miércoles julio 17 de 2024

El Ojo del Halkón Elecciones regionales, de cambios y de fraudes  

17 octubre, 2015 Bogotá, El Ojo del Halkón, Política

Ruben Dario Mejia Sanchez _25_02_12

Por Rubén Darío Mejía Sánchez

Nada antes que hoy son necesarias las elecciones regionales con participación masiva de la población, para hacer cambios necesarios en diferentes regiones del país y evitar que las ciudades y los departamentos sigan en decadencia por las malas administraciones, pero para colmo parece que el fraude a pesar de las medidas del Gobierno será rampante en esta oportunidad.

No hay nada más malo que no respetar las opiniones de los demás, debemos de estar seguros que estamos en una época moderna en donde los colores políticos fueron echados al cajón de la basura y que las ideas son las que mandan y donde el elector que es consciente solo se apresta a votar por aquellos candidatos que ofrecen cambios, que dicen verdades y que demuestran que sus intereses personales son dejados de un lado.

Se habla mucho de la transhumancia electoral porque a pesar de los tiempos, se siguen comprando los votos y las personas inconscientes dan sus votos o mejor diciendo en plata blanca, los venden al mejor postor y es cuando se ha descubierto que no solo en las elecciones se puede hacer trampa electoral, sino desde la misma inscripción de cédulas, como ocurrió en esta oportunidad donde se descubrió que en esta práctica había regiones del país en donde eran más los electores que las personas que habitaban la zona.

Podemos decir que estos comicios regionales han empezado muy mal y empezaron y terminaron con violencia física contra aspirantes y seguidores de movimientos políticos, como lo que sucedió en la noche del viernes en el cierre de la campaña de Guido Echeverry en la ciudad de Manizales.

No recuerdo que antes se hubiera hablado de detenciones de funcionarios y de aspirantes a ocupar un cargo de elección popular hayan sido detenidos y esto sucedió en el transcurso de esta corta campaña electoral. Antes se hablaba de violencia por los grupos alzados en armas, pero las FARC han estado ocupadas en su proceso de conversaciones de paz desde La Habana, y bien que mal han cumplido con el cese unilateral del fuego; no han faltado las escaramuzas por parte de los otros movimientos armados, pero no ha sido por la práctica política y se espera que el ELN responda a la solicitud hecha por la MOE de hacer un cese unilateral del fuego por lo menos durante y antes de los comicios, ya que demuestran su interés de entrar en conversaciones sobre un proceso de paz igual al de las FARC con el Gobierno Nacional.

Esta no ha sido una campaña limpia, tampoco ha sido una campaña de muchas propuestas, ésta ha sido una campaña de ofensas y de repetición de la repetición en el campo de programas y propuestas para solucionar los problemas que son muchos y que aquejan a diferentes regiones del país.

Se habla de que el paramilitarismo tendrá su cuota en las próximas elecciones del 25 de octubre, pero es algo que está de manera velada aunque se sabe que en algunas regiones del país los grupos fuera de la ley hacen su presión y de una manera u otra obligan a los ciudadanos indefensos a ejercer el voto en pro de quien ellos digan.

La guerra entre los grupos políticos o movimientos es bastante fuerte, a pesar de que se diga lo contrario, predominando la corrupción, pues como decían en mi tierra, muchos hablan pero no lo sostienen, que hay mucho dinero en juego, amenazas de pérdidas de cargos y promesas para que se cumpla el sagrado deber en pro de X o Y candidato.

En las alcaldías es donde más se espera que los cambios lleguen pronto, aunque por lo que hemos estado investigando, ha habido gobernaciones en donde el trabajo de los mandatarios ha sido muy regular y también se necesitan cambios extremos.

Muchos Diputados pasaron sin ton ni son, y a los Concejales en su mayoría se les pegó la enfermedad de muchos Congresistas que después de ser elegidos no hacen nada y mucho menos asisten a las sesiones.

Se puede decir sin riesgo a equivocarnos que Colombia está enferma políticamente, que algunos dirigentes se apegan tan firmes al poder que no quieren dar libertades para que la gente piense y hacen entender que solo lo que ellos dicen es lo que tiene valor, evitando que se presente un cambio generacional en este campo que es de gran necesidad.

El mapa político colombiano solo va a  cambiar de que ya no es ni liberal ni conservador, pero si miramos encontramos que siguen los mismos con las mismas pues ya no son los colores políticos tradicionales sino las coaliciones que en más de una oportunidad se forman por intereses personales y como más le conviene a cada uno de los que están al mando de la política nacional y local.

En las grandes capitales, aparecen los nombres de siempre y si no son los nombres de siempre son los protegidos por los dirigentes políticos de toda la historia.

Esta sería una gran oportunidad para que ese cambio llegara; pero como nos damos cuenta las cosas no tienden a cambiar, lo que nos hace pensar que los dirigentes antiguos siguen apegados al poder sin dar oportunidades o que las nuevas generaciones no les importa el futuro de sus regiones y del país. Espero estar equivocado después del 25 de octubre, cuando el Registrador Nacional dice que se batirá el record en dar a conocer los resultados de estos comicios.

Durante estos comicios electorales he estado un poco alejado de lo que sucede con las campañas políticas en Bogotá, primero porque algunos de los candidatos son personas que he conocido de tiempo atrás y por asunto de trabajo he estado allegado a algunos de ellos, pero hoy creo que si debo de decir algo al respecto.

