«No es fácil hablar de paz ahora, pero no nos vamos a rendir»: Sergio Jaramillo
Durante el Encuentro Nacional de Radios Comunitarias «Contamos para la paz» que reunió en Bogotá a 80 radialistas de 24 departamentos, el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, habló y respondió varias preguntas de los asistentes sobre las expectativas de los diálogos en La Habana y la difícil situación de orden público que por estos días vive en el país.
«Nos encontramos en el momento más difícil de este proceso. No es fácil hablar de paz cuando oímos en las noticias que a los hospitales en Nariño llegan hombres y mujeres deshidratados por causa del derrame de petróleo de las Farc. No es fácil hablar de paz, pero no nos vamos a rendir, la muestra de ello es este encuentro de hoy», dijo Jaramillo al referirse a este proyecto de su oficina con RESANDER (Red Cooperativa de Medios Comunitarios de Santander) que busca enlazar a radialistas comunitarios de todo el país para que cada vez estén mejor informados sobre los avances de la Mesa de Conversaciones y sobre los desafíos en la construcción de la paz en Colombia.
Durante su intervención, el director de RESANDER, Fernando Tibaduiza, dijo: «la paz tiene en el ejercicio del derecho a la comunicación una puerta propicia para que podamos tramitar las diferencias en el diálogo y asumir los retos de nuestras desigualdades e inequidades con argumentos y no con armamentos».
El Comisionado de Paz fue enfático en decir que el papel de las emisoras comunitarias en la convivencia es fundamental: «en la fase actual, las emisoras deben contribuir a la preparación de los ciudadanos e impulsar el debate en las comunidades. Es importante que la gente conozca qué se ha acordado, pero no podemos limitarnos a esto, sino que la divulgación debe generar debate. Las emisoras deben promulgar el debate con quienes están a favor y en contra: esto es lo más sano para la paz, hay que prepararnos para el debate».
Insistió por último en que la paz la vamos a construir entre todos en los territorios, si se llega a la firma de un acuerdo en La Habana, que es la Paz Territorial: «este apellido de territorial no se limita a lo evidente, las diferencias entre las regiones de Colombia, sino significa que la paz no se va a construir desde Bogotá, se va a construir con los ciudadanos en los territorios, de tal forma que la gente sienta que realmente es parte de la construcción de estas decisiones».
