía, la madre comenzó a tomar agua de coco, del río y de las hojas de los árboles, mientras mantenía a su hijo con vida dándole leche materna.

Para protegerse de la lluvia en la selva construyó un cambuche, hasta que llegó a un paraje conocido como Campo Bonito, donde fue auxiliada por nativos de la zona. «Ahí había un palo grande y me senté y me quedé dormida con el niño».

La mujer fue rescatada por la Fuerza Aérea gracias a un helicóptero que con perifoneo y señales la condujo nuevamente hacia la zona donde cayó la avioneta.

«De tanto gritar no me escuchaban», apuntó al referirse al momento de encontrarse con los socorristas.