El Ojo del Halkón ¿Quién dice la verdad sobre asuntos económicos?
Por Rubén Darío Mejía Sánchez
A una de las cosas que más miedo le tienen los ciudadanos cuando se preparan a elegir a un mandatario es que éste llegue con una carpeta llena de impuestos para poder cumplir todo lo que ha prometido en sus campañas políticas y es que es muy delicado porque muchos de ellos tienen en la cabeza los impuestos como prioridad y a pesar de que prometen en sus campañas que esto no sucederá, no les falta sino que impongan impuestos al derecho vital de respirar.
Hay momentos en que es necesario manejar esta figura, pero a la gente no le gusta hacerlo, es decir pagar impuestos porque estos no se manejan bien y mucho menos con los fines para los cuales han sido recaudados y podemos ver como ejemplo lo que sucede en la Capital colombiana que es calificada como ejemplo de cumplimiento con este deber; pero a la hora de la verdad a pesar de haber tanto presupuesto, tanto dinero y tan buenas partidas las calles están totalmente destrozadas y los mandatarios de turno no cumplen con el gobierno para el cual han sido nombrados.
Este es uno de los puntos críticos y del miedo que le da a la gente sobre el proceso de paz, porque en Colombia ya se han creado varios impuestos que a pesar de que se dice que son comentarios siguen vigentes de por vida, como sucedió con el 2 por mil, que ahora va en el 4 por mil y con el famoso impuesto de la guerra, este último que ha afectado a quienes tienen mucho dinero y parte de la clase media y que a pesar de que ha desaparecido de manera velada, ha hecho sus estragos, lo que hace pensar que de un momento a otro aparezca un impuesto al post conflicto, luego de que se firme el acuerdo de La Habana para dar cumplimiento a todo lo acordado allí y que tiene que ver con los programas a los reinsertados que estén en condiciones de dejar las armas y comenzar una nueva vida civil.
Hablo de esto porque estamos en un momento bastante delicado en el campo económico en Colombia, hoy se le dio al Alcalde de Bogotá por decir en el marco de la Segunda Conferencia para el Clima que se lleva a cabo en Lima, que es necesario que quienes tienen dinero deban de pagar un impuesto para combatir el calentamiento global y no han nada de raro que pase del dicho al hecho y a su regreso a Bogotá trate de que en el Concejo le aprueben esa bella iniciativa como muchas que ha puesto en práctica durante estos años de su Gobierno que termina el 31 de Diciembre del presente año y que le ha traído más de un inconveniente por no pensar lo que dice y lo que hace.
El Gobierno Nacional aun no habla de impuestos para combatir el fenómeno del Niño pero ya ordenó el alza en los servicios básicos como son el agua, la luz y el gas. Que vendrá ahora?, no se dará cuenta el Gobierno que todo lo que ha sucedido es por falta de políticas en cuanto al medio ambiente y a la educación de los ciudadanos a no gastar el agua, ese precioso líquido que comienza a desaparecer en el momento que padecemos la locura que está afectando al clima a nivel mundial y que Colombia no ha podido ser ajeno al respecto.
Será que no ha habido políticas serias en lo que tiene que ver con tala de árboles y el consumo desmedido del precioso líquido, como es el agua… y ahora después de afectados no se puede dar paso atrás y es cuando se teme sobre un racionamiento a nivel nacional y cuando ya se cuenta con racionamiento en muchas regiones del país, solo esperando que el servicio energético también quede paralizado de un momento al otro.
Decía mi abuelo Frutoso que un tenía que creerle a la gente y yo le creo al Presidente y a su ministro estrella de Hacienda cuando dicen que estamos pasando por el mejor momento de la economía a pesar de los altibajos y de que somos la mejor economía de América del Sur, pero me pregunto qué es lo que está pasando con la inflación, que vuela de manera exagerada y que según los que saben de esto, porque confieso que yo de esto no conozco mucho, esto se veía llegar y todo el mundo está asustado de lo que pueda ser el final del año cuando posiblemente el sueldo mínimo será uno de los más altos, pero la capacidad de adquisición seguirá siendo la misma o peor a la que se vive actualmente, o es que los gremios económicos no dicen la verdad, si pasa lo contrario, o el Gobierno oculta algo.
El Ministro de Agricultura salió a decir que no habrá alzas en los alimentos y que el Gobierno protegerá a pesar de lo que suceda con el Fenómeno del Niño, pero los agricultores ya pusieron el grito en el cielo sobre lo que les está sucediendo al perder sus cultivos y que decir de los cafeteros que en algunas regiones del país han dicho este fin de semana que la cosecha que comienza a recogerse y la del mes de mayo no serán de las mejores en el país.
No le estoy dejando toda la carga al Gobierno, porque soy consciente que todos somos responsables de lo que está sucediendo y de que es necesario poner en práctica cátedras sobre el medio ambiente y sobre economía, recuerdo que cuando era niño a pesar de que esto no sucedía y que todavía los nevados existían en forma, se nos enseñaba la conservación de los bosques y de la naturaleza, pero ahora esto no sucede y otra cosa era que nos enseñaban a ahorrar por medio de unas estampillas que podíamos comprar por las cuales nos daban premios y fuera de eso nos animaban a contar con recursos propios para comprar algunos libros y enseres para el estudio o muchos de mis compañeros los dedicaron para iniciar sus empresas cuando ya fueron mayores; pero ahora el consumismo está acabando con todo porque no hay esa conciencia de la protección de los animales, de la naturaleza, del respeto al ser humano y del ahorro, lo que no puede dar buenos resultados en el quehacer diario de la humanidad.
Esperamos que se nos diga la verdad de lo que está sucediendo y no se nos pinten pajaritos de oro en medio de una grave situación a pesar de que aún no estamos en crisis, porque da mucho para pensar lo que tiene que ver con el empleo que a pesar de lo que se habla sigue siendo dominado por la informalidad.
NOTA: No hay nada más importante que la tranquilidad y la paz que emanan luego del perdón y la corrección de nuestros errores.