El Desgano Electoral
Por Eduardo Lozano M.
Al comienzo de semana, tras un domingo de agitada actividad político partidista donde los colombianos expresaron sus preferencias para la conformación de las cámaras legislativas mediante su voto, quedan muchas dudas y preguntas por resolver.
Para el caso de Bogotá y únicamente para Bogotá, por qué si el potencial electoral vigente que es de 5 millones 188 mil 774 personas, apenas salieron a depositar su voto 1 millón 832 mil 881 personas?
Qué es lo que desestimula el voto?
Esto tiene varias lecturas, pero la principal quizás es que la gente se cansó de votar siempre por los mismos, sin resultados positivos aparentes. Por el contrario muchos de ellos se ven envueltos en escándalos y con el apoyo de organizaciones «non sanctas».
En mi caso voté en las mesas de Mazurén al norte de la ciudad, donde se llegó al punto de terminar a la 1 de la tarde la existencia de las boletas de consulta del Partido Verde (mesa 7) y muchos ciudadanos que reclamaron este anexo de votación, se quedaron con las ganas de elegir su candidato. Si había inscritos 300 electores, por qué razón no se dejó el número equivalente de papeletas para hacer la selección del candidato de ese partido ?
La abstención, el fenómeno que viene creciendo al escrutar cada jornada electoral, es sin dudas la respuesta del ciudadano del común a quienes se escudan bajo algunas banderas partidistas, para devengar millonarias asignaciones, mientras que quienes los llevan al parlamento con su voto viven en su mayoría con salarios mínimos.
En mi concepto, ser elegido para estas posiciones es un honor, cuyas funciones deberían cumplirse en forma gratuita como un servicio a la patria.
Hoy en día si miramos con detenimiento, los aspirantes se pelean las posiciones en las listas de cada partido, porque aunque no lo digan, salir elegido para una corporación es como ganarse una lotería de muchos millones y lo mejor de todo es que cuando terminen su gestión, gozan de pensiones a perpetuidad.
Si por alguna razón se decidiera no pagar este servicio, cuantos ciudadanos pondrían su nombre en juego en unas elecciones? … N I N G U N O .
Los «honorables» como así se les designa, están recibiendo poco a poco el desprecio de los electores que acuden con entusiasmo a votar y casi siempre resultan enredados en escándalos que nos averguenzan ante el mundo.
El voto en blanco
Este es otro de los fenómenos que cobra fuerza día por día, que sumado a los votos nulos generaron una cifra que superó considerablemente los resultados obtenidos por algunos partidos pequeños.
Sin lugar a dudas es un número muy significativo. Algunos electores confesaron que es tal el desgano que muchos de sus tarjetones fueron marcados a propósito con varios nombres para buscar la anulación del voto. Otros votaron para obtener la Certificación de votante, que ofrece algunas garantías en otras gestiones, como la rebaja en loscostos de la adquisición de un pasaporte o cosas de ese estilo.
La lectura que dan estos resultados del voto en blanco y de los votos nulos (marcados a propósito) simplemente muestran el hastío de los electores hacia unas corporaciones de caracter repetitivo en sus composiciones.
Estos detalles y muchos otros, hacen pensar desde ahora, que se hace necesaria una reestructuración urgente a nivel de las corporaciones, para lograr en un futuro que no se repitan estos desconcertantes guarismos.