Primero que todo, que no he decidido candidato por quien votar a pesar de estar a pocos días de la contienda electoral y que he mirado con detenimiento lo que han dicho los candidatos, pero también he tenido un poco de recelo en tomar una determinación por lo que se dice, por lo que se ve y por lo que puede ser el manejo que se le dé a esta contienda electoral en la  capital colombiana.

De lo que si soy consciente es que Bogotá merece mejor suerte y merece mejor suerte de tener quien la administre bien, porque el alcalde Petro demostró que ha sido un gran Congresista, pero que a pesar de lo que él mismo dice, es un pésimo administrador o quizá el orgullo y la terquedad no dejaron que pusiera en práctica lo que  sabe, con tal de llevarle la contraria a todos los demás y lo que sí hizo fue dividir entre ricos y pobres, entre poderosos y débiles la ciudad de todos que después de haber sido considerada la Atenas Suramericana la deja en total decadencia.

Hablando de candidatos, las propuestas de todos son las mismas con las mismas, seguridad, movilidad, educación, metro, Transmilenio, etc, etc, etc, nada nuevo de nada, lo importante en el asunto es lo que puede suceder en el momento del a ejecución, porque si vemos los debates que se van a hacer en el transcurso de la semana, días antes y horas antes de las elecciones regionales, tanto Rafael Pardo, Enrique Peñalosa, Clara López y Francisco Santos defenderán sus posiciones en los temas que han venido repitiendo durante la campaña en los cuales no hay nada nuevo.

Que opino de los candidatos? Es meterme en camisa de once varas pero lo diré comprometiendo mi criterio y no el de Reporteros Asociados del Mundo.

Rafael Pardo es un hombre honesto, ha hecho una gran labor durante su estadía en el Gobierno, en los meses que fue Alcalde Encargado lo hizo bien, conoce mucho como combatir la delincuencia, tras haber hecho un excelente trabajo en los momentos críticos de la violencia en Colombia y el ataque al narcotráfico y puede dar la talla para ser el Alcalde de la Capital.

Enrique Peñalosa intenta nuevamente, pero a pesar de que en otras oportunidades no se ha creído en sus propuestas, él hombre hizo una buena administración, sabe cómo adecuar la ciudad y ponerla de manera competitiva ante las grandes del mundo por ser un urbanista nato y de renombre internacional; nadie lo puede señalar de que se haya robado nada, que haya tenido respaldos políticos diferentes, eso no tiene nada de malo, que tenga enemigos ocultos, principalmente en el gremio del transporte y de que se le califique de que solo sabe gobernar con los ricos eso es de pensarlo porque durante su administración demostró que hizo muchas cosas por los sectores marginados de la ciudad. No es una mala opción.

Clara López, no soy su amigo pero le conozco hace muchos años, conozco a su familia, tanto por los López como por su esposo, sé que es una persona honesta y le pasa como a varias de nuestras dirigentes políticas en el país que su gran error ha sido estar rodeadas de personas no muy honestas y que le han fallado a la justicia y a la ciudadanía. Lo malo de Clara López no es el Polo Democrático, que ha demostrado ser un partido serio y de alternativa para el país, lo malo han sido los burgomaestres y funcionarios de esa colectividad que la han dejado muy mal parada, tanto a la colectividad como a la misma Clara López. Clara López pasó bien por su interinidad en la Alcaldía de Bogotá, pero el miedo que existe es que la mala administración y la continuidad de las cosas malas de Petro sean las que acaben de enterrar la izquierda en Colombia, a pesar de que la misma Clara lo haya dicho la semana pasada que la izquierda en Colombia estaba más viva que antes.

Se tejen muchos comentarios alrededor de la forma como se presiona a los funcionarios del Distrito para que voten por Clara López, pero como digo son comentaros de los cuales no me consta nada; pero si esto fuera cierto sería muy malo para la ciudad, para Clara López y el propio Polo Democrático. No puedo decir si es una buena o una mala opción para Bogotá porque no tengo una bolita mágica que me muestre como será Clara López Alcaldesa en propiedad de la primera ciudad del país.

Pacho Santos no tiene muchas oportunidades porque no está trabajando él solo y quiere estar bajo esa sombra grande llamada Álvaro Uribe Vélez, quien demostró ser un buen presidente en Colombia derrotando la violencia en su primer mandato pero que en su segundo mandato y después de salir de la Casa de Nariño se ha dedicado a criticar y a tratar de imponer sus ideas y a demostrar que nada está bien hecho sino lo que él hizo y que esa obsesión que tiene de acabar a la fuerza a las FARC no lo deja mirar más adelante y darse cuenta cual es el Álvaro Uribe que necesita el país; que es el de la experiencia, el del consejo, el de la guía para que el país salga adelante, y a pesar de esa sombra y no porque lo digan las encuestas, Pachito Santos no se le ve futuro, porque está cometiendo un gran error y no habla a nombre propio sino con las políticas del expresidente antioqueño.

Queda muy difícil pero no imposible que pueda llegar al Edificio Liévano después del 25 de octubre.

Hay otros candidatos, los  que hemos visto en varios debates, que muestran tener muy buenas intenciones; pero desconocimiento en muchos temas del manejo de la ciudad y del campo político.

Lo que cabe decir después de todo lo anterior es que el próximo 25 de octubre es necesario salir a votar y con una conciencia limpia y no vendida, elegir a quienes consideremos que pueden ser los mejores gobernantes  regionales para esta Colombia que lucha agarrada a la esperanza de que un día se firme en serio un proceso de paz y se pueda trabajar y ser lo que muchos han dicho que es un país donde la gente vive feliz.

